Seleccionar página

Drink The Sea: El supergrupo de Peter Buck (R.E.M.), Barrett Martin (Screaming Trees, Mad Season), Alain Johannes (Queens Of The Stone Age, Eleven), Duke Garwood (Mark Lanegan Band), Lisette GarcíaAbbey Blackwell (La Luz, Alvvays) desembarca con dos álbumes y gira en Oviedo, Santiago de Compostela, Cádiz, Sevilla, València, San Sebastián y Madrid.

 

Hay proyectos que nacen en una sala de ensayo, otros que se arman por impulso de la industria y unos pocos —muy pocos— que crecen como un viaje que se nos va de las manos. Drink The Sea pertenece a esta última especie. Lo curioso es que nada empezó con grandes planes: en 2022, Alain Johannes visitó a Barrett Martin en su estudio de Olympia para improvisar un rato, un gesto casi doméstico entre músicos que ya se conocen el pulso. Tocaron sin mapa y, de alguna manera, esa tarde abrió una puerta que no volvió a cerrarse.

Lo demás sucedió con esa lógica del azar que, a veces, es la única que importa. Dos años después, Martin y Duke Garwood se fueron de gira por Inglaterra e Islandia y regresaron con nuevas ideas. Luego apareció Peter Buck en São Paulo, sumando acordes y memoria viajada. Johannes volvió a unirse en Joshua Tree, y el recorrido terminó de dispersarse entre sesiones en Santiago de Chile, mezclas en Barcelona y la sensación de que el grupo había ido dejando migas de pan por medio mundo. El resultado: dos discos concebidos casi como un cuaderno de bitácora más que como un álbum en sentido clásico.

 

 

Lo más llamativo de Drink The Sea es que, pese a tener una alineación que intimida —Buck (R.E.M.), Martin (Screaming Trees, Mad Season), Johannes (QOTSA), Garwood (Mark Lanegan Band), la percusionista Lisette García y la bajista Abbey Blackwell (La Luz, Alvvays)—, nada en su música suena a exhibición. Hay guitarras, sí, pero también un laúd árabe insinuado aquí, un sitar que respira en segundo plano, percusiones que llegan de Brasil o de algún rincón del Sudeste Asiático. Las canciones han absorbido aire de distintos climas, como si la banda hubiera decidido que la música solo aparece cuando uno se deja atravesar por los lugares.

Hasta ahora han dejado caer algunos adelantos: “Outside Again” —una pieza casi circular, de esas que parecen rodar solas— y “Tuareg Asteroid”, más áspera, más nocturna. Nada sugiere que vayan a repetirse; de hecho, la diversidad parece ser el hilo conductor del proyecto, aunque ellos mismos insisten en que no buscaban ningún concepto.

 

 

España será uno de los primeros territorios donde este experimento colectivo tomará forma sobre el escenario. La gira, que pasará por Oviedo, Santiago, Cádiz, Sevilla, València, San Sebastián y Madrid, llegará entre finales de noviembre y los primeros días de diciembre. En todas las fechas —menos en Oviedo— habrá proyecciones filmadas por el cineasta Tad Fettig, lo que da a entender que Drink The Sea crean un espacio en el que la música sea casi una atmósfera.

Drink The Sea es un supergrupo que no necesita demostrar nada. Lo que se oye —en esos fragmentos ya publicados y en las conversaciones que rodean al proyecto— demuestra la voluntad de seis músicos para explorar sin prisa, permitiendo que una pequeña idea se convierta en un viaje. Y el viaje, a juzgar por todo lo que han recorrido antes incluso de tocar en directo, todavía está empezando.

 

noviembre

  • V 28 Oviedo (Kiuvi Almacenes)
  • S 30 Santiago de Compostela (Sala Capitol)

diciembre

  • M 2 Cádiz (Edificio Constitución 1812)
  • X 3 Sevilla (Sala X)
  • J 4 València (16 Toneladas)
  • V 5 San Sebastián (Dabadaba)
  • S 6 Madrid (Sala Villanos)

 

 

 

Comparte este contenido