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Hace poco estuve charlando con los fundadores de Marcat Dance. El andaluz Mario Bermúdez y la estadounidense Catherine Coury, decidieron ensamblar una compañía que hiciera compatible sus necesidades en lo que se refiere a las condiciones de crear sus montajes, y el bienestar de su familia.  Por ello decidieron establecerse en la pequeña localidad de Vilches en la provincia de Jaén.

 

No pasó mucho tiempo de estar asentados en Vilches,  para que estos profesionales llamen la atención de toda la comunidad de la danza contemporánea de España. Y no sólo me refiero a premios como reconocimiento de sus trabajos, giras por todo el país y diverso puntos del mundo; sino que además, por el lenguaje tan ecléctico y fresco que constituyen sus montajes, los cuales ahondan en temáticas que involucran a la idea de comunidad, de lo ritual o lo pre- civilizatorio (sin olvidar, excepciones como  Huesos de Madera). Lo anterior, entre otras cosas, ha conducido a que Marcat Dance haya sido parte de los que han protagonizado el nacimiento y la conservación del Festival de Danza Contemporánea Vildanza (hace cerca de tres años); que, efectivamente, se hace también en Vilches. Ejemplo, como pocos, del valor de entremezclarse con los vecinos para generar más público de artes escénicas, y entender que la cultura es y debe ser uno de los pilares de la identidad y motores de cualquier población. En esta línea, Vildanza se ha convertido en una referencia ineludible en Andalucía.

EL BOSQUE. Foto: Marcat Dance

EL BOSQUE. Foto: Marcat Dance

 

Como no puede ser de otra manera, a continuación haremos una panorámica de las principales creaciones de Marcat Dance, para que se vayan haciendo una idea de lo que nos esperará  los próximos  10 y 11 de febrero en el Teatro Central (Sevilla), con la representación de su creación más reciente, El Bosque. Pieza que, dicho sea de paso, ha conseguido cinco nominaciones en la edición de este año de los Premios Max, en las categorías de: Mejor Espectáculo de Danza, mejor coreografía de Mario Bermúdez, mejor interpretación femenina a Catherine Coury, mejor composición musical para espectáculo escénico a José Pablo Polo y mejor interpretación masculina a Mario Bermúdez.

Sin más que añadir, les doy paso a mi conversación con Mario Bermúdez y Catherine Coury:

-Cuando uno se aproxima a vuestras respectivas trayectorias a nivel profesional, uno se encuentra que habéis trabajado para grandes coreógrafos y compañías de nivel internacional ¿Qué fue lo que les impulsó a conformar Marcat Dance?  ¿Por qué han situado vuestro lugar de residencia  en Vilches?

Catherine Coury: Para mí Marcat Dance empezó con mucho amor. Es decir: en primer lugar, amor hacia la danza. Segundo, amor entre Mario y yo (como marido y mujer). Y tercero, amor hacía nuestra hija.

 Vilches, para nosotros, representa el lugar en el que podemos disfrutar nuestro amor hacia la danza, equilibrándolo con el bienestar de nuestra familia.

Mario Bermúdez: Por otro lado, está también el probarse a uno mismo como coreógrafo y como empresario. Es decir: una compañía no deja de ser una empresa que formas para crear un producto.  

Estar en Vilches nos proporciona otorgar el tiempo necesario, para crear un producto que de verdad se sienta uno identificado. Dando pie a que uno se vaya reencontrando consigo mismo.

ALANDA. Foto: José Daniel González

ALANDA. Foto: José Daniel González

 

-Eso de un modo u otro se percibe, no sólo en el resultado final de vuestras piezas; sino que además, en las propias sinopsis ya estáis avisando de que las mismas, fueron montadas en Vilches (esto lo digo pensando en “Adama”, “Anhelo” o “Alanda”). A donde quiero llegar, es que esas piezas no pudieron ser montadas en cualquier sitio.

Catherine Coury: Totalmente.

En Vilches disponemos de mucho espacio para identificar quiénes somos y también dejarnos inspirar por la Naturaleza.

Mario Bermúdez: También hay que señalar lo que hemos recibido, y ello se ha plasmado en nuestras piezas. Haciendo posible que nuestras creaciones sean únicas.

