Dos premios nacionales de 2024 en esta producción: María Velasco Premio Nacional de Literatura Dramática y Miren Iza, Premio Nacional de las Músicas Actuales.

No es mala idea juntar estos dos premios en una sola producción. La cantante, acompañada de su banda, Tulsa, será la más joven de cuatro generaciones de mujeres que son Amadora pero también su familia ¿Qué pasa con las mujeres cuando envejecen? ¿Cuál es el lugar que ocupan en la sociedad? En el escenario, Socorro Anadón (la primera en aparecer), Celia Bermejo y Carmen Mayordomo llevan las conversaciones al nivel de amigas, madres o hijas que comparten sus experiencias como mujeres.

¿Son incómodas las verdades que exponen? Digamos que el público estuvo de acuerdo con ellas, o con su actuación. Son mujeres poderosas, se les nota en los ojos, aunque sus personajes tuvieran las trabas de la mayoría: dudaran, bailaran o hablaran como cualquier vecina, sin más elocuencia, sin palabras enrevesadas, pero con una declamación al más puro teatro clásico, con énfasis y presencia escénica.

Foto: Vanessa Rabade

Cuatro personalidades que se encuentran en los temas de Tulsa que dividen los monólogos de cada una de ellas, como un cuarteto de jazz, un instrumento cada vez, aunque la más joven se decanta por el indie pop. Qué buen sonido, qué cuidado, qué gusto escuchar una voz delicada y unos músicos comedidos, acompañando las quejas de las tres señoras. Uy ¿he dicho señoras? Esa es una de las quejas.

Estas mujeres se revelan ante el hecho de que la edad las merme. Es decir, no es sólo que socialmente se les trate como incapaces o inútiles, como una carga, sino ya como mujeres, encima, transparenten. «Yo no estado mejor en toda mi vida”, afirma una de ellas, la más mayor, encarnada por Celia Bermejo. Ella es la que más carácter tiene, la más punk, la más diabla. Ahora que sabe lo que le conviene ¿Se lo van a imponer los demás? No la mandes a dormir, que tiene marcha para rato. A su vez, Socorro Anadón es bellísima, elegante, estilizada y frágil. Ella reivindica ser mujer antes que madre ante una hija indignada (para este momento, Carmen Mayordomo).

Foto: Vanessa Rabade

Frases, dichos populares, lugares comunes, comulgan con el público y lo hacen cómplice. Todos sabemos de lo que están hablando, que no se despiste nadie. Estos clichés nos hacen reír a todos pero desnudan una realidad mucho más cruel cuando vemos el efecto que tienen en la intimidad, en el salón del apartamento de los años 60 recreado en escena.

Esta obra, con su conjunción de elementos, anima a venir al teatro a públicos diversos, abre el espectro, ya sea por ver un concierto de la conocida banda Tulsa como para ver en acción a estas reconocidas actrices de teatro. A la salida podías ver un paisaje distinto al de otras noches y sonrisas entre las mujeres. Felices, se van a casa, pero porque quieren.

Foto: Vanessa Rabade