Por Lorena G. White
Dieron el golpe en verano y se van a quedar en otoño, la clave de este accesorio, el ‘Chunky Necklaces’ es su aspecto rotundo, su colorido y su gran tamaño (hasta hacer casi un “efecto babero”). A partir de ahí, todo depende del estilo con el que se quiera llevar: los hay más laboriosos, con abalorios, con plumas, acero, metálicos, envejecidos, más vistosos, elegantes o informales.
El nombre de ‘Chunky’ viene de un concepto inglés que se utiliza para dar la cualidad de excesivo, abundante y fornido, que es el efecto que estos colgantes dan a cualquier look. Por tanto, no hay que tener miedo de que sean demasiado excesivos porque es precisamente eso, el exceso, lo que estos collares buscan provocar. Están inspirados en el mundo marinero, con nudos; la cultura africana; el arte y la escultura; las labores más minuciosas con abalorios y bisutería y a menudo te recordarán a esos collares egipcios que solían llevar los faraones.
El estilo ‘chunky’ también está muy presente en anillos y pulseras y tienen la ventaja, para las que no solemos llevar accesorios, de no tener que llevar muchos, porque al ser tan grandes y llamativos, estos collares, anillos y brazaletes, captan de por sí toda la atención, aunque lleves una sola pieza. En el caso de los collares, quedan bien combinados con vestido, para una ocasión más formal, pero para el día a día, son el perfecto complemento si quieres darle un poco de vida al cuello de una camisa.
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