El próximo 1 de noviembre se estrenará en el Teatro TNT, Delirio, de la mano de Teatro Incandescente. El último de los espectáculos que han formado parte de la programación de la edición XV de MITIN, la cual se ha estado desarrollando en estos días en este teatro sevillano.
Nuestros caminos se cruzaron en esta misma ciudad en el año 2019 dentro del Laboratorio Internacional de TNT donde nos hemos enriquecido a través del Teatro Físico y Poético.
Actualmente somos un espacio de investigación y creación teatral autogestionado en el contexto de una creación colectiva constante.
Además de actrices y actores creadores, en nuestra compañía contamos con bailarinas, músicas, cantantes, narradoras orales, performers y dramaturgas; lo cual complementa y nutre nuestras composiciones. Nuestra forma de crear reside en creer, confiar y reforzar la diversidad de poéticas y estéticas en base a la escucha y al respeto por el grupo.
Nos mueve la pasión por lo que hacemos y la necesidad de aprendizaje y crecimiento constante como artistas. Así, nuestras piezas son multisensoriales y multicolores mezclando recursos artísticos como la música, la danza, la perfomance,…
Creemos en el teatro como forma de vida y de transformación social.
¡CERILLA Y FUEGO!”
Esta es la presentación con la que los integrantes de Teatro Incandescente salen del espacio en que ensayan, para mostrarnos los frutos de sus incontables horas de trabajo sobre una tarima o de trabajo de mesa. Es curioso que cuando se habla de los profesionales que ya son veteranos o los más consolidados, se suele recurrir (entre otras cosas) a sus experiencias en artes escénicas repartidas a lo largo de numerosos años. Sin embargo, los que integran a esta compañía, pertenecen a una generación de profesionales que, probablemente, han tenido una formación que ha sido capaz de integrar de mejor manera las necesidades de los tiempos que corren (basta acudir al ejemplo, de lo que habrán recogido de su paso por el Laboratorio Internacional de Creación del Centro TNT), en comparación a otras en sus correspondientes épocas.
Ello no les ha librado de tener que sortear una serie de contradicciones. Aunque no se ha de negar que hoy por hoy los jóvenes creadores e intérpretes tienen a su acceso como ninguna otra generación, a un sinfín de información sobre cursos de formación, material audiovisual de buena calidad, o de la historia de las artes escénicas. Tres cosas de tantas más que se podrían hacer alusión, que les ha dotado de herramientas para que protagonicen la incombustible evolución que han tenido las artes escénicas contemporáneas en las últimas décadas.
Después de haber visto el estreno de Vértebras en noviembre del año pasado de esta joven compañía, me quedé con la idea de que hay (en la medida de lo posible) seguirle la pista a sus creaciones y demás iniciativas que estén relacionadas. Siendo que ellos desde su estancia en el Laboratorio de Creación del Centro TNT han estado transitando como grupo, por un sendero que lo han ido configurando con cada paso que han dado en lo colectivo y en lo individual (si tienen ánimo de conocer más sobre ello, les animo a consultar la entrevista que le hice a varias de sus integrantes en noviembre del año pasado, a través de este medio). Por tanto, una vez más me pongo a la disposición de los que integran Teatro Incandescente, para conocer en qué han invertido sus respectivas empresas. Las cuales como es el caso de Delirio, son proyectos en los que no, necesariamente, participan los doce profesionales de esta compañía, sino que hay una o dos personas que dirigen, otros son los que interpretan, etc… De tal manera, que su labor profesional resulta más operativa, y son capaces de abarcar más temas y fechas en las programaciones de sus piezas, mientras siguen recorriendo su camino como Teatro Incandescente.
Sin más que añadir, les derivo con un adelanto de Delirio:
La compañía emergente sevillana Teatro Incandescente. estrena Delirio ¿Cómo se construye la locura? ¿Qué sentimos al tenerla de frente? ¿Podemos mirarla y escucharla? Dos mujeres viven en sus carnes y sus mentes el entorno psiquiátrico. Concha, Concepción, entra en un manicomio en 1972 por supuesta conducta rebelde y abandono por parte de su familia. Verónica, 40 años después, es ingresada en una unidad de agudos por alucinaciones y delirios.
Delirio es un viaje por la experiencia de sufrimiento de ambas; historias que se cruzan en el contexto de un sistema de cuidados que no termina de escuchar a las personas a pesar de los años. La violencia política, institucional, machista y familiar es una cuerda poliédrica que se enreda en la sociedad. Una difusa línea en la tierra delimita las fronteras de la locura y la cordura… Una mañana puedes levantarte al otro lado del surco.