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Los próximos 1 y 2 de diciembre se representará en el Teatro de la Maestranza, Afanador, de la mano del Ballet Nacional de España. Una de las obras más sugestivas de la programación de la presente temporada de este teatro sevillano.

 

Seguro que no soy el primero en afirmar que la relación entre las artes escénicas y la fotografía es evidente y precisa un mayor desarrollo. Ya con sólo recordar que ambas disciplinas la iluminación ocupa un lugar esencial para que sea contando lo que se pretende contar, nos conduce a caer en la cuenta que el contenido no llegará por entero de uno no atender a todos los detalles. Sin embargo, en este caso, estamos hablando de una creación que la suma de la fotografía y la danza dará mucho más sus miembros por separado. Garantía de ello es que Compañía Nacional de España (dirigida por Rúben Olmo) se ha aliado con Marcos Morau y Lorena Nogal (ambos de la compañía La Veronal) y Roberto Frantini para llevar a escena una idea que aunque de primeras no resulta original, promete que superará a nuestras expectativas. Sin más que añadir, les doy paso a la sinopsis de Afanador:

 

El Ballet Nacional de España baila el cuadro flamenco de Ruven Afanador

 

Pon una imagen en movimiento. Reúne fotografía, flamenco y baile en un mismo espectáculo. La mirada de Ruven Afanador, un valioso fotógrafo de moda colombiano que también es muy conocido por sus retratos de celebridades del mundo del cine o la música, y que ha tenido una estrecha relación con el flamenco a lo largo de los años, es el origen de una nueva coreografía que el Ballet Nacional de España (BNE) presenta como estreno en el Teatro de la Maestranza.

 

 

 

Saltando los rígidos límites que, a veces, separan diferentes expresiones artísticas, el coreógrafo Marcos Morau, director de la compañía La Veronal y Premio Nacional de Danza en 2013, comienza con la capacidad del fotógrafo «para imaginar personajes forjando personas reales» y su creatividad para producir mundos que «surgen de la belleza de la luz y las sombras», idear un espectáculo inspirado en una aproximación fotográfica al flamenco. Afanador tiene dos libros sobre el tema, Ángel gitano: Los hombres del flamenco (2014) y Mil besos (2008); y firmó el cartel de la Bienal de Flamenco en 2008. Más que nada, y como artista que se acerca al mundo del flamenco desde fuera, es un enamorado del género y susceptible a un lenguaje «tan directo y punzante como una navaja afilada», explica Morau.

 

Mezclar dos lenguajes diferentes: fotografía y danza, en busca de «un nuevo universo», para construir nuevas imágenes desde el punto de vista de otro artista como ejercicio de respeto y fascinación.

 

El Ballet Nacional de España, dirigido por el sevillano Rubén Olmo, bailará este flamenco visual de Ruven Afanador. Según Morau, constituye «una belleza radical y sombría que no podemos dejar de ver.

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