AFROPOLIS 2022, evento que ha tenido lugar en el espacio la Friche, dentro del Festival de Marseille (Francia). Este importante encuentro que ya tuvo lugar el año pasado en Barcelona y que el año que viene tendrá lugar en Lyon, reúne en torno a la danza, artistas, performers y creadores de África y su diáspora, gracias al coreógrafo, ideólogo y bailarín yoruba Qudus Onikeku.
Creando todo un rico mapa que da buena cuenta de la diversidad y heterogeneidad del arte y, concretamente, de las danzas del continente africano, Afropolis es un encuentro anual que tiene por objetivo investigar nuevos procesos que conectan disciplinas artísticas y de la escena, compromiso comunitario y tecnología digital, para generar sinergias creativas dentro de una red compuesta de nuevas formas de expresión e ideas innovadoras.
Afropolis no es un festival, ni una conferencia ni un retiro; es un espacio de trabajo cuerpo-mente-espíritu, donde experimentamos colectivamente la felicidad de la rendición total al proceso creativo, donde nos preguntamos qué significa elevar nuestro pensamiento y cultura en cuanto que personas creativas, creadoras y pensadoras, simplemente abriéndonos, inspirándonos y aprendiendo entre nosotros. Es un encuentro donde se nos invita a planificar juntos un cambio de paradigma.
Qudus Onikeku
Qudus Onikeku es un bailarín y performer nacido en el distrito de Surulere de Lagos (Nigeria). Se graduó en la Ecole Nationale Superieur des Arts du Cirque en 2009, con un interés especial en la Danza Acro. Desde entonces ha logrado crear una identidad de movimiento que fusiona la danza y la acrobacia. Onikeku vivió en Francia durante un tiempo, justo antes de regresar a Lagos para fundar la compañía Q-Dance y Dance Gathering Lagos. Sus creaciones y proyectos toman la influencia de la cultura tradicional yoruba combinándola con las filosofías del hip hop, capoeira, Tai-chi y la danza contemporánea, para tejer una cierta comprensión y compromiso entre la danza, el arte, la política y la sociedad.
A lo largo de su trayectoria artística, el interés de Qudus se ha dirigido cada vez más hacia la estética y el arte de los pueblos africanos.
Creo que las condiciones socio-económicas y políticas de una época determinada, suelen influir en la cultura de la misma.
Mi pequeño esfuerzo ha sido reforzar las experiencias de un pueblo que está lejos de ser uniforme, y absolutamente imposible de ser reducido a una sucesión de momentos y eventos, colores de piel o historias individuales. Estoy particularmente interesado en cómo la nueva generación de artistas “africanos” y “negros” continúa haciendo un replanteamiento de las formas y profundidad de la danza frente a una realidad tan inestable, cómo convierten la danza en una corriente conectada de excitación, cuyo lenguaje está en mutación perpetua. Es de mi interés seguir investigando nuevos vocabularios de la danza que desafían técnica, tradición o forma para construir un género de performance en escena que emplea sistemas y métodos basados en nuevas filosofías del movimiento, a partir de la tradición de la performance.
Qudus Onikeku
Creador de la pieza RE:INCARNATION, el artista dice, “yo rehuía la mitología cristiana, su miedo a la muerte y su visión lineal del tiempo, que ha conllevado a una visión de la vida progresista y de crecer más y más y más, como los rascacielos, en modo vertical insostenible. Y la filosofía Yoruba me daba una alternativa lógica con su forma de entender el tiempo cíclicamente. Y en ella, la creencia en la reencarnación está en la base de la existencia”.
Desde hace más de una década, Qudus ha conseguido mantener una presencia en la escena coreográfica nigeriana y pasar a formar parte de la nueva generación de creadores surgidos de África. Fue uno de los tres artistas invitados a la primera participación de Nigeria en la Bienal de Venecia de 2017.