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Alfonso Rivera tiene mucho que contarnos y enseñarnos. Es actor, director y pedagogo teatral. Doctor con Mención Europea por la Universidad de Santiago de Compostela. Licenciado en Interpretación por la Real Escuela Superior de Arte Dramático de Madrid; Máster en Dirección y Pedagogía del Movimiento en la Royal Central School of Speech and Drama de Londres;

Ganador de diversos premios como creador escénico (Jóvenes Creadores de la Comunidad de Madrid. Especializado en la técnica de Mimo Corporal Dramático de Etienne Decroux y en la pedagogía de Jacques Lecoq. Ha impartido cursos de teatro físico en universidades de prestigio como Exeter University (Reino Unido), Rose Bruford College (Londres), JAMU (República Checa), Anadolu University (Turquía) y Kunstuniversität Graz (Austria), entre otras. Autor de los libros El camino del actor a través del entrenamiento psicofísico (Madrid, 2017) y Teatro físico; la revolución de las formas (Madrid, 2019). En unos días visita Sevilla para impartir el curso intensivo de interpretación gestual Paisajes Corporales, organizado por Ix-Butoh Ritual Dance and Theater. Hablamos con él sobre teatro físico, búsqueda de la belleza, cuerpo, atrevimiento y nuevos proyectos.

 

  • Alfonso, ¿Qué te mueve a la hora de subirte a un escenario a mostrar tus ideas?

Creo que lo que me mueve a día de hoy siguen siendo las ganas de aprender. Suelo meterme a crear un proyecto a partir de una idea que me interesa y que quiero explorar. Principalmente porque me resulta interesante y deseo saber más sobre ese tema o esa metodología de trabajo. Siempre me ha gustado la idea de generar un espacio de encuentro con un grupo de personas y ahí llegar a presentar algo que confronte a los espectadores, que los inspire o los haga ver la vida desde otra perspectiva. También creo que me mueve una búsqueda de belleza y la necesidad de trascender nuestra realidad a través de un acto sublime.

 

  • ¿Cuándo y cómo nace tu interés por el teatro físico, el mimo moderno y la danza butoh?

Sentí la vocación de dedicarme al teatro a la edad de diecisiete años. Concebí la posibilidad de convertirme en un hombre de teatro un día de invierno y a la salida de una nave industrial a las afueras de León. Acababa de ver un espectáculo de vanguardia basado en la historia del Rey Lear y aquella experiencia había dejado una honda impresión en mí. Decidí emplear todos mis esfuerzos en dedicarme a este oficio. Mi sueño era formar parte de un colectivo artístico y trabajar en la exploración de nuevos lenguajes escénicos para desarrollar un teatro de creación. Ese día comenzó para mí todo un viaje guiado por un pálpito casi irracional. Comencé una búsqueda personal a través del teatro. Apenas era un adolescente, pero me interesaba mucho la actuación, la dirección y la pedagogía. Me gastaba la propina en acudir todas las semanas al teatro y a una sala de la universidad donde proyectaban ciclos de cine de autor.

Peter Brook dice que uno se hace director creyéndose director, y después convenciendo a los demás de que eso es verdad. Ese mismo espíritu de convicción me llevó a reunir a un grupo de personas para dirigir mi primera obra en un salón de actos de un instituto. ¡A veces la inconsciencia y el atrevimiento pueden ser una excelente gasolina para lanzarse al vacío y así aprender de la adversidad! Un año más tarde de aquella experiencia al ver ese espectáculo del Rey Lear y después de haber montado ya varias obras por mi cuenta, me presenté ante el tribunal de interpretación gestual de la Real Escuela Superior de Arte Dramático de Madrid y entré. Así empezó todo.

 

  • Dedicándote al teatro físico, ¿Qué significa para ti tu cuerpo?

Para mí el cuerpo es un vehículo misterioso y maravilloso, un soporte de nuestra conciencia que contiene una gran cantidad de recursos y mecanismos psico-físicos increíbles. Es como si fuera un objeto que al mismo tiempo es sujeto de la conciencia. Un puente entre lo que sentimos dentro de nosotros y lo que percibimos a través de nuestros sentidos. Es como un animal íntimo y salvaje, a veces inquieto, a veces perezoso, a veces juguetón. Una fierecilla que hay que domar y mimar.

 

 

  • Has seguido a Lecoq, Decroux… ¿Qué creadores/as te han influido de manera notable y profesionalmente hasta ahora?

