Con esta pandemia perdemos todo aquello en lo que habíamos puesto nuestros últimos esfuerzos: desaparecen nuestras reservas. Declaraba la bailarina, creadora y profesora de danza, Paula Carmona Jiménez. Quien reflexionaba sobre las arrolladoras consecuencias de la propagación del virus COVID-19 en España. Dejando a los profesionales de las artes escénicas en una incertidumbre que agravará la situación de precariedad, en la que suele estar inmersas las personas de dicho sector.
¿Cuáles fueron parte de las medidas que el Gobierno Central emprendió entre finales de marzo y el 1 abril, a los que conforman al sector cultural? A las que a éstos últimos les resultaron insuficientes, porque consideraban que no atendían a sus demandas; en consecuencia el sector cultural decidió constituir una alianza con 33 asociaciones de todos los colectivos que lo conforman, para elaborar un documento llamado: “52 Medidas extraordinarias para afrontar las consecuencias de la crisis sanitaria provocada por le COVID-19 en el sector de las Artes Escénicas y la Música”. Así el Gobierno Central pudiera tener una guía hecha por los que conocen de primera mano esta realidad, como también, tener un punto de partida con qué negociar con el mismo.
Después de numerosas conversaciones, con diversas asociaciones y plataformas del sector cultural con el Gobierno Central, éste presentó unas medidas que se ven bien reflejadas en dos artículos publicados (los pasados 26 de marzo y 1 de abril) en la página oficial de la Red Española de teatros, auditorios, circuitos y festivales de titularidad pública, en donde se comunicó que el Gobierno Central de España recuerda que las pymes y los autónomos del sector cultural se pueden acoger a la línea de avales aprobada por el gobierno, que además esta administración pública se compromete a ampliar las ayudas al sector cultural, ampliando plazos de ejecución de las ya concedidas y su justificación, para contribuir a dotar al sector de liquidez, por ejemplo,a través llevar a cabo un ERTE.
La dotación de esta línea de avales garantizada por el Gobierno Central es de 100.000 millones de euros, que será gestionada a través del ICO (Instituto de Crédito Oficial), que avalará la financiación otorgada por diferentes entidades de crédito, entidades de dinero electrónico, y entidades de pago a empresas y autónomos. Para así atender a las necesidades que puedan estar relacionadas con sus costes fijos, y otros compromisos con su actividad profesional. Sin embargo, si los solicitantes están en situación de morosidad a 31 de diciembre de 2019, o en un procedimiento concursal a 17 de marzo de 2020, no podrán acceder a ellas.
Asimismo, el Gobierno Central facilitará una prestación extraordinaria por cese de actividad para los autónomos de seis meses a un año, dado el carácter descontinúo de estas disciplinas. O qué decir, en que no habrá desahucios por impagos de inmuebles de uso para el desarrollo de estas disciplinas, no se cortarán en dichos espacios los servicios de agua, luz; como también, se ofrece aplazamientos de pagos de las cuotas de la Seguridad Social, o el establecimiento del subsidio por desempleo por cese de contrato temporal.
Por otro lado, desde el pasado 4 de abril empezó a movilizarse por la red, el documento conjunto que se titula “52 Medidas extraordinarias para afrontar las consecuencias de la crisis sanitaria provocada por le COVID-19 en el sector de las Artes Escénicas y la Música” , el cual se presenta como un gran acuerdo, algo inédito desde restablecimiento de la democracia en este país. A la par, reivindica el peso social y económico que tiene: ya que todo el sector genera unos 1000 millones de euros en España al año. Lo cual se ha visto intensificado, por el crecimiento del consumo en estas últimas semanas en que la población española que se mantiene en sus lugares de residencia.
Ahora bien, la idea es aunar fuerzas, hacerse entender de cara a todas las Administraciones Públicas, y a la sociedad en general, ya que aún el sector no se ha recuperado económicamente del impacto de la crisis de 2008, y debe ahora hacer frente a la suspensión en el periodo marzo-mayo 2020 de unas 30.000 funciones y a unas pérdidas superiores a los 130 millones de euros. Sin mencionar que son conscientes que la vuelta a la normalidad dependerá del qué tanto se tarde en volver a permitir las reuniones masivas en teatro, en salas, o qué decir sobre que probablemente, al público le cueste ir con regularidad a los teatros una vez levantadas dichas restricciones. Asimismo hay que tener presente, el esfuerzo que supondrá reprogramar fechas suspendidas, y si esto pondrá en auténtico peligro que se realicen muchas actividades previstas para los próximos meses: festivales, ferias, estrenos de nuevas producciones, etc.