Catherine Coury: En los principios de Marcat Dance, Mario quiso crear piezas que todas las personas puedan entender y disfrutar (tengan los espectadores experiencia con las danza o no).

Cuando nosotros llegamos a Vilches nadie sabía qué es la danza contemporánea. Entonces, pensamos que si nuestro trabajo funciona en Vilches, funcionará en otros lugares.

Mario Bermúdez: A día de hoy el público de Vilches ya no es tan “virgen” en este sentido, ya llevamos allí más de cuatro años (al principio nos encontrábamos con un público  puro y sincero). Hasta el punto de que un día te dicen: “Yo de esto no he entendido nada, pero me he quedado con la boca abierta”.

Por tanto, el que esa persona se haya quedado con la boca abierta, es que ha sentido algo.

-Estoy de acuerdo.

 

ANHELO. Foto: Miguel Barreto

ANHELO. Foto: Miguel Barreto

 

Por otra parte, lleváis dos ediciones del Festival de Danza Contemporánea Vildanza. Lo cual lo entiendo como un atrevimiento ante un público (que como decís) que está poco habituado a este lenguaje ¿Qué tal la experiencia en estos años de Vildanza?

Catherine Coury: Para nosotros Vildanza fue una necesidad, e incluso algo natural. En cuanto nosotros llegamos a España y a Vilches, nosotros hemos querido compartir la naturaleza que gozamos aquí con otros artistas. Por ejemplo: aquí hay una puesta de sol súper bonita, también hay muchos rincones que hacen de este sitio un “paraíso” para jugar.

Antes de que nosotros tuviésemos un espacio para ensayar, bailábamos en la Naturaleza. Al tiempo nos preguntábamos, ya que vamos a residir aquí en España por qué hemos de vivir en una gran ciudad para recibir arte. Entonces ¿Cómo podemos compartir lo que amamos con nuestro pueblo? Entendemos esto como un intercambio.

Desde el principio de Vildanza hemos contado con un equipo maravilloso: Mario, Mamén (la madre de Mario) y el personal del Ayuntamiento de Vilches. Generándose una energía conjunta en torno a Vildanza: Estamos dentro de un proceso muy bonito y, por ahora, muy fácil.

Mario Bermúdez: Yo creo que si hubiéramos hecho Vildanza en nuestro primer año, no hubiera quedado igual. Ha sido importante que los vecinos conozcan nuestro trabajo. También la gente recién había vivido la pandemia, lo cual hizo que fuese  acogido con muchas ganas. Pensamos que los vecinos querían que nosotros formásemos parte de ellos, no que nosotros somos los “directores” que buscamos compañías.

La clave está en crear un ambiente en el que todo el mundo quiera estar allí presente. Por ello hemos de seguir incentivando todo esto.   

ADAMA. foto: Bianca de Villar

ADAMA. Foto: Bianca de Villar

 

Aunque en un momento determinado parezca que estáis hablando de una cosa muy reciente. Es un hecho, que dentro de la programación de Vildanza habéis tenido a profesionales de la talla de Chey Jurado o de Carmen Fumero. Es decir: se nota que este proyecto ha sido bien recibido por la comunidad de la danza de este país, y aún así, os tenéis que enfrentar al reto por el que pasan tantos festivales de danza, que es su propia conservación en el tiempo.

Desde luego el apoyo del Ayuntamiento de Vilches es básico. Pero es que en los últimos años en Andalucía ha ido cayendo proyectos como el Mes de Danza, o que otros estén en alto riesgo de desaparecer, como la Red de Teatros Públicos de Andalucía.

Mario Bermúdez: Nosotros vivimos en el presente: no podemos estar pensando el que este festival se vaya a acabar. Aunque puede que el año que viene no haya una nueva edición. Obviamente, nosotros queremos que esté, y nosotros pondremos en ello sudor y sangre en cada una de las ediciones que tengamos.

Luego hay cosas que no están a nuestro alcance, aunque puede que alguna vez toque “pelearse”.

