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¿Qué es el Afrofuturismo? La acción de toda una diáspora que tuvo que incluirse a sí misma en un futuro del que había sido excluida sistemáticamente.  Bienvenidos, bienvenidas a este groovadélico y marciano artículo. Génesis y profetas, nave nodriza, mesías y mitología, soldados y guerreras a bordo de naves clónicas. La historia de la resignificación más gloriosa, resiliente e inspiradora que podamos escuchar hoy, a principios de siglo XXI. El pasado y el futuro confluyen aquí, y ahora. Ajustad vuestros cinturones porque esta teletransportación estará repleta de historia, creatividad, liberación, dignidad, colores y …música…mucha música.

 

Una manera de ver el futuro a través de una lente cultural afro; una estética artística, una metodología para la sanación. Este movimiento se entreteje con todas las culturas afrodescendientes de la diáspora, con la teoría de la liberación, con tecnología sci-fi y misticismo. El afrofuturismo considera que el tiempo no es lineal, el futuro, el pasado y el presente pueden ser uno solo. Esto implica un reconocimiento de que la raza es una tecnología creada y codificada en la ley y la violencia. Así las cosas, el afrofuturismo es resiliencia.

Ytasha L. Womack

 

 

Episodio 1: Raíces y profetas

Las raíces

Puede parecer contrario a la intuición etiquetar el género Negro Spiritual como Afrofuturismo. Pero si pensamos en él como una búsqueda de «liberación cósmica» y «posibilidades en un mundo destinado a destruir todas y cada una de las formas de vida afroamericana», podemos pensar en el Negro Spiritual «Swing Low, Sweet Chariot» como un precursor. Ciertamente, los cantantes esclavizados que compusieron y cantaron estas letras (Dulce carruaje, baja oscilando lentamente, has venido a llevarme a casa) asociaron el vuelo con la libertad e imágenes de tecnología y un futuro mejorado protésicamente. De hecho, cantaron estos cánticos mucho antes de que Orville y Wilbur Wright volaran en el primer avión propulsado.

Es importante entender que el impulso futurista de la canción es parte integrante de su impulso liberacionista. El infierno de sus horribles experiencias creó una compulsión tan fuerte por buscar la libertad que los afrodescendientes imaginaron tecnología que aún no existía: un carro volador piloteado, nada menos que, por el Espíritu Santo que los transportaría a un cielo glorioso llamado «hogar». ¡Funky”. Parliament Funkadelic, como veremos en el próximo episodio, validará esta propuesta.

Un afrofuturista «usa la extraterrestrialidad como tropo hiperbólico para explorar los términos históricos, las implicaciones cotidianas de la dislocación impuesta por la fuerza», y cómo las subjetividades africanas / diaspóricas «se constituyen de esclavo a negro a color a negro a africano a afroamericano» y afrolatino a afrocaribeño o afroeuropeo. (Kodwo Eshun 298–99).

 

Los profetas

Años 50, 60 y principios de los 70

La década de 1950 fue crucial para el desarrollo de la ciencia ficción en el siglo XX. Después de tanta guerra y desolación, los humanos necesitaban un rayo de esperanza. La gente hablaba de alcanzar las estrellas o aterrizar en la luna; existía el temor de que, con el desarrollo de armas nucleares, la humanidad estuviese al borde de su propia destrucción. Sin embargo, en el cine de ciencia ficción, por ejemplo, no había personajes de color. En la literatura, muy pocos ejemplos. Así que los primeros profetas del afrofuturismo se pusieron a la tarea de escribir, pintar, componer paisajes sonoros, prosa y poesía donde tuvieran cabida.

Las características prominentes asociadas con el afrofuturismo, las nociones de vuelo y la libertad, son manifestaciones de un ethos espiritual que dio forma a las cosmovisiones y enfoques de los músicos afroamericanos. La primera fase del Afrofuturismo (50, 60 y principio de los 70) está dominada en la música por el blues, el free jazz y las vanguardias. Mención especial a pioneros como Fletcher Henderson, Big Jay McNeely, Johnny Guitar y su “Guitarra espacial/ Space Guitar” del 54), Ray Charles (Soul Brothers del 58, Soul Meeting del 61), Ray Charles (“Rayo Cósmico/Cosmic Ray”), John Coltrane (Ascension y Nave espacial hacia el sol/ Sun Ship), Pharoah Sanders (Viaje astral/Astral Traveling). ¿Idas de olla? No, pinturas tonales como búsqueda de elevación espiritual en medio de graves conflictos raciales en Estados Unidos. A continuación, un recuento de los principales músicos pioneros del afrofuturismo antes de que este término fuera acuñado en los noventa.