Estas 33 entidades presentan un documento que reclama que nos pongamos a la par que los países de nuestro entorno, con políticas que consideren la propia idiosincrasia del sector, y potencien la presencia de público al mismo, con medidas como:
- Reprogramación de las actuaciones suspendidas, como también, el pago anticipado de al menos una parte de lo que fue aplazado. En esta línea, la ejecución íntegra del presupuesto de gasto destinado a las Artes Escénicas y la Música, consignado por las Administraciones Públicas para el año 2020.
- Revisión y modificación de los programas que impulsan las redes autonómicas de exhibición y PLATEA; o la aclaración sobre la extensión del “concepto de fuerza mayor en los contratos públicos”.
- Solicitan el aplazamiento de la cuota de Seguridad Social (tanto para los autónomos como para los trabajadores): durante el Estado de Alarma y un tiempo después que se reanude la actividad con normalidad. De forma complementaria, consideran vital “permitir la compensación por pérdida a las a empresas y profesionales autónomos del sector artístico, sin tener que acreditar una reducción significativa”.
- Proponen el acceso al subsidio por desempleo para aquellos trabajadores de la cultura, que acrediten, al menos, la realización de 20 actuaciones en el últimos año y/o que acrediten una cotización en el plazo de los últimos 6 años, o desde la última solicitud de alguna prestación de desempleo, equivalente a 80 días cotizados en alta o alta asimilada.
- Reducción del IVA y el IGIC en el precio de entradas y contrataciones artísticas, el aplazamiento de la deuda tributaria, reducción de impuestos de sociedades, la reducción del IBI durante varios ejercicios fiscales, o la tasa de ocupación de la vía pública para las artes y artistas de calle.
Cristina Hernández Cruz
Soy licenciada en arte dramático (interpretación textual), tengo formación en danza y música. Trabajo como creadora e intérprete para mi propia compañía, también para otras compañías y en docencia (teatro).
¿Qué repercusiones a nivel económico y de tu desarrollo profesional, te está suponiendo estar en medio de esta crisis sanitaria?
A nivel económico supone la suspensión de cualquier entrada económica porque todas las actividades que tenía previstas para marzo, parte de abril y probablemente mayo (se están barajando nuevas fechas) se han cancelado o suspendido. El taller de teatro se ha cancelado, la actividad es probable que continúe después de la cuarentena pero no se recuperarán sesiones.
Bolos de mí compañía cancelados y bolos para otras compañías suspendidos.
También supone que no se generen nuevas opciones de trabajo: castings…
¿Eres capaz de hacer a día de hoy, un pronóstico de las consecuencias que tendrá dicha crisis en tu trabajo, y en el del sector en el que te desenvuelves?
Primero que las salas privadas registran pérdidas, por lo que los contratos existentes y posibles parecen peligrar.
Segundo, el espacio aéreo cerrado supone la imposibilidad de movilidad geográfica, gran parte del trabajo que desarrollo ahora mismo es fuera de la isla (Islas Canarias). Meses cotizando sin más entrada que la ayuda de la mutua si es que la recibes, implica empobrecimiento generalizado.
La paralización de la mayoría de los puestos de trabajos, supone que tardemos todavía más de lo habitual en cobrar facturas atrasadas.
El empobrecimiento generalizado de la población, creo que repercutirá en la asistencia de público en las salas.
En la línea de lo anterior ¿Cómo estás desarrollando tu actividad profesional, en estos días de estado de alarma sanitaria?
Me dedico a intentar cuidarme de la mejor manera posible, seguir estudiando, intentando hacer trabajo de oficina que siempre hay pendiente, y tal vez para empezar algo nuevo. Todo esto es trabajo personal, que por supuesto no es remunerado
¿Hay algo que te gustaría añadir?
Me llama la atención que prácticamente el primer sector que se haya visto afectado por el cierre haya sido el sector cultural. Que no se tomen inmediatamente medidas específicas, y no se tenga en cuenta que somos