VILDANZA. Foto: Marcat Dance

VILDANZA. Foto: Marcat Dance

 

 

-Todo lo que hemos estado hablando hasta ahora, está relacionado con algo que es fundamental, y que coinciden muchos profesionales: crear público. De esta forma, habéis ido configurando un marco donde es posible decir: “Esta tarde toca Vildanza, ya eso lo haremos mañana”.

Mario Bermúdez: Esto es necesario. Yo he visto actuaciones que me han cambiado mi manera de ver la vida.

Nosotros partimos de que de repente ves algo que te impacta. Tanto es así, que hemos llegado a recibir mensajes en los que se nos ha dicho, que con sólo ver alguno de nuestros vídeos se les ha cambiado su estado de ánimo.

-¿Nos podéis adelantar algo sobre la edición de este año 2023?

Catherine Coury: Estamos haciendo ahora la programación de esta nueva edición. También puedo compartir, que este año formaremos parte de la Red Acieloabierto.

-¡Felicidades!

Catherine Coury: Eso es súper chulo para nosotros, además que hemos disfrutado de bailar dentro de las programaciones de esta red de festivales.

-¿Ya tenéis las fechas en las que se llevará a cabo la tercera edición de Vildanza?

Mario Bermúdez: 22, 23 y 24 de junio.

ADAMA. Foto: Bianca de Villar

ADAMA. Foto: Bianca de Villar

 

-En los últimos meses del año pasado, ustedes estuvieron representando “Adama” por distintos lugares de la geografía española, incluso dicha actividad, a veces incluía alguna master class en el lugar que haya estado en juego ¿Qué tal fue la experiencia de compartir vuestro trabajo, ante perfiles tan diferentes del que ustedes estarán acostumbrados?

Catherine Coury: Me encantó…

El dar lo que ayuda a alguien a introducirse en la danza, para mí es una responsabilidad y es algo que me motiva para dar lo mejor. 

Mario Bermúdez: Lo que nos movía es que el público pueda seguir viviendo el viaje que ofrece Adama. Fue una experiencia muy bonita el cómo el público iba reaccionando. Por ejemplo: En un principio hay quien se mostraba incrédulo, pero al transcurso de la pieza iban bajando esos “mecanismos de defensa”, para luego preguntarnos sobre ella.

Esto es importante para involucrar al público con la pieza. Así, nosotros podemos conocer qué han sentido con la música, la coreografía…

-¿Qué tal ha sido la experiencia en estos días  en Take off Dance (programa de formación de danza de alto rendimiento, que se desarrolla en San Juan de Aznalfarache, provincia de Sevilla)?

Catherine Coury: Estoy súper enamorada de este programa de formación. La verdad que no tenía expectativas sobre lo que me iba a encontrar allí. De hecho, no me he sentido como si estuviera en España, sino como si estuviese en cualquier otro sitio de Europa.

También el nivel de los estudiantes es muy alto: se les nota que tienen mucha experiencia con diferentes coreógrafos, hay mucho cariño hacia lo que hacen, etc… Ellos tenían mucha “hambre” de aprender nuestro repertorio.

Al mismo tiempo, he impartido clases de Gaga.

Lo que me ha llamado más la atención, es que lo común en cualquier lugar de Europa, es que el idioma en el mundo de la danza es el inglés. Y de repente estando en Andalucía, estoy dando clases en inglés para gente de todo el mundo. Yo no he tenido una experiencia así en España, porque he podido expresarme tal cual lo he necesitado.

GARIP. Foto Beatrix Molnar

GARIP. Foto Beatrix Molnar

 

Mario Bermúdez: Es que cada vez que hemos ido a países como Francia u Holanda, te encuentras con proyectos como el que están desarrollando Carolina Armenta y Johan Inger, en todos lados ¿Por qué aquí no?

-Cambiando de tema ¿Cómo os la ingeniáis para estar más o menos al día de la realidad actual de la danza contemporánea, residiendo ustedes en Vilches?

Mario Bermúdez: Nos movemos mucho. Es decir: cuando ha habido algo que nos ha interesado en especial, hemos ido al Teatro Central (Sevilla) o a los Teatros del Canal (Madrid).

También cuando estamos por irnos de gira, miramos las programaciones de los lugares en los que estaremos. Asimismo, lo hacemos con los museos.

