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Por Marcos Rodríguez Velo

Muchas de las discusiones y análisis sobre Move in Spectrums, el cuarto disco de Au Revoir Simone, se solapan a la hora de señalar que han pasado cuatro años desde el lanzamiento del último disco del grupo. De hecho, con esta introducción, acabo de hacer lo mismo. La larga espera es un hecho, pero hay que comenzar diciendo también que ha merecido la pena: escuchar este disco te hace sentir como si ese tiempo hubiese pasado en un abrir y cerrar de ojos.

Cualquier duda que pudiésemos tener sobre si la banda ha sido capaz de volver a traer la magia de su sonido se vuelve irrelevante una vez escuchado el estribillo de Crazy o las deliciosas armonías de Love You Don’t Know Me. Move in Spectrums es una experiencia auditiva acogedora desde sus primeros acordes y que presenta un enfoque más orientado hacia el indie pop, con la inclusión de guitarras, a la vez que profundizan en ese formato de tres teclados que las hace únicas y que tan buenos resultados les ha ofrecido. Erika Forster, Annie Hart y Heather D’Angelo han perfeccionado su arte y aprovechan sus fortalezas para crear un álbum rico en emociones, a lo que contribuyen también las letras, que aunque a veces pequen un poco de simpleza, hablan de esas verdades universales que tantas grandes canciones han dado: el amor, la ruptura, la desesperación, el renacer.

Hay en Move in Spectrums una calidad cinemática que eleva a Au Revoir Simone un peldaño por encima de sus coetáneos. Mientras en canciones como More Than, algunos grupos se quedarían en el ritmo inicial dejándose deslizar hacia un medio tiempo, el trío la lleva a otro nivel, añadiendo una capa de tensión a la vez que la canción llega a su fin. Como es habitual en cada nuevo disco, existe aquí también una progresión en su sonido así como se aprecian las ganas de experimentar, probando nuevos tonos y melodías a la vez que revisan el clásico sonido Au Revoir Simone. Estas señoritas aman el riesgo y se atreven con mezclas inéditas e instrumentos que hacen del disco algo más emocionante: guitarras, como comenté anteriormente, acordeones, panderetas, así como nuevos sintetizadores y bajos. Boiling Point es una muestra de cómo estos experimentos funcionan perfectamente, un canción oscura y rica al mismo tiempo.

Al igual que en discos anteriores, en este álbum encontraremos cuentos de amor y pérdida, autoexploración, metáforas y naturaleza, todo expresado mediante ese estilo vocal que ha hecho famoso al trío de Brooklyn: voces recortadas, una enunciación delicada, pero a su vez constante y bien medida, y los coros etéreos en perfecta sincronización. Este clásico estilo vocal de Au Revoir Simone, unido a los sonidos soñadores de sus teclados, crean un lienzo auditivo de perfecta feminidad: hermoso, suave, de otro mundo pero siempre terrenal y orgánico. Las propias chicas son de hecho una representación de todo esto, pero lo interesante es que su música complementa perfectamente este tipo de feminidad.

Cada una de las once canciones nos ofrecen a unas Au Revoir Simone más maduras y centradas, ofreciendo un lirismo honesto y unas voces suntuosas bajo el telón de fondo de los sintetizadores. Move in Spectrums no sólo contentará a los que han seguido al grupo desde sus inicios, sino que su sonido es inmediatamente accesible para los que descubran al grupo ahora. El trío de canciones inicial (More Than, The Lead Is Galloping y Crazy) enseña lo mejor del grupo, una muestra de las habilidades que dejaron ver en Still Night, Still Light, su tercer, y mejor disco hasta la fecha. We Both Know puede parecer como un alto en el camino, pero es sólo una pequeña parada para introducirnos en la segunda mitad del disco con Somebody Who y Gravitron cuyo sonido épico no impide apreciarla como la canción intimista que es. Luego continúa con los aires resignados de Boiling Point y Love You Don’t Love Me, una magnífica canción acompañada de un triste y frenético final.

La artesanía musical de Au Revoir Simone queda patente en todas y cada una de las notas de Move in Spectrums. Siempre un paso más allá gracias a una meticulosa producción y un oficio digno de un grupo que sabe lo que quiere. Erika, Annie y Heather han demostrado ser unas creadoras consistentes y consumadas y Move in Spectrums es un disco fácil de amar y difícil de quitarse de la cabeza.

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