El título no lo pongo yo, lo pone Fabrizio Cammarata y Santi Alcanda desde Como lo oyes en Radio 3 donde le entrevistó ese mismo lunes en su programa y esa luz que encendieron hacia la una y media del mediodía cobraba aún más fuerza hacia las diez de la noche cuando el siciliano se subía al escenario de la sala Costello en Madrid junto a su banda como parada dentro de su Lights Tour.
Lights (Haldern Pop Recordings, 2019) es el título de su más reciente trabajo publicado el pasado 29 de Marzo y que le ha traído de gira con banda (Donato di Trapani – sintetizadores, Carmelo Drago – bajo y Adam Dawson – batería) por Madrid y Barcelona esta misma semana apenas unos meses después de su última visita donde actuó en calidad de telonero de los irlandeses Villagers.
Si algo ha demostrado sobre las tablas es que está más que preparado para volar solo. El cantautor de Palermo está curtido en batallas, ha abierto shows para artistas de la talla de Ben Harper, James Morrison, Devendra Banhart, Iron & Wine, Depedro … Su música bebe de muchas fuentes desde la canción de autor siguiendo los pasos de grandes cantautores italianos, al folk más íntimo y personal, o el pop más colorista aderezado con tintes cubanos y africanos por no hablar de la pasión que siente por Chavela Vargas, su artista favorita y de la que ha aprendido a cantar hasta el punto de reconocer un antes y después en el uso de su propia voz, convirtiéndola en su instrumento más preciado.
De su voz podemos dar buena fe todos los que tuvimos el placer de escucharle el lunes porque el abanico de texturas que es capaz de desgranar no deja a nadie indiferente.
Pasadas las 10 de la noche se sube al escenario junto con su banda después de haber estado dando vueltas por la sala en un ambiente muy íntimo y cercano, con bastante menos público del que merece su calidad musical pero hecho que a su vez convierte la experiencia de los que sí que asistimos en algo mucho más personal y memorable.
La encargada de inaugurar la velada fue Run Run Run, primer single extraído de su último LP, tema donde habla de las prisas de la vida actual y donde nos invita a quedarnos quietos y descubrir lo que nuestra propia alma tiene que decir que él mismo nos presenta en un perfecto español. Otro hecho que favorece la conexión inmediata artista <=> público que mantiene durante todo el concierto. Le sigue Cassiopea hablando de las estrellas que nos sirven de guía, único tema donde canta en italiano el estribillo.
Nos vamos un poquito más atrás, hasta el 2014 con un par de temas que nacen de su colaboración con el artista italiano Paolo Fuschi, My Salvation y Shine.
El ambiente ya es muy íntimo y la luz muy tenue pero esto se refuerza aún más cuando sus compañeros abandonan el escenario y Fabrizio se queda solo con su guitarra acústica para interpretar 3 temas en solitario recuperados de trabajos anteriores desnudándolos por completo con la expresividad de su voz y la agilidad de sus dedos. In the Cold de su penúltimo trabajo Of Shadows (2017), las sombras que preceden a las luces encendidas por Lights (2018). Myriam del 2016 y cierra el solo con Hold and Stay tema para el que pide la colaboración del público acompañándole con el chasquido de los dedos bromeando con que el que sea capaz de acompañarle hasta el final del tema le invita a una cerveza (Fabrizio, no sé si cumpliste tu promesa al final del concierto. Ni tampoco sé cómo será en tu tierra pero tú dilo aquí y te buscas la ruina. En un festival ni se te ocurra!).
Regresa la banda a escena y continúan desgranando más temas de Lights como Eileen mi favorita, My Guitar At 4 AM emulando un diálogo con su guitarra o KV como título de trabajo porque querían tocarla al estilo de Kurt Vile pero más sexy, intercalándolas con temas recuperados de Of Shadows.
Se va acercando el final de la velada, la banda al completo abandona el escenario y tras una breve pausa regresa Fabrizio acompañado de su guitarra para regalarnos el tema más emotivo de la noche haciendo una versión de La Llorona, canción popular mexicana que inmortalizó como nadie su admirada Chavela Vargas y le enseñó su amigo Jairo Zabala de Depedro y que por lo que nos hizo sentir con su interpretación domina a la perfección.
Regresa la banda y le acompañan recuperando sus instrumentos y también a los coros en Antananarive recuperada del primer álbum que grabó en 2007 con su banda debut The Second Grace. Y cierran la noche invitándonos a continuar de viaje hasta Timbuktu.
Fabrizio, solo queda agradecerte esta parada que nos ha unido rumbo a Ítaca y como arrieros somos y en el camino nos encontraremos ojalá la vida nos vuelva a juntar. Buen viaje!
Cuando emprendas tu viaje a Ítaca
pide que el camino sea largo,
lleno de aventuras, lleno de experiencias