Por MFIjournalist aka Kunelainen
Puede que el señor Mariano Rajoy tenga que mirar con lupa cómo actúan los promotores musicales en plena crisis. La temporada de festivales arrancó con un mojado pero bien acogido Viña-Rock y ahora, durante el 3, 4, 5 y 6 de mayo, toca el SOS 4.8, un espacio multidisciplinar (música, arte y reflexión) con rasgos sonoros electrónicos, pop e indy. Pulp, con su único concierto en España, el compositor electrónico Matthew Herbert con ‘One Pig‘ y Love of Lesbian, a punto de estrenar ‘La noche eterna. Los días no vividos’, son los grandes reclamos de una cita fiel al desarrollo sostenible.
El caché internacional que se verá en Murcia cae notablemente en número y calidad de artistas. Recordar que Patti Smith estuvo el año pasado es pensar que pudo volver éste. Aún así, la apuesta por la industria nacional sugiere un tiempo para desquiciarse con interesantes conciertos paralelos: The New Raemon evita ver a The Leadings o Antonia Font a Bigott. Se nota que han sabido ahorrar apostando por lo local, una escuadrón de artistas polifacéticos que brindan dos días de quehaceres en lo artístico-musical.
Los polos del festival sirven más de relleno, calentando y relajando un entorno propicio, para disfrutar el viernes y el sábado de unas tardes reflexivas preparadas por el comisario Jordi Costa. El llamado Mustang Arte y Voces, un espacio para la discusión creativa, descifrará el cine documental musical y la ficción televisiva en su arte y producción. Los chicos de Muchachada Nui y Malviviendos estarán allí para mostrar las claves de un éxito al alcance de las ideas.
En lo musical, el anochecer del viernes cantará junto Nacho Vegas y The Kills, ambos con disco nuevo en 2011. El asturiano sigue con su exitoso La Zona Sucia. La banda indy-garage formada por la estadounidense Alison ‘VV’ Mosshart y el guitarrista británico Jamie ‘Hotel’ Hincer conforman el dúo The Kills. En I hate the way you love y No Wow suenan como su mejor piropo: PJ Harvey. Si combinan esas pizcas de adrenalina con extractos de su último disco, ‘Blood Pressures’ (2011), algo bueno debe salir.
El bailongo CSS: Cansei de Sei Sesi, mestizaje a veces comercial a veces rompedor entre el rock, pop y electro, la estrafalaria Gossip, The Flaming Lips, Klaus & Kinski, con su nuevo disco, y los desmarcados Raül Fernandez y Enric Motefusco, compositores de Refree y Standstill, son algunas de las pequeñas ‘perlas’, como las de El Columpio Asesino, que se verán durante todo el fin de semana.
La reverberación del sonido sintético es una realidad en cualquier festival importante. Arrastra masas y el electro-pop-rock y sus variables ambientales serán importantes, aunque con poco nombre, en el SOS Estrella Levante. Un viernes con el sólo destacable SebastiAn recordará por qué hace una década se bailaba con la oscuridad de Nitzer Ebb. Lo mismo hará el sábado 2PIASdjs, con una maleta clásica rompedora. The Zombie Kids y Brodinski, tal vez la mejor apuesta electrónica, parecida a la The Bloody Beetroots en 2011, pondrán los saltos y el non-stop que caracteriza a esta música que, tal y como quiere demostrar el SOS, va más allá del baile.
Todo esto rodeará el éxtasis nacional de Love of Lesbian. Los catalanes no han parado de colgar el no hay entradas tras mostrar sus Universos Infinitsos. En mayo sacan nuevo disco tras tres años de espera y los románticos del indy-pop más pastel esperan unas pinceladas más allá de las tres canciones ya desveladas por el grupo.
Reino Unido, mediados de los 90
Los artistas internacionales más importantes que pasarán por el SOS provienen del Reino Unido. Pulp, nacidos en Sheffield, empezaron en los 70 pero hasta mediados de los 90 no consiguieron el éxito. Los discos ‘His ‘n’ Hers’ y ‘Different Class’ dieron a Jarvis Cocker el estandarte del britpop. Se separaron y en 2010 volvieron. Ahora, mientras se especula un nuevo disco, viven de un pasado grato de recordar con canciones como Common People.
Más modernos y con ideas frescas llegan dos artistas nacidos a mediados de los 90 en la islas: Mogwai y Matthew Herbert. El primero es referencia mundial del post-rock junto a Sigur Ros y Mono. Sugiere al espectador un mundo de película, sosegado, con pulcras transiciones y escasas palabras. Ejemplo es Take me somewhere Nice, donde entran ganas de, por lo menos, reflexionar. En 2011 sacaron su último disco Hardcore Will Never Die, But You Will.
Más variopinto es el caso de Matthew Herbert. Compositor electrónico, productor y habitual en las pistas de baile llega con dos productos bien diferentes. Su set de Dj, algo habitual y ya no demasiado glorioso, y el proyecto One Pig, en el que retrata la triste vida de un cerdo a través de sonidos psicóticos con base electrónica. Esto con imágenes y a oscuras. Un show que aúna un poco de este compendio de vivencias expresadas en arte crítico con aspectos tan insostenibles de la sociedad como la vida y muerte de un cerdo.
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