Pensamos que nuestra profesión está muy infravalorada, y cuando salimos fuera y vemos que en esos lugares tienen mayores oportunidades de crear algo ambicioso a nivel de pensamiento, nos preguntamos dónde está la danza, y eso nos conduce a volver al origen

Por otra parte, yo aprendo más de los “no” que de los “si”. Es decir: cuando veo algo que no me gusta sé que mi camino no va por allí.

GARIP. Foto Beatrix Molnar

GARIP. Foto Beatrix Molnar

 

-Cuando me acerqué a “Garip” me encontré con algo tan ecléctico, que no he encontrado modo de clasificarla en ningún lado. O dicho de otro modo: Habéis dado con una combinación tan irrepetible, que uno no sabe cómo es que esto sale tan bien.

Catherine Coury: Garip es la primera creación en la que Mario quiso presentarse como coreógrafo de Marcat Dance. Por otra parte, fue la primera pieza creada en España en la que él tenía su tiempo para descifrar qué es lo que quería compartir. Y no menos importante, con qué lenguaje.

Al final, Garip es súper físico, súper ritual… Hay tantas cosas…

Además, con la música de Mercan Dede que ha inspirado mucho a Mario. Con quien tenemos buena relación y nos gustaría seguir trabajando.

Al final, las demás piezas de nuestro repertorio son una evolución de Garip.

Mario Bermúdez: Por ejemplo, yo venía de Inside Kid. En donde le daba mucho peso a la dramaturgia, lo que hacía que perdiera cuál es mi identidad. O sea: Al estar tan pendiente de la dramaturgia, me daba cuenta que en realidad nada tenía sentido.

-¿Cómo ponéis en equilibrio el interpretar con vuestro propio lenguaje, con hacer posible que al público le llegue el mensaje concreto que vosotros intentan transmitir con vuestras piezas? Lo digo más que nada, porque Garip es tan seductora como indescifrable.

Mario Bermúdez: Yo pienso que justo allí es donde va a estar la dramaturgia. Es decir: la interpretación que cada intérprete desarrolla, para no quedarse en un “sólo bailar”. La clave está en qué el intérprete muestre qué es lo que quiere decir con ese paso y ese movimiento. De tal modo, que cada gesto tenga algún tipo de repercusión en el resto del cuerpo, para que así  cada cosa que están contando los intérpretes, será lo que le llegue al público.

Catherine Coury: Me gustaría añadir, que cada intérprete puede valerse de imágenes diferentes sobre lo mismo que está bailando con sus compañeros.

AZAHAR. Foto: BSLG

AZAHAR. Foto: BSLG

 

-De eso se trata la interpretación: Detrás de todo esto, hay un diálogo muy potente…

Desde mi punto de vista, “Azahar” y “Azurro”  son las dos caras de una misma moneda. En el caso de “Azurro”, exponéis movimientos elegantes y estilizados sin tener nada que ver con los códigos de la danza clásica. En cambio, en “Azahar” expandís una suerte de “vitalidad primaveral”: una energía tan fecunda de la que podrían brotar árboles en cada uno de los lugares en los que la habéis representado.

En ambas piezas, habéis demostrado la gran amplitud de posibilidades que hay en vuestro repertorio de movimiento.

Mario Bermúdez: Ambos son trabajos que me encantan, ahora estamos en otras cosas. Lo que no quita que ese material siga allí, y quizás en un futuro pueda volver. De hecho, Catherine ha usado parte del mismo, para el curso en Take off Dance de hace unos días.

De todas formas, hoy por hoy estoy pensando en el “hacia dónde…”, el “de qué color será” lo que se vaya a montar… Son cuestiones en las que ahora me siento más identificado.

-Sin embargo, en “Alanda” nos dibujáis una suerte de “tribu” que continúa sumergida en sus ritos ancestrales, en medio de una España interior antes de ser “civilizada” ¿Cómo habéis llegado a este punto?

Mario Bermúdez: Alanda se creó en Israel. A su vez, ella se vio influencia por mis deseos de volver a Andalucía. De hecho de “Al- Alandalus”, surge su nombre.

Quería contar esa unidad, esos juegos entre los integrantes de la “tribu” que está en Alanda.

