El próximo 4 de febrero se representará en El Apeadero (Granada), Tocar a un hombre, de la mano de Julio Ruiz. Comentaba este profesional andaluz antes de representarse en La Térmica (Málaga) esta pieza en el contexto de la anterior edición de La Bienal de Arte Flamenco:
Se trata de un trabajo de creación a través del flamenco, la danza y la performance, para reafirmar una identidad a través de la piel del otro. Me encuentro en un proceso de investigación más allá de cualquier etiqueta, estoy en la búsqueda de un lenguaje lo más personal y orgánico posible. Quiero restablecer valores, pensamientos, sensaciones y sentimientos que hasta ahora no había sido capaz de cuestionarme profundamente, estigmas que se introducen en nosotros sin poder seleccionarlos, sin poder decidir con qué nos quedamos y con qué no. Una de las herramientas a la que acudo es el auto-cuestionamiento: ¿Qué siente mi cuerpo cuando me tocan? ¿Cómo reacciona mi piel ante otra piel?
Siempre he bailado solo, sin otra piel cerca, así encuentro paz, decisión, dominio y estabilidad. Con el tiempo descubro que sólo bailo para cualquiera que quiera mirarme. Quizá ahora el mejor escenario sea que otro cuerpo esté cerca. Muchas veces me he preguntado si bailaría para nadie y la respuesta es no.
¿Qué pasaría si en vez de mirarme, bailas conmigo?
Rozarte la piel por inercia. Oler tu pelo mientras te apoyas en mi pecho. Sostener tu peso. Mirarte a los ojos tan cerca hasta llegar a no saber si estoy viendo mis propios ojos. Bailar con un hombre. Ese hombre no tiene que ser otra persona, puedo ser yo mismo.
Esta vez se nos ofrece una creación que consiguió que uno de sus fragmentos se hiciese viral el año pasado entre la comunidad de bailarines de España. Sí, tal y como si fuese uno de esos vídeos cortos de la red social TIK TOK. Ya con eso a uno le despierta la sensación de que, para estar algo más al día de algo tan “contagiosos”, precisa no perder esta nueva oportunidad y así localizar su origen ¿Ello fue fruto una hábil estrategia de marketing? ¿Una cosa que empezó como un «juego» y salió bien?… Lo averiguaremos, pero antes corresponde conocer su sinopsis:
Me preocupa tocar a un hombre,
Aunque haya flores, el hombre llora, ¿no lo oyes?
Aunque haya flores, el hombre muere bajo una sombra invisible
Aunque haya flores, hay sangre, todo es rojo
¿Aunque haya flores?
Me preocupa tocar las flores,
Aunque haya un hombre.
Sí, soy un hombre.
Aunque mi nombre huele a verano
No habita en mí una calurosa playa,
Más bien un frío bosque en diciembre.
Sí, soy un hombre.
Aunque no sé qué significa serlo,
Aunque mi piel diga lo contrario.
Sí, soy un hombre,
Todos esos hombres,
Aunque no sepa tocar a ninguno de ellos.