José Miguel Gala es el autor de Armonía y Destrucción, su homenaje para Adrian Borland, del que se cumplen 23 años de su suicidio en la estación de Wimbledon. No verás grandes reportajes en revistas musicales, ni mucho menos tiempo dedicado en el resto de medios generalistas, sin embargo muchos consideramos que su papel en el mundo de la música liderando a The Sound merece un lugar destacado, pero tristemente su legado fue olvidado y arrinconado en las estanterías. Además si la enfermedad mental no le hubiera arrastrado a tan trágico final, en estos momentos su vuelta a los escenarios acarrearía éxitos tan clamorosos como los obtenidos por su coetáneo Mark Burgess con The Chameleons.
En Armonía y Destrucción -un homenaje a Adrian Borland- José Miguel Gala expresa libremente sus sentimientos como seguidor del artista de Hampstead, con un libro que reivindica a The Sound, alejándose de toda polémica que sólo ensombrecería a esta grandísima banda, valedores de un patrón muy reconocible de canciones con entradas de bajo, teclados, estribillos, punteos de guitarra y finales apoteósicos.
Si te gustan The Sound, o simplemente eres fan del mejor post-punk, vas a disfrutar conociéndolos desde sus inicios con The Outsiders, la primera banda punk que grabó en el estudio casero montado por Adrian Borland y su padre, curiosidades y anécdotas con testimonios de personajes clave que vivieron junto a él, familiares, amigos, público que asistió a sus conciertos y coleccionistas. Armonía y Destrucción -un homenaje a Adrian Borland- incluye aspectos de interés para los amantes de la buena música, que ahora puede descubrir desde su discografía completa o las caras B de sus singles, un recorrido por Second Layer, banda paralela a The Sound, su aventura en solitario y la aportación a otras bandas también olvidadas.
Adrian Borland está muy alejado de los estereotipos musicales de la época consiguiendo una evolución musical que continúa y se engrandece mucho después de la disolución de The Sound. Pero querer alejarse continuamente de lo establecido en la industria musical, no tener ni siquiera un manager que pudiera encauzarlos, y sus saltos por distintas discográficas, fueron cavando poco a poco su camino al fracaso. Como muestra, su paso momentáneo por Cherry Red Records, ese maravilloso sello que nos ofrecía joyas de Eyeless in Gaza, Felt, The Monochrome Set, o Everything But The Girl, no les supuso el empuje al éxito que alcanzaron estas bandas.
Para todos los lectores curiosos, En Armonía y Destrucción -un homenaje a Adrian Borland- se nos presenta también su trabajo como productor, la realización de grabaciones, mentoría con otras bandas, éxitos más o menos importantes por Europa y Norteamérica, e incluso grandes elogios de la todopoderosa Melody Maker y NME. Frente a esto, cancelaciones de bolos, grandes períodos sin tocar, rencillas con otras bandas, abuso del alcohol, drogas, depresión, trastorno esquizo afectivo o relaciones poco duraderas. Las dos caras de una moneda que demasiadas veces caía del lado perdedor.
I don’t care what I’ve been through
Now that I’ve reached this point with you For way up here I’ve traded fear For some different point of view How could you make me feel like this? How could you make me feel like this? The memory will stay with me A legacy I can’t dismiss |
No me importa lo que he pasado Ahora que he llegado a este punto contigo Por aquí arriba he cambiado el miedo Por un punto de vista diferente ¿Cómo puedes hacerme sentir así? ¿Cómo puedes hacerme sentir así? El recuerdo se quedará conmigo Un legado que no puedo recusar
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Ordinary Angel, Amsterdam Tapes. 1992
Sin cólera, el compromiso es una excusa para hacerse una carrera. Ama lo abstracto
La Mode
Desgraciadamente la inquina que The Sound tiene con Echo & the Bunnymen, se hace cada vez mayor. Con la obligación de un disco al año y la presión de la discográfica para hacerse más comerciales, ellos mantienen su estilo cada vez más intenso y ven como sus compañeros del sello Korova consiguen discos de oro con Crocodiles (1980), Porcupine (1983) u Ocean Rain (1984). Esta ausencia de un gran hit mundial que los colocara merecidamente junto a otras bandas en el Olimpo musical y abandonaran de una vez su posición underground tenía que hacerles mella, viendo como su talento quedaba reducido a un éxito residual.
