El próximo 26 de octubre se estrenará en el Teatro La Fundición (Sevilla), Fireworks – el fuego funciona-de la mano de María Cazenave. Les hablo de una de las piezas que han hecho de la programación de este teatro sevillano, un lugar que está lleno de sorpresas y curiosidades.

En los últimos años se ha desarrollado una creciente aceptación e interés a lo que se ha llamado “autoficción”. Abriendo un campo a los creadores contemporáneos a explorar otras maneras de representar al mundo, mientras se enfrentan a un contexto que propicia que se conozcan más a sí mismos.  Partamos de la base, de que si uno se decanta por contar algo que se nutre de experiencias y reflexiones personales, entonces es cuestión de tiempo para que el proceso de autoconocimiento humano nos conduzcan a situaciones que precisan ser estudiadas y superadas, para que de un modo u otro, nos volvamos a topar con eso de que nuestra historia personal interpela a todo el mundo. Llegados a este punto, prefiero dar paso a la sinopsis Fireworks -el fuego funciona-, porque a quien le corresponde coger su “turno de palabra” es a María Cazenave (idea original, intérprete, dirección y dramaturgia) y a Ricardo Mena Rosado (dirección y dramaturgia):

Es un proyecto de danzateatro y humor de autoficción. La intérprete nos presenta una figura de adulta trueno, vehemente, tan “fuerte que se rompe”; se quiebra en contrastes y pasiones. Tiene miedo a desaparecer.
No quiere bajar sus marchas para ir al ritmo de otros.
A través de la encarnación de circunstancias y personajes que marcaron la vida de la protagonista, la pieza toca hueco y carcajada. Una potra atado bajo el sol, un peluche del pasado, un cani tierno y herido…el público asista a una especie de ceremonia salvaje donde ella y estos personajes aparecen para purgarse. Tienen cosas que decir, heridas que sanar y quemar, y el fuego funciona.

 

SOBRE LA OBRA

Para crear el hilo principal de la dramaturgia (aún en constante investigación), el director y la intérprete se basan en el proyecto narrativo de María; La Potra. Estos textos autobiográficos comprenden un período turbulento de la intérprete, en el que, además de amores ansiosos y dramedias, asiste a la desaparición de una mujer en el pueblo en el que vive en la costa mexicana del pacífico.
También tiene miedo a desaparecer. A desaparecer en muchos sentidos. O en pedazos o dejar morir trozos de ella. Y junto a este miedo, la impotencia y la rabia; la rebeldía en territorio hostil. ¿Cuántas veces he tenido que desaparecer, apagarme para estar en tu compañía? ¿Cuántas veces te ha quemado mi fuego y me he tenido que transformar en rescoldo?