 

 

Sun Ra

Alabemos al gran Moisés del afrofuturismo en la travesía por el desierto. Sun Ra (nombre de pila: Herman Poole Blount; 1914–1993) prolífico compositor de jazz, pianista y teclista, poeta conocido por su “filosofía cósmica”, sus composiciones musicales atrevidas y sus performances. El prototipo afrofuturista fue compuesto por él y una novedosa síntesis entre afrocentrismo y cosmología. Ra reflejó su vínculo con la cultura africana, especialmente la egipcia/khemet después de que Marcus Garvey hubiese propuesto un movimiento «de regreso a África» para los descendientes de los africanos esclavizados, Sun Ra sintió que el futuro podría ser intergaláctico. Y Sun Ra dijo “hágase la luz, y la luz se hizo”. Y Sun Ra vio que era buena.

Los matices religiosos son inconfundibles en los títulos de las canciones que escribió en 1957: «Llamado a todos los demonios/ Call For All Demons», «Transition» y «Possession». Ya en 1962, su estética era prototípicamente afrofuturista en composiciones como «¿Dónde está el mañana? / “Where Is Tomorrow», «Jet Flight» y «Ensoñación Jazz Sideral”/ “Space Jazz Reverie», pero la base era espiritual, también.

Genial fue su adopción del dios sol egipcio como homónimo: «Ra dejó el mundo para gobernar los cielos» o el vuelo metafísico como libertad a través de la música”. Con el fin de construir un territorio para su música, fuera de los confines de la escena del jazz contemporáneo, el señor afirmó que provenía de Saturno, que había sido enviado a la Tierra para unir a todos los pueblos con su música. ¿Su Mantra? Space Is The Place (el espacio es el lugar) de su película sci-fi de 1974 en la que la Arkestra band coloniza un nuevo planeta, transportándose gracias al poder de la música.

Mis músicos y yo somos astronautas musicales. Navegamos por galaxias a través del sonido, nuestro público está con nosotros allá donde vayamos, lo quieran o no. Quizá nuestros seguidores deseen estar atados a la tierra, pero nosotros, al estar atados al espacio, los abducimos y no pueden resistirse porque el camino sideral es la mejor manera de viajar. Se extiende a lo lejos, y más lejos, y aún más lejos.

Sun Ra

 

Sun Ra fue el primer músico de jazz en utilizar todo tipo de instrumentos electrónicos aparte del piano clásico: el piano eléctrico aparece ya en discos de 1956, y usaría posteriormente el rocksichord, los primeros minimoog, el clavioline, la celesta, los primeros sintetizadores polifónicos, etc. Ra fue también el primer músico de jazz en crear su propio sello discográfico, Saturn Records, para publicar la música que le viniera en gana. Imaginación y liberación. Pura vanguardia jazzística en sus vertientes experimental, free jazz y fusión.

 

 

Jimi Hendrix

Hendrix era muy fan de la ciencia ficción. Tanto así que, de niño, insistía en que lo llamaran Buster, por Buster Crabbe, el nadador olímpico y actor que interpretó a Flash Gordon en aquella saga de la Universal Pictures. Crabbe era blanco, Jimmi no; asi que si quería proyectarse a sí mismo en el rol del héroe tenía que utilizar su música como guion. La búsqueda de Hendrix es evidente en su canción «La tercera piedra desde el Sol”/ Third Stone from The Sun» (1967), que muestra su enfoque innovador con la guitarra y su imaginativa narración como compositor.

Hendrix enfundó los paisajes oníricos psicodélicos de su música con letras que mezclaban fantasía, ciencia ficción y magia terrenal del blues, con igual vigor. Una de sus obras maestras, Electric Ladyland, funciona como una serie de instantáneas fantásticas de una mente con visión de futuro en una era medianamente optimista como la que le tocó vivir.