Entre las compañías que he visto en directo y que más me han impactado por sus propuestas innovadoras creo que destacaría DV8 Physical Theatre, Complicité, Bob Wilson, Robert Lepage, Farm in the Cave, entre otras. En concreto guardo un recuerdo muy profundo cuando vi Gilmamesh en Polonia, el primer espectáculo de una compañía que se acaba de escindir de Gardzienice llamada The Song of the Goat. Su estilo de teatro de vanguardia ritualista y con cánticos polifónicos me dejó profundamente impactado durante mucho tiempo. De hecho, pensé en mudarme a Wroclaw para estar con ellos, pero finalmente la vida me llevó a Londres donde pasé algunos de los mejores años de mi vida. ¡De lo cual no me arrepiento en absoluto! Fueron años duros, pero de mucho aprendizaje.

 

  • En tu libro El camino del actor a través del entrenamiento psicofísico hablas de la importancia de la preparación actoral. ¿Qué elementos o técnicas consideras indispensables a la hora de crecer artísticamente?

Para crecer artísticamente lo más importante en mi opinión no son las técnicas, sino la actitud positiva y las ganas de aprender. El compromiso, la disciplina, la humildad y el respeto por tus maestros y colaboradores. Después de este código ético del actor profesional y de cualquier ser humano que quiera ayudar a construir un mundo mejor, hablaríamos de técnicas y estilos interpretativos. Para ello comenzaríamos observando la respiración como puente hacia nuestros estados internos, nuestras emociones y nuestra presencia escénica.

 

  • Tras haber desarrollado parte de tu formación y trabajo en numerosas ciudades europeas, ¿Cómo valoras la situación de las artes escénicas en España? ¿Qué diferencias encuentras con otros países?

Cada país es diferente. He aprendido que cada cultura genera aquellas manifestaciones artísticas que necesita generar y no cualquier otra cosa. Nosotros tenemos la suerte de vivir en un país con una riquísima tradición en todos los campos artísticos: la danza, la pintura, la poesía, la literatura, etc. Pero también es un país de la picaresca donde a veces las influencias abren más puertas que el verdadero talento. Por una parte, creo que debemos sentirnos orgullosos de los que somos/tenemos y, por otra, defender siempre una mayor transparencia en la gestión.

 

  • ¿A quién va dirigido el curso Paisajes Corporales que se impartirá́ próximamente en Sevilla? ¿Qué métodos y aspectos tienes pensado tratar en él?

Está dirigido a cualquier persona que quiera trabajar con su cuerpo en movimiento. Se trata de un curso que llevo madurando durante un tiempo y que recoge una serie de elementos del teatro gestual que nos llevan a la comprensión de un cuerpo poético. Nos adentraremos en un trabajo somático sobre la percepción de nuestros sentidos. Gracias al principio de la identificación con los elementos de la naturaleza y las materias, ampliamente explorado por Lecoq así como por otros maestros y destacados representantes de la danza butoh, exploraremos el poder la imaginación creadora aplicada a la composición escénica.

 

  • Además del curso, ¿Qué otros proyectos tienes actualmente?

La verdad es que soy una persona muy inquieta. Tengo varios proyectos de formación en marcha. Durante los últimos años he impartido cursos de movimiento e interpretación gestual tanto en España como en otras escuelas de Europa y de Latinoamérica. Actualmente estoy muy interesado en crear espacios de formación donde aplico estas herramientas actorales a procesos de autoconocimiento. Organizo seminarios intensivos y retiros en la naturaleza en los que empleo la meditación, la expresión corporal, la improvisación y el story-telling en un ámbito del crecimiento personal. Son espacios para aprender más sobre uno mismo a través de la creatividad.

También estoy creando con un compañero una obra llamada Mie2: un espectáculo terapéutico. Se trata de un formato muy fresco que combina teatro, música en directo, danza butoh y una sesión de coaching grupal donde el público es el protagonista de esta propuesta que establece un diálogo con nuestros miedos más internos. Estamos muy motivados con este proyecto que se fraguó en el salón de mi casa durante el confinamiento y que se estrenará en las próximas semanas. Os tendremos informados. ¡Con un poco de suerte tal vez lo podamos traer a Sevilla!

 

El curso de interpretación gestual Paisajes Corporales, organizado por Ix-Butoh Ritual Dance and Theater, se impartirá en Sevilla los próximos días 6 y 7 de noviembre en el espacio ZM. Plazas limitadas. Para mayor información: butoh.sevilla@gmail.com/ 678872237.

 

 

 

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