La Custom se nos convirtió en un auténtico paraíso para los amantes de la música. The Psychedelic Furs tomaron el escenario ofreciendo una actuación que combinó a la perfección nostalgia con un rock crudo, cargado de emoción y un legado brillante que llega hasta hoy en día.
Desde el primer momento, la atmósfera estaba cargada de expectación negativa por ciertas referencias a conciertos truncados; en Coimbra y en Granada no se pudieron llegar a terminar las actuaciones, una por inclemencias técnicas, otras por problemas atmosféricos. El recital comenzó algo antes de tiempo, es decir, con cierta puntualidad, algo a lo que no estamos acostumbrados. Quizá esto tenga que ver con el recibimiento un poco frío, quedaban muchos asistentes por llegar. Esto provocó un aumento progresivo en la atmósfera del evento.
La formación actual no es cualquier cosa. Para empezar, los miembros fundadores, Richard Butler en la voz y Tim Butler en el bajo. A ellos se les une una serie de músicos como Amanda Kramer, a cargo de los teclados, que ha sido parte de diversas formaciones icónicas, con Julee Cruise, Siouxsie Sioux, Lloyd Cole o Eurythmics. A la percusión Zack Alford que ha trabajado con leyendas como Bruce Springsteen, David Bowie y The B-52’s. En la alineación actual también está Richard Fortus, que es parte de las reencarnaciones de Guns N’ Roses y Thin Lizzy. A las guitarras y al chelo eléctrico de seis cuerdas, la habilidad técnica y energía de Fortus y su versatilidad casa totalmente con la sensibilidad melódica que caracteriza a The Psychedelic Furs. Su incorporación al grupo ha dado una nueva dimensión a la banda, inyectando frescura y potencia a su sonido en directo.
Pero vamos con Richard Butler. ¿Es la voz de Richard Butler una de las características más distintivas de la banda? Más que posiblemente. Su gravedad y aspereza le da una calidad envolvente, melancólica y cruda. Mantiene una mezcla distante y fría, y a la vez emocionalmente intensa. Con el paso de los años, estas cualidades se han acentuado y han añadido más emoción a las canciones; su voz desgastada, e igual de potente, ha adquirido una matiz de vulnerabilidad y autenticidad a sus interpretaciones. A esto le añadimos que canta en un registro bajo. Esto refuerza la atmósfera introspectiva y sombría de las canciones. El cóctel sónico se complementa con letras que exploran la alienación, las relaciones amorosas complejas, la angustia emocional y la crítica social. En resumen, parece tratarse de una búsqueda constante de identidad, donde el deseo perpetúa la insatisfacción y alimenta esta búsqueda. Butler capturó todas las miradas. Su presencia magnética no solo destacó por su maestría técnica, sino también por su autenticidad. Quedó patente que actuar no sólo no le supone un esfuerzo, sino que para Butler, esto se convierte en una fuente de felicidad.
El comienzo estuvo a cargo de las guitarras envolventes de «The Boy That Invented Rock & Roll», temazo de 2020 y que sin embargo tiene el regusto psychedelicfursiano de toda la vida. Del álbum Talk Talk Talk, «So Run Down», mucho más dinámica y ruidosa. El repertorio se fue deslizando de manera natural y emocionante abarcando sobre todo Forever Now (1982) y Mirror Moves (1984) de las que se aplaudieron «Love My Way» y «President Gas» por un lado, y «Heaven» y «The Ghost in You» por otro. De nuevo, de Talk Talk Talk (1981) no pudo faltar «Pretty in Pink«, un tema que volvieron a grabar para la banda sonora de la película homónima. Ambas obras reflejan temas como la identidad personal, la autoestima y la percepción social. «Pretty in Pink» sonó y se vivió de maravilla, como toda la actuación, aunque algún asistente dijo que las guitarras estaban demasiado por debajo de los teclados. ¿Cuestión de gustos?
Nada pudo empañar la amalgama de nostalgia y frescura de la actuación de The Psychedelic Furs. Todo parecía acabar con «India», el primer bis, una de las canciones más representativas de los primeros sonidos de la banda, que mezcla una atmósfera envolvente con la energía cruda y poderosa del post-punk. No fue así, y con «Forever Now» sí que acabó el festín sonoro. Es irónico que cuarenta y dos años después de este tema, aún no hayamos captado el mensaje; la falta de control del individuo sobre su propio destino, la sensación de estar regalando su vida a los poderosos a cambio de nada.
Si hay algo que define a The Psychedelic Furs, es su capacidad para mantenerse fieles a su esencia sin aburrir lo más mínimo, explorando nuevas dimensiones en su música. Los fanáticos pudieron revivir el eco de los himnos de una era pasada más alto y claro que antes. La habilidad de The Psychedelic Furs para combinar lo introspectivo con lo vibrante en el escenario reafirma su estatus como una de las bandas más influyentes y duraderas del post-punk y la new wave.