Joachim Lambrechts nos sorprende nuevamente, al sumergirse en un territorio donde el movimiento y la velocidad se convierten en protagonistas visuales y conceptuales. Su exposición The Need for Speed en la galería Kristin Hjellegjerde de Berlín ofrece una reflexión profunda y compleja, donde el fuego es la chispa que representa ese impulso vital de avanzar, aunque implique arriesgarlo todo.
Las obras despliegan vehículos y equipamiento deportivo que no buscan la utilidad ni la eficiencia, sino la exaltación del poder y la audacia. No se trata solo de máquinas, sino de símbolos del deseo humano por ir más lejos, más rápido, más alto. Desde patines en línea con llamas en los talones hasta motos o aviones que parecen incendiarse mientras avanzan, cada pieza resuena con una tensión palpable entre la energía del avance y el riesgo inminente.
Una de las imágenes más potentes es la del esquiador suspendido en el aire, con fuego brotando de su cuerpo, una clara evocación del mito de Ícaro. Pero Lambrechts no se limita a la advertencia clásica sobre la soberbia; aquí, el fuego también es motor, llama interna que desafía el miedo y el fracaso. Es esa dualidad entre la posibilidad de caer y la necesidad de seguir volando lo que atraviesa la exposición.
Lo interesante es que, aunque en sus obras hay un evidente cuestionamiento del consumo desenfrenado y la cultura de la velocidad, Lambrechts no se detiene en la crítica ni en la alarma. Más bien celebra esa energía que nos empuja a superar límites, a transformar el presente y a mantenernos en movimiento, incluso cuando el camino es incierto o está marcado por dificultades.
The Need for Speed no solo muestra objetos y escenas: transmite la fuerza interior que todos reconocemos cuando tomamos decisiones importantes, cuando nos lanzamos hacia lo desconocido con pasión y determinación. Es un recordatorio visual de que el avance —físico o emocional— siempre implica confrontar obstáculos y aceptar que la llama que nos impulsa puede quemar, pero también ilumina.
En un momento histórico donde la velocidad del cambio parece abrumadora, las pinturas de Lambrechts invitan a una pausa reflexiva. Más que un llamado a frenar, son un homenaje a la valentía de seguir adelante, a la fuerza necesaria para no detenerse ante la adversidad.
The Need for Speed
Galería Kristin Hjellegjerde de Berlín
24 julio – 6 septiembre 2025