ADAMA. Foto: Bianca de Villar

ADAMA. Foto: Bianca de Villar

 

-Cuando la vi sentía que estaba viendo una especie de “documental”, de tal modo que vosotros los intérpretes, actuabais como si no fuese un espectáculo de danza. Lo cual me llevo a otro lugar que no había estado, en tanto espectador.

Mario Bermúdez: Alanda es una pieza que la hemos limpiado y retomado para representarla nuevamente.

Por otro lado, es precioso lo que acabas de decir. Porque lo que buscamos, es que nuestras piezas lleven al público a ese mundo, a esa sensibilidad.

Nosotros queríamos mostrar la sencillez con la que vivía la comunidad de Alanda. Ello es un reflejo de la armonía en cómo que se ha vivido en Andalucía en el pasado; y aunque hubieran personas de diferentes religiones…

-¿Qué me podéis decir de Alanda (versión dueto)?

Mario Bermúdez: Hay varias versiones de Alanda.

Catherine Coury: Alanda (versión dueto) es el corazón de Marcat Dance. Y de esos algo más de siete minutos, Mario supo llegar a una hora.

DUET ALANDA. Foto: Bianca de Villar

DUET ALANDA. Foto: Bianca de Villar

 

-Lo curioso es que Alanda (versión dueto) tiene concentrado todo lo que ustedes expusieron en la versión larga.

Mario Bermúdez: Durante un tiempo Catherine y yo estuvimos a distancia, entonces con este trabajo decidimos contar el qué es estar ahora cerca, luego lejos… No todo es amor, porque la distancia hacía que el otro estuviera presente.

-En cambio, en “Adama” llevan ustedes al público a una dimensión donde no ha habría lugar a la “civilización”. Ustedes como intérpretes “no son personas”, al estar cohesionados con la pieza y los personajes que la componen. Esta pieza va tan a lo “profundo”, que “caváis” con vuestras danzas hacía los confines del subsuelo.

Mario Bermúdez: Ya la palabra “Adama” significa tierra, entonces nosotros nos fuimos a la raíz. Nosotros somos “raíces” que se entrelazan, se unen y no saben cuál es su destino. Por eso no hay  “personificación” de los personajes, sino que hay una intención. 

También en la época de la pandemia, nos influyó a la hora de crear personajes deseosos de querer bailar, de salir de la tierra.

DUET ALANDA. Foto: Bianca de Villar

DUET ALANDA. Foto: Bianca de Villar

 

-Se nota que es una pieza que tiene mucho “relieve” en vuestra composición, y en consecuencia, la pieza tiene mucho ritmo.

Mario Bermúdez: Claro. También está el retorcerse, lo tribal, etc.… Este tipo de palabras son las que nos decíamos para esta creación.

-Eso conectaría de algún modo a “Anhelo” con “Alanda” y “Adama”. No sé si en este caso la palabra sería “trilogía”… Pero sí que percibo, que tú como coreógrafo, has querido ir mucho más lejos con cada una de estas piezas.

Mario Bermúdez: Son de las pocas obras que tengo para Marcat Dance (a la que se sumaría “El Bosque”).

Esa idea de algo que emerge de dentro de vuestras entrañas, también está muy presente en “Anhelo”. Por ejemplo, el personaje que interpreta Mario (unas veces más, o otras veces menos) quiere salir hasta de su propio cuerpo, dado el “impulso vital” que le invade. Favoreciendo a que se vaya desarrollando una suerte de “antropología” de la “tribu” que vive en “Anhelo”. Ya que al fin al cabo, en ella también hay relaciones humanas en las que, nosotros los espectadores, podemos conectar.

Mario Bermúdez: Anhelo está inspirada en la acción de anhelar como seres humanos. Y  todo el mundo se puede identificar con esta pieza, porque todos nos caemos y nos volvemos a levantar.

Entonces, mi personaje estaba trabajando en esa casa para plantar los cimientos con la arena haciendo la mezcla a base de la repetición de una misma acción. Hasta que te duele todo, porque lo que uno anhela es estar en casa con la familia.

