Cárcavas del territorio es la nueva exposición de Rocío Arregui, un recorrido sensorial por las heridas y memorias del paisaje, que podrá visitarse en la Galería Weber-Lutgen hasta el 16 de mayo.
Rocío Arregui Pradas es artista, investigadora y docente que transita el arte contemporáneo como quien camina entre raíces y ruinas; su obra teje vínculos entre los ritmos secretos de la naturaleza, los ciclos de la vida y las huellas del paisaje urbano. Doctora en Bellas Artes por la Universidad de Sevilla, desarrolla también el pensamiento desde las aulas, como profesora en su Departamento de Dibujo.
El campo escondido en los recovecos de la metrópolis, maltratado por las grandes infraestructuras que soportan nuestra “calidad de vida”, apenas ofrece pequeños reductos de vegetación salvaje. Raíces y musgos se ven expuestos al desgaste del terreno, a la agresión a la fertilidad de la tierra. Todo aquello que verdaderamente nos sustenta, está dañado, cortado, horadado… aunque cualquier mínima conjunción de agua, bacterias, hongos y raíces, hacen brotar vida.
En el proyecto Cárcavas del territorio, el carboncillo perfila estas cavidades en una serie de dibujos. Estos van acompañados de mapas que ayudan a localizar geográficamente el lugar donde se halla la cárcava, cambiando así la escala desde lo micro, el detalle de la raíz desnuda o el trébol que brota en la hendidura, a lo macro, el territorio que circunda la ciudad, la metrópolis y la biorregión. Desde las sierras que recogen el agua para verter al Guadalquivir, hasta lugares donde se amansa y llena charcas en Doñana, todo el ecosistema es dependiente de todos su elementos, aunque nos empeñemos en desmembrar, dividir y horadar.