De auténtico lujo es tener la oportunidad de ver a este prodigio de multiinstrumentista, cantante y compositor, no reconocido como se merece, que ha producido discos como Euphoria Morning de Chris Cornell, el excelente Blues Funeral de Mark Lanegan o A Broken Lightbulb de Lost Satellite, banda que actualmente le telonea y acompaña en sus conciertos, y colaborado con pesos pesados como Red Hot Chili Peppers (dicen las malas lenguas que enseñó a tocar el bajo ni más ni menos que a Flea), Queens of the Stone Age, Eddie Vedder, Artic Monkeys, Soundgarden, PJ Harvey o No Doubt.
Arranca la noche en la Hollander con el excelente ambiente habitual. Kique (guitarra principal) y Alex Ortiz (voz, guitarra y creador del proyecto) rasgan sus guitarras con un riff noventero que suena a mil canciones conocidas y a ninguna, pero que sin duda sienta las bases del concierto que viene. Se trata de Keep it yourself, corte 7º de su nuevo disco, y la dinámica llega al zenit con la entrada de la sección rítmica: Antoine al bajo y René a la batería: son Lost Satellite y según Alain Johannes su estilo va del Post Punk Progresivo Pop al Neo Grunge Stoner: casi na!
Siguen repasando temas de su anterior disco, Either Way-2021, como The Way We Feel, colaborando a los teclados José Antonio Morillo, o Dont Go Away, y temas del nuevo album como What Come Next, para llegar al primer cover: No Fun de The Stooges, en una particular reversión de la que habían hecho a medias con Mark Lanegan, que les había quedado muy bien ralentizándola y aquí vuelven a acelerar.
Otros temas a destacar de su nuevo disco fueron Getaway o London Rain, de nuevo con la colaboración a los teclados José Antonio Morillo, el cover de R.E.M. The One I Love (que lo clavaron), Out of Nothing o Days.
Pequeño descanso con el motor en marcha: y entonces llegó Alain.
Sale con su guitarra Cigar Box, de cuadro cuerdas dobles, con ese peculiar sonido vintage, de la que Alain Johannes es capaz de sacar enorme partido, arpegiando, rasgeando, acompañándose solo la mitad del concierto, y mientras sonoriza la pequeña guitarra empieza a hablarnos en su español americanizado.
Comienza con Eyes to the Sky, del EP Not On This Earth-2020, en arpegios envolventes, precisos, imprescindibles para dar sentido a la melodía y los versos que canta desde el corazón:
The motion of becoming
dance a deadly dance while time is running out,
out and into love’s embrace
Cambia el tempo, ahora más rápido, rasgeando con furia contenida su Cigar Box Guitar, es otro tema descorazonador: Endless Eyes del disco Spark-2010. Ojos infinitos, los de su compañera Natasha Shneider, teclista, vocalista y coautora en la banda Eleven creada junto a Alain y tristemente fallecida muy joven:
It’s killing me that I must go on living
just to fill this cup of promise
with meaning
Un par de temas han sido suficientes para demostrarnos su habilidad con el instrumento, creando ambientes a base de repeticiones hipnotizantes, recordando sonidos bluseros primitivos, así como ciertos sonidos andinos en los más agudos y vertiginosos arpegios, que ejecuta con total naturalidad, mientras despliega un tremendo poderío y versatilidad cantando y un completo dominio del escenario. ¡Chapeau, Monsieur Johannes!
Continúa con Return to You, Fail to Grace de Spark-2010 o Free del disco HUM-2020 y nos regala una versión acústica del tema Disappear One de Euphoria Morning-1999, primer disco en solitario de Chris Cornell.
Otro par de temas en solitario y entran Lost Satellite para acompañar el final del concierto: suena Kaleidoskope del disco Fragment And Wholes-2015 Vol.1, sicodelia con armonías noventeras, y como colofón le toca el turno a los tema de su antigua banda, Eleven: Nature Want To Kill Me, Ava Tar, y Reach Out, intercalando el cover Hangin’ Tree de los Queens of the Stone Age y terminando con Making a Cross de The Desert Sessions de Josh Home, seguida del temazo Why de los Eleven.