-Era interesante como tu personaje contagiaba a veces a los demás, y éstos, de repente, tenían también sus “anhelos” (a pesar que habían momentos en que se reafirmaban como grupo, al verte como el “diferente”).  Es más,  te diría que “Anhelo” me ayudó a entender un poco más “Alanda”…

HUESOS DE MADERA. Foto: BSLG

HUESOS DE MADERA. Foto: BSLG

 

Bueno, vámonos a “Huesos de madera”. Es de esos ejemplos del qué nos puede ofrecer hacer artes escénicas. Es decir: En “Huesos de madera” abordáis la realidad de tu tío Antonio Gil Pérez. Y no sé si esto te ayuda gestionar para ti lo que supuso vivir la condición de tu tío. Pero no me queda duda de que “Huesos de madera” hace universal una situación concreta de una persona concreta.

Había cosas que no me llegaban de este trabajo, y no porque esté mal hecho (ni mucho menos), sino porque  es tan privado lo que se cuenta allí…

Mario Bermúdez: No todo el mundo ha pasado por esta experiencia, y por eso esta pieza pueda resultar un poco distante. Es como la emoción que yo tengo y eso se puede interpretar de muchas maneras.

En Huesos de madera yo quería abordar la realidad de las personas que han tenido un accidente, y pasa por fases como: la negación, la frustración, la ira… Y ello hace de la pieza algo muy teatral, muy estática.

Es lo más diferente que he hecho, y que a la vez, se podría conectar con el lenguaje del movimiento que encontramos en “Azurro”.

-Las artes escénicas, fundamentalmente, son un acto comunicativo. Y a pesar de que a mí no me llegase con precisión el mensaje de “Huesos de madera”, sentía el privilegio de estar presente en esta emisión.

 Mario Bermúdez: Qué interesante lo que dices.

-¿Qué nos podemos encontrar las personas que vayamos a ver “El Bosque” en el Teatro Central (Sevilla) los próximos 10 y 11 de febrero?

Catherine Coury: Vais a encontraros con un viaje sensorial, con la música en directo de José Pablo Polo. Y justo El Bosque es la música, en el cual estamos dentro.

Nosotros hemos investigado muchísimo con los movimientos de los animales, como inspiración más que como una “imitación”.

-¿Es posible que sea un más allá de “Adama”?

Catherine Coury: Para mí El Bosque es único.

Mario Bermúdez: Tiene algo de Adama, pero es más transformador. Es decir: hay un “viaje” más largo (Adama tiene  treinta dos minutos), y también en El Bosque nosotros nos podemos adentrar como humanos, como animales, como árboles, como brisa…, y sobre todo, como sonido. Obviamente, esto está expuesto de una forma muy vanguardista.

Nosotros abordamos en los sonidos que tienen todo ese tipo de cosas. Siendo que la audición es de los sentidos más difíciles de representar y menos desarrollados que tenemos.  

Os vais a adentrar en El Bosque de Marcat Dance...

Catherine Coury: Por otra parte, es el primer trío que tenemos de una pieza larga, el cual está formado por los tres bailarines que hemos estado bailando todos los días (Mario Bermúdez, Marilisa Gallicchio y yo). La cosa es que, normalmente, somos una compañía que funciona por proyectos, y así nuestros bailarines vienen para un proyecto, y al finalizar se van.

-O sea que en este caso, ustedes serían más “familia” que un “estructura” ¿no?

Catherine Coury: Eso es.

Mario Bermúdez: También “compañía”, porque esta palabra no es “proyecto”. Es decir: Marcat Dance lleva más de cinco años y ya está consolidada.

-¿Hay algo más que les gustaría añadir de lo que tenéis programado de aquí al verano de este año? ¿Otro tipo de proyectos?

Mario Bermúdez: Sí, tenemos una gran producción, que será un nuevo principio.

-¿Cuál es el nombre de la pieza?

Mario Bermúdez: Averno (que significa infierno).

O sea que todo vuestro trabajo se basa en meter al público en distintos “paisajes” (tanto internos como externos) ¿no?

Mario Bermúdez: Puede ser.

-¿Tenéis alguna fecha de estreno? Si se puede decir, claro.

Catherine Coury: Se estrenará este año 2023.

 

 

 

 

 

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