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Magia flamenca, sortilegio de lo hondo, armonía de músicos e instrumentos: todo eso y mucho más nos ofreció este prodigioso trío flamenco en el simpar escenario del Teatro Lope de Vega de Sevilla, con una buena entrada y una tempranera noche primaveral.

En estos tiempos de tanto ruido sobre el nuevo flamenco, de tanta disputa entre puristas y modernos (esos que parecen haber inventado el flamenco), llegan estos tres genios absolutos, Carles Benavent, Jorge Pardo y Tino Di Geraldo, y nos muestran el camino correcto, sentando cátedra entre el duende y el virtuosismo, entre el purismo y la vanguardia, para que no olvidemos de donde vino la auténtica revolución del flamenco contemporáneo.

Jorge Pardo. Foto: Juan Antonio Gámez

Jorge Pardo. Foto: Juan Antonio Gámez

 

Revolución que iniciara el imprescindible Agustín Castellón Campos, Sabicas, colaborando en la primera grabación de flamenco rock en su semi-exilio en Nueva York e inspirando con su toque y sus consejos al que estaría llamado a ser el más influyente músico flamenco de todos los tiempo, Francisco Sánchez Gómez, Paco de Lucía, que de la mano de otro fulgurante genio, José Monge Cruz, Camarón de la Isla, fijaría las bases (a menudo, a día de hoy, poco respetadas) de lo que sería la piedra filosofal de la fusión flamenca.

Pero esa fusión flamenca necesitaba un pozo de conocimiento conseguido a base de estudio, constancia y, sobre todo, saber escuchar y aprender de primera mano. Es lo que hicieron en su día Paco y José, y es lo que siguen haciendo Benavent, Pardo y Di Geraldo: beber de las fuentes del mejor flamenco.

Presentaban su nuevo disco, Flamenco Leaks, tercero en 20 años tras el aclamado El Concierto de Sevilla-2000 y Sin Precedentes-2008, cada uno de ellos auténtica ambrosía flamenca, producidos por la necesidad periódica del reencuentro y haciendo recesos en sus ajetreadas carreras en solitario.

Carles y Jorge son viejos conocidos, ambos formaron parte del irrepetible Paco de Lucía Sextet, y su compenetración es simplemente inmejorable, y Tino, del que hubiera sido un sueño verlo en el Sextet (con todos mis respetos para el excelente percusionista, Ruben Dantas), demuestra, igualmente, una destreza y un filin que terminan por configurar este inefable trío de ases.

Carles Benavent. Foto: Juan Antonio Gámez

Carles Benavent. Foto: Juan Antonio Gámez

 

Y en razón a esta maravillosa comunión, dieron un magnifico recital entre temas del nuevo trabajo y algunos ya clásicos como Diego del Sin Precedentes-2008 o esa deslumbrante revisión del Alcázar de Sevilla, donde Pardo “puntea” con su flauta las perfectas líneas que Paco creó para su emblemática bulería, Benavent recrea con su bajo una especie entre guitarra rítmica y segunda guitarra solista y Tino sienta las sutiles bases de cómo se debe tocar la batería por bulerías.

Destacó de entre los nuevos temas, Indie, con aires musicales de La India, que Tino Di Geraldo recrea en su tabla india (gracias, Carmen Lázaro, por tu apunte), sacando sonidos entre rítmicos y melódicos, que, acompañados por la maestría de Carles Benavent (sigue rozando la perfección con sus muy flamencas líneas de bajo) y la infinita versatilidad de Pardo a la flauta travesera, consiguieron transportarnos a territorios remotos, a músicas hermanas del flamenco.

Fueron, poco a poco, en la escasa hora y media que duró el espectáculo, desgranando temas y guiños a Paco y Camarón, como La Leyenda, de Flamenco Leaks-2019, enorme versión del tema principal de La Leyenda del Tiempo (disco que significó un auténtico punto de inflexión en la historia del flamenco) o Lozeporeh, una magistral soleá en crescendo rítmico (pasando por caña, soleá por bulerías y terminando por bulerías) en la que Benavent recrea con su bajo el clásico arpegio de acompañamiento, o el tema estrella del nuevo trabajo, Soy Gitano, con el que acabaron entre aclamaciones y merecidos aplausos del entusiasmado público.

Tino di Geraldo. Foto: Juan Antonio Gámez

Tino di Geraldo. Foto: Juan Antonio Gámez

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