Hendrix demostró que era posible poner en primer plano la sensibilidad afrofuturista con letras imaginativas, y acentuó este efecto desarrollando una forma muy distintiva de teatralidad basada en el estilo del guitarrista T-Bone Walker. El público de Hendrix fue testigo de sus gestos de baile fluidos y vernáculos y sus trajes andrógenos con inflexiones de rock que mostraban un espíritu contrario de rebelión total. Su guitarra condujo a su comunidad – y afines- a un viaje sideral y lisérgico como vía de escape y ensoñación. Una propuesta de resignificación de un virtuoso rockero. El rock como liberación y punto de fuga.

 

 

 

Miles Davis

El afrofuturismo resuena en la mayoría de las melodías del jazz y Davis es una de sus figuras más relevantes, innovadoras e influyentes de la historia. La carrera de Davis recorre la historia del jazz a lo largo de toda la segunda mitad del siglo XX, caracterizándose por su constante evolución y búsqueda de nuevos caminos artísticos: bebop, hardbop y la vanguardia jazzística, sobre todo en su vertiente modal y de fusión con el rock.

Un excelente ejemplo de poderoso mensaje afrofuturista es Bitches Brew, una declaración de fusión jazz que cuenta con efectos electrónicos de potencia completa y búsqueda implacable a los que ahora nos referimos como clásicos. En Bitches Brew, álbum cuasi marciano, utiliza de forma extensiva instrumentos eléctricos y estructuras rítmicas y armónicas asociadas al rock. Para muchos autores, estes es el disco fundacional de lo que se ha venido a llamar jazz rock y uno de los más rupturistas de Davis. Jazz modal, del free jazz y de la música indoarábiga. En la portada de otro álbum suyo, Argharta (directo), se nos enseña este reino mágico que según el esoterismo, es una región subterránea o inaccesible ubicada en el interior de la Tierra. No hay evidencia que confirme su existencia. ¿Wakanda Forever?

 

 

Gil Scott-Heron

El gran poeta, el instigador forajido por excelencia. El título de la canción The Revoultion Will Not Be Televised le llegó a Heron en un eslogan muy popular del movimiento Black Power de los 60. La letra alude a series de televisión, telediarios, eslóganes publicitarios e íconos del entretenimiento y la cultura, todos muy blancos. La canción es una respuesta, una continuación al spoken word «When  the Revolution Comes» de The Last Poets, de su debut homónimo, que arranca con la frase «Cuando la revolución llegue, probablemente algunos de nosotros la pillaremos en la tele».

Para Gil Scott-Heron, «la revolución no será» o “ni será suficiente”. ¿Por qué? Por culpa de los medios corporativos manejados por la supremacía blanca, la superficialidad de la televisión, el consumismo, y la ignorancia de la clase media de los Estados Unidos sobre los problemas de las ciudades, barrios y ghettos afro. Scott-Heron es a reconocido como uno de los padres fundadores del rap, ese género urbano afrodescendiente por excelencia que marcó la era Reagan y los noventa. Su obra abre un espacio nuevo de reconocimiento de la realidad afroamericana de la época, y construye los muros de contención sobre los que las generaciones de 20 años después erigirán palacios enteros.

 

 

 

Alice Coltrane

El tema del vuelo, la libertad y la espiritualidad continuaron apareciendo en la música orientada al blues. Alice Coltrane Turiyasangitananda es la Diosa Cibeles. Perdón, Alice Coltrane es la semidiosa Oshun del afrofuturismo, pues parió no una, sino tres galaxias donde huir de la dura realidad cotidiana impuesta por la supremacía blanca a la comunidad afroamericana, cuando un afroamericano debía cambiar de acera si se cruzaba con un blanco. Cuando los autobuses públicos tenían la parte de atrás reservada para ‘los negros’ (sic).

Compositora, pianista, organista, arpista, y cantante, una de las pocas artistas que han empleado el arpa en bandas de jazz. Su tríptico cosmogónico La Trilogía de las Galaxias viaja a través del tiempo y la religión, nos hipnotiza con sus melodías ásperas, con sus armonías y con años luz de amor. Una experiencia astral completa, una movida que transporta, una nube de sonido meditativa. En sus tres galaxias, exuberantes cuerdas rodean al órgano, la pandereta y el arpa de Missis Coltrane que revolotea dentro y alrededor del sonido como un ángel alado. «Galaxy Around Olodumare» es free jazz a través de Stravinsky y Stockhausen, con el saxofón crudo de Frank Lowe, una oda a Olodumaré (Señor al que va nuestro eterno destino) una de las tres manifestaciones del dios Supremo del Panteón Yoruba, religión de áfrica occidental. Y «Galaxy In Satchidananda» suena como el nacimiento de un nuevo planeta para la diáspora. Afrofuturismo, por tanto, incluyente y uterino.

