Seleccionar página

Por María Victoria Gabioud

argentina-protestas-revista-achtung-internaciona-2l

En 2001, cuando la situación política, social y económica ahogaba al país, los ciudadanos argentinos tomaron sus cacerolas y así salieron a manifestarse frente al Gobierno de Fernando de la Rúa. El objetivo era demostrar descontento y pedir cambios. Así nacieron los “cacerolazos”.

El jueves 13 de Septiembre pasado varios ciudadanos argentinos en distintos puntos del país salieron a las calles a manifestar su descontento con diversas decisiones y actitudes del gobierno de Cristina Fernández de Kirchner ¿Cuáles eran algunos de sus reclamos? Corrupción, fundamentalmente el escándalo que toca al Vicepresidente Amado Boudou, inseguridad en las calles, altos índices de inflación, desmentida por el Gobierno y los índices estadísticos del INDEC, controles de la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP), (cepo cambiario y controles para viajar al exterior), división social (pro y anti gobierno) y deficiencia en la infraestructura de transporte, con accidentes de trenes en Buenos Aires y falta de obras en el subterráneo de Capital Federal.

Esta manifestación fue organizada a través de las redes sociales, fundamentalmente Facebook, y de boca en boca. Fue una reacción espontánea de parte de la ciudadanía, y sin banderas políticas. Sin embargo, también se dice que fue programado por ciertas agrupaciones anti-gobierno, fundamentalmente militantes del PRO,partido del Jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, de Mauricio Macri.

La realidad indica que los ciudadanos que participaron en esta marcha, no solo en Capital Federal, sino en diferentes puntos del país, como Rosario, Mendoza, Córdoba y otras ciudades del país, pertenecen a diferentes grupos sociales y tiene diferentes ideologías, por no decir ninguna claramente definida. En realidad eran solo argentinos en busca de una vida tranquilidad en un país plural; donde no se instale un discurso único que condene a quien piensa diferente.

Reacción del Gobierno

Luego de esta manifestación, funcionarios y políticos afines a la Presidente salieron a respaldarla. Por ejemplo, el Jefe de Gabinete, Abal Medina, desmereció la manifestación argumentando que era “sólo un grupo de gente bien vestida, a la que solo le interesa visitar Miami”. Otros, acusaron a la “clase media gorila” de buscar desprestigiar al Gobierno, incluso de querer desestabilizarlo.

En este sentido, el kirchnerismo ha sido muy astuto al saber instalar el discurso de amigo-enemigo, identificando al enemigo como aquellos que están en contra de la justicia social y los sectores más pobres, y que además sienten nostalgia por la última dictadura militar.

Sin embargo, hubo otros kirchneristas que fueron más cautos. El Senador Aníbal Fernández, Jefe de Gabinete durante la anterior presidencia de Cristina Kirchner, admitió que la manifestación fue importante y se debe tomar nota de los reclamos.

Cristina en Nueva York

La Presidenta argentina asistió como los demás mandatarios mundiales a la Inauguración de la 67° Asamblea de Naciones Unidas en Nueva York. A diferencia de su esposo, Presidente entre 2003 y 2007, Cristina siempre se ha sentido cómoda en foros internacionales. Sin embargo, esta vez tuvo una mala experiencia. La primera escala fue la Universidad de Georgetown, donde en su presentación negó los altos índices de inflación y los controles al tipo cambiario.

La segunda escala fue en la Universidad de Harvard, donde la visita fue más que polémica. Allí, un estudiante argentino realizó una pregunta sobre la inflación, lo cual produjo una fuerte respuesta de Cristina al estudiante. Posteriormente una lluvia de silbidos del público produjo otra respuesta de la Presidenta que descolocó a más de uno: “Chicos, estamos en Harvard, esas cosas son para La Matanza”.

La Matanza es un partido del conurbano bonaerense, tradicionalmente peronista, donde Cristina sacó el 65% de los votos en la última elección presidencial el pasado 23 de Octubre de 2011. Se dice que quien gana en el partido de La Matanza, gana la elección presidencial.