Ya no tocamos las primeras canciones del grupo porque algunas estaban tratando deliberadamente de posicionar al público en función de las ideas que teníamos entonces, Por otro lado yo soy decididamente de izquierdas. Creo que todas las bandas que se posicionan, como The Pop Group, no van a ningún lado. Es una verdadera pena, porque lo importante es la música, y esa es la razón por la que un grupo como Simple Minds es tan grande. La gente quiere esperanza, a pesar de los mensajes vacíos
Entrevista a Adrian Borland. Zigzag 1984
A esto se une el fracaso de All Fall Down, que en 1982 queda eclipsado por Pornography (The Cure), The Sky’s Gone Out (Bauhaus) o la deslumbrante crudeza de …If I Die, I Die (Virgin Prunes) para asemejar a Adrian Borland, salvando las distancias y el desarrollo posterior, en un Brian Wilson, capaz de crear grandes canciones, sin la repercusión que merecen y con la sensación que todo su esfuerzo agotador por realizar buenos álbumes queda diluida en un mar de mediocridad.
La cordura es un bulo más de quienes siempre se han valido de mediocridades ajenas para subsistir.
F. Alcázar de Velasco
It’s all such a blur when time goes so quickly
Trying to hang on to the way that you’d like things to stay You trace back the seconds recall the details
Oh there must be a hole in your memory But I can see |
Está todo borroso cuando el tiempo pasa tan rápido
Tratando de aferrarte a la forma que te gustaría que las cosas mantuvieran Rastreas los segundos, recuerdas los detalles De alguien lo hará, a alguien lo hace A alguien lo hizo, sabes que lo hice
Oh, debe haber un vacío en tu memoria pero puedo ver Puedo ver, una victoria lejana Un momento en el que estarás conmigo
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Total Recall, Heads and Hearts. 1985
The Sound son la imagen tenebrosa de la música inglesa y una de las más fieles reproducciones del espíritu de los Doors. El cantante es un tipo gordito, de aspecto carismático, voz intensa y unos modos con la guitarra notables.
José Manuel Costa. El País (Primer concierto en Rock-Ola)
Adrian Borland -voz y guitarra-, Graham Bailey -bajo-, Colvin Mayers -guitarra y teclados-, y Michael Dudley -batería-, demuestran que son una banda de directo, In the Hothouse disco doble fiel al concierto realizado, sin retoques de estudio, y como no podía ser de otra manera, su visita obligada a La Edad de Oro en Televisión española. Han pasado tantos años desde la aniquilación del programa de Paloma Chamorro, que incluso hoy es impensable ver nada que se acerque a la calidad que derrochaba. Para comprobar la importancia del mismo, sólo decir que junto a la actuación en directo y entrevista a de The Sound, había un reportaje con Gilbert and George, entrevista a Guillermo Pérez Villalta y la proyección de su cortometraje experimental Málaga es letal. Obviamente nadie se atreve a hacer algo así, y desgraciadamente tampoco desde la televisión pública, una pena no tomar el testigo de este programa emblemático.
Por último, Adrian Borland tuvo un triste final como Ian Curtis, pero echando un rápido vistazo a redes sociales, The Sound cuenta con un foro de Facebook y alrededor de 3000 participantes, frente a la página propia de Joy Division con más de dos millones de seguidores. Lamentablemente ser un creador que va contracorriente no le permitió trascender después de suicidarse, como sí le ocurrió al de Mánchester. Una razón añadida para reivindicar su figura leyendo Armonía y Destrucción.
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Edición limitada a 50 copias, no habrá reimpresiones.