 

 

 

Betty Davis

La contribución de Miss Davis al afrofuturismo ha sido en gran medida ignorada. Quizá se deba a que sus letras no resaltan explícitamente el tema de la libertad a través del vuelo, pero sí que proyectó una imagen afrofuturista en sus conciertos. Sin embargo, sin su estética no tendríamos a Grace Jones, Megan Thee Stallion ni Janelle Monáe. Davis acogía los reinos pasados y futuros de la comunidad afro, algo muy típico del afrofuturismo, pero también ejemplificó elementos conceptuales de la estética funk, que tiende a deleitarse en mezclar contrastes, incongruencias, paradojas y presuntas oposiciones, al tiempo que demuestra aversiones hacia la lógica simplista, así como una preferencia por la expresión contraria o excéntrica. La mayoría de las discusiones sobre Davis destacan su estética y actitud irreverentes con respecto al género y la sexualidad, algo por lo que divas de la talla de Erykah Badu siempre le agradecen. Rara vez, o nunca, canta sobre viajes espaciales, pero el atuendo espacial de Davis de la portada de su álbum de 1974 They Say I’m Different, representaba un componente más amplio y teatral de narración visual y musical que otros artistas de funk convirtieron en funklore, (o lo que George Clinton llamará “óperas funk”).

 

 

 

Earth, Wind & Fire

La visión de Earth, Wind & Fire utilizó el funk como base, pero también incorporó jazz, soul, góspel, pop, rock & roll, psicodelia, blues, folk, música africana y, más adelante, música disco. Su música, letras y estética visual son una mezcla ecléctica de espiritualidad cósmica, mística y positividad edificante. Sus imágenes, incluyendo esas míticas portadas, fueron concebidos por el baterista, líder de banda, compositor, intérprete de kalimba y vocalista ocasional Maurice White.

White usó elementos de su signo astrológico sagitario para nombrar al grupo. Sagitario tiene una cualidad elemental primaria de Fuego y cualidades estacionales de Tierra y Aire (sin agua). También se basó en una amplia variedad de símbolos religiosos, espirituales y kemíticos (antiguo Egipto). Los álbumes Spirit, All n All y I AM, además del uso de poses dinámicas kemíticas, pirámides y estructuras, son interesantes debido a los títulos. All N’ All es un término derivado utilizado por algunos musulmanes que significa ‘Alá’; YO SOY fue la manera en que Dios se identificó ante Moisés en el Antiguo Testamento. La portada del single “Fantasy” luce varios símbolos ricos en significado esotérico, simbolismo asiático y africano. Raise! tiene imágenes futuristas mezcladas con figuras femeninas de piedra: el pasado y el futuro al mismo tiempo. Powerlight y Electric Universe usan antiguas imágenes y colores de chakra (el signo de Júpiter, del Paracelso – derivado de la antigua Kemit, el Buda, el Fénix – símbolo de la inmortalidad, renacimiento y esperanza; el Ankh). The Eternal Dance y In the Name of Love ven un retorno a las imágenes antiguas / futuristas de Afrikan Kemitic, la  naturaleza divina y las cualidades del hombre y la mujer afrodescendientes.

 

Todo hombre posee un lugar, en su corazón hay un espacio

Y el mundo no podrá borrar sus fantasías

Date un paseo por el cielo, en nuestra nave, Fantasía

Todos tus sueños se harán realidad, de inmediato

Ven a ver la victoria, en la tierra llamada Fantasía

Amar la vida, es el nuevo decreto

Lleva tu mente a la libertad eterna

Todos juntos, como uno solo.

 

Fantasy (All N’ All, Earth, Wind & Fire, 1977).

 

 

 

Afrofuturismo Episodio 2: El Mesías. George Clinton y su nave nodriza funky

 

 

 

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