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Teresa Navarrete estrena el 16 y 17 de enero en el Teatro Central de Sevilla “Wanted” representando a toda una generación de creadores andaluces. Una pieza con dos intérpretes sobre el escenario, y hecha a ocho manos.

En primer lugar, se ha de mencionar que la idea original y la coreografía es de Teresa Navarrete, que será acompañada en escena (aunque también sea el director musical), por Miguel Marín. Sin olvidar, que  quienes se han encargado de la dirección escénica son, Guillermo Weickert y María Cabeza de Vaca.

Con sólo ver estos nombres en el cartel, ya es suficiente motivo para apresurarse a reservar uno de esos días para ir al teatro. Además, hay indicios de que esta creación en la que han estado involucrados estos cuatro profesionales, es fruto de una generación que ha marcado un antes y después, en la historia de  la danza contemporánea de Andalucía. Generación que ha sido sólida, siendo capaz de dejar huella en todos sus herederos; y aún éstos y otros tantos de dicha generación,  les queda tiempo para seguir contándonos cosas en escena.

Foto: Antonio Galisteo

Foto: Antonio Galisteo

 

Sintámonos orgullosos de que en Andalucía tenemos a estos profesionales, que aprovechan su oportunidad para seguir desarrollando su obra y legado, mientras se siga germinando una nueva generación. La cual todavía habrá que esperar un tiempo, hasta que los nombres de los bailarines más jóvenes que van sonando y consolidándose, se terminen de congregar para dar paso a una época, con una base y unos medios más consistentes que la que hizo posible, que estos cuatro profesionales estén  confluyendo entre ellos.

A continuación, voy a dar paso a sinopsis de la pieza “Wanted”, que está disponible en la página web del Teatro Central: “Teresa Navarrete nos propone una pieza… para recordarme a mí misma y a la gente que me estaba buscando y que me podía volver a perder… y pondría una nota al lado de mi foto “respeten el tiempo de pérdida… buscarse lleva tiempo, no la lastimen con tanta urgencia”.

Junto a Miguel Marín también nos habla de un desierto emocional. Ellos afirman que atravesar ese desierto debe ser tan duro como intentar recuperar lo perdido, sobre todo, cuando lo perdido es uno mismo. Igual que en el Valle de la Muerte sobreviven pequeños vegetales, así alguien perdido, que atraviesa su propia zona desértica, sobrevive a fuerza de deseo. El deseo de encontrarse a sí mismo y también de encontrar el cabo del hilo que teje esa maraña de relaciones humanas que nos sostienen y nos mantienen anclados a la tierra. Cuando ese cabo se ha soltado de nuestra mano es cuando estamos perdidos y necesitamos un tiempo en que el derecho a la rabia de no encontrarse sea respetado”.

Foto: Antonio Galisteo

Foto: Antonio Galisteo

 

Entre California, Nevada y Arizona se sitúa Death Valley, el sitio más caluroso de la Tierra. Atravesar ese desierto debe ser tan duro como intentar recuperar lo perdido, sobre todo, cuando lo perdido es uno mismo. Igual que en el Valle de la Muerte sobreviven pequeños vegetales, así alguien perdido, que atraviesa su propia zona desértica, sobrevive a fuerza de deseo. El deseo de encontrarse a sí mismo y también de encontrar el cabo del hilo que teje esa maraña de relaciones humanas que nos sostienen y nos mantienen anclados a la tierra. Cuando ese cabo se ha soltado de nuestra mano es cuando estamos perdidos y necesitamos un tiempo en que el derecho a la rabia de no encontrarse sea respetado. Por buscar y buscarme he vivido situaciones realmente ridículas, como ponerme en un “escaparate” para encontrar a alguien que fuera mi contrafuerte por un día.

He caminado sin fin, mirando a todos lados e incluso he llegado a imaginar mi foto colgada en la pared de un sheriff del Oeste con el letrero debajo “Wanted”.

Para recordarme a mí misma y a la gente que me estaba buscando y que me podía volver a perder… y pondría una nota al lado de mi foto “respeten el tiempo de pérdida… buscarse lleva tiempo, no la lastimen con tanta urgencia”.

¿Llegarás al punto en que la pérdida sea el único hallazgo?

Perderse puede ocurrir en milésimas de segundo, cuando crees que has encontrado el camino ¡guau!! te pierdes de nuevo… y ahí ando… buscando en ese desierto encontrarme.
A veces es necesario lanzar una bengala o un disparo de revólver, otra vez el Oeste.

Pero ¿alguien entenderá que ese disparo es una llamada de auxilio, una bala que no busca herir al otro pistolero?

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