Cristina, acostumbrada a brindar cadenas nacionales en Argentina, evitando dar conferencias de prensa, se mostró incómoda y probablemente no pudo medir el calibre de la respuesta que estaba dando.

Varios defensores del Gobierno kirchnerista adujeron que esta conferencia estuvo influenciada por personalidades disidentes con el gobierno, como el periodista Jorge Lanata y la ensayista Beatriz Sarlo, quienes estaban presentes ese día. Hay quienes consideran que los estudiantes argentinos recibieron papelitos con las preguntas; incluso el periodista uruguayo Víctor Hugo Morales, otrora crítico de los Kirchner, fue aún más lejos y consideró que tal vez esas preguntas pudieron haber sido dirigidas por los fondos buitres.

También hubo un grupo de argentinos que se manifestaron frente al Hotel Mandarin Oriental, donde se alojaba la Presidente, demostrando su descontento con el Gobierno. Allí se produjo una discusión entre algunos caceroleros y un periodista del programa CQC; pero más allá de eso no hubo mayores inconvenientes.

En Buenos Aires, al día siguiente, un grupo de personas se manifestó frente al domicilio particular de Guillermo Moreno (Secretario de Comercio, responsable de la divulgación de índices de inflación) tras una denuncia realizada por Paula De Conto (Despachante de Aduanas) por amenazas y violencia de género. Además de esta denuncia realizada contra Moreno, quien no esconde su carácter confrontativo, otra causal de la manifestación fue que esta denuncia cayó en el Juzgado de Norberto Oyarbide, señalado como uno de los preferidos del Gobierno, ya que sus fallos generalmente les son favorable (por ejemplo, sobreseyó a los Kirchner en la causa por enriquecimiento ilícito). Este Juez tiene un historial polémico, ya que en los 90, durante el gobierno de Carlos Menem, fue acusado de falta de ética por asistir al prostíbulo “Spartacus” y más tarde destituido, para luego volver a su cargo.

Prefectos y Gendarmes acuartelados

El decreto número 1307 del Poder Ejecutivo Nacional ordenó una modificación de salarios para miembros de Prefectura Naval y Gendarmería Nacional, quienes aducen haber sufrido «una reducción de entre el 30 y 60 por ciento» en sus haberes durante los últimos meses. Esta situación causó el acuartelamiento de Prefectos el día 2 de Octubre, primero en Capital Federal y luego en el resto del país, seguido por Gendarmes el día 3 de Octubre. Actualmente, ambas fuerzas están negociando con el Gobierno y los altos mandos por una modificación salarial justa y el blanqueo de salarios en negro.

Hay muchas preguntas en torno a ese conflicto: ¿La cúpula de las fuerzas usa a sus subalternos para que no bajen sus salarios? ¿Al Gobierno le conviene no resolver este conflicto para tapar otros problemas? ¿Fue un error administrativo? ¿Se está buscando debilitar las fuerzas?

Las respuestas irán apareciendo y seguramente será otro frente de conflicto para el Gobierno; lo cual no es menor teniendo en cuenta que en el relato kirchnerista la idea de “golpe de Estado” por parte de las fuerzas del orden siempre está presente. Pero, lo importante en este caso, sería no confundir un reclamo salarial con otras intenciones que por el momento no se vislumbran.

Lo que viene: el 8N

Después del 13s muchas personas esperan repetir otra multitudinaria marcha el 8 de Noviembre próximo. Las causas siguen siendo las mismas y ahora se suma un pedido de no desprecio frente a quienes no concuerdan con el gobierno actual.

Lo ideal para la Presidenta argentina sería ser lo suficientemente plural para poder escuchar otras voces y así poder promover la unión entre argentinos y no una división político-social entre amigo y enemigo, que el país ya conoce y aún sufre las consecuencias.

música cine libros series discos entrevistas | Achtung! Revista | reportajes cultura viajes tendencias arte opinión




Share on Tumblr

Comparte este contenido