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Sobre la Grama de Gioconda Belli se publica por fin en España por Editorial NVN Navona.

Sobre la Grama fue un desvelo de novedad poética en la Nicaragua de 1972. Una joven autora, Gioconda Belli, se desnudaba en blanco y negro con una fresca naturalidad y honestidad. Una revolución poética para su país dentro de en un contexto con una significativa presencia de otras poetas profundamente implicadas en la causa nacional y revolucionaria. Este libro fue merecedor del premio de poesía nicaragüense Mariano Fiallos Gil y no ha sido hasta este año 2017 cuando llega a nuestra península por primera vez bajo una edición nacional de la mano de la Editorial Navona.

Belli se recrea en la  expresión de la feminidad y la pasión. Juega con el arte de rebuscar entre las profundidades del ser mujer. Desde distintos poemas, provoca el encuentro propio, con poemas como “Y Dios me hizo mujer”, y con la otredad, con la compañía “De la mujer al hombre” y con el entorno social y país “Uno no escoge”.

Una obra que consigue de una manera natural sumergirnos en la traducción de sus vivencias del cuerpo y alma femenina, evocando al elogio y la belleza y desvelando dosis de reivindicación feminista. No duda en mezclar escenarios íntimos y elogios a lo cotidiano, tejiendo de intensidad incluso las tareas diarias del hogar. Una autora insaciable de vida, de amor, pero también consciente de los retazos de realismo y de nostalgia.

El nexo vertebrador de todos los poemas que recoge Sobre la Grama gira en torno a ese sujeto femenino, diverso, íntimo, desnudo, honesto, y también diverso en conexión con su cuerpo, su identidad, sus afectos, su sociedad y cultura, su patria.

Una obra inspiradora para reconocer y alabar una feminidad que de tan honesta resulta revolucionaria incluso 45 años después.

Y Dios me Hizo Mujer

Y Dios me hizo mujer,
de pelo largo,
ojos,
nariz y boca de mujer.
Con curvas
y pliegues
y suaves hondonadas
y me cavó por dentro,
me hizo un taller de seres humanos.
Tejió delicadamente mis nervios
y balanceó con cuidado
el número de mis hormonas.
Compuso mi sangre
y me inyectó con ella
para que irrigara
todo mi cuerpo;
nacieron así las ideas,
los sueños,
el instinto.
Todo lo que creó suavemente
a martillazos de soplidos
y taladrazos de amor,
las mil y una cosas que me hacen mujer todos los días
por las que me levanto orgullosa
todas las mañanas
y bendigo mi sexo.

 

De la mujer al hombre

Dios te hizo hombre para mí.
Te admiro desde lo más profundo
De mi subconsciente
Con una admiración extraña y desbordada
Que tiene un dobladillo de ternura.
Tus problemas, tus cosas
Me intrigan, me interesan
Y te observo
Mientras discurres y discutes
Hablando del mundo
Y dándole una nueva geografía de palabras
Mi mente esta covada para recibirte,
Para pensar tus ideas
Y darte a pensar las mías;
Te siento, mi compañero, hermoso
Juntos somos completos
Y nos miramos con orgullo
Conociendo nuestras diferencias
Sabiéndonos mujer y hombre
Y apreciando la disimilitud
De nuestros cuerpos.

Uno no escoge

Uno no escoge el país donde nace;
pero ama el país donde ha nacido.

Uno no escoge el tiempo para venir al mundo;
pero debe dejar huella de su tiempo.

Nadie puede evadir su responsabilidad.

Nadie puede taparse los ojos, los oídos,
enmudecer y cortarse las manos.

Todos tenemos un deber de amor que cumplir,.
una historia que nacer
una meta que alcanzar.

No escogimos el momento para venir al mundo:
Ahora podemos hacer el mundo
en que nacerá y crecerá
la semilla que trajimos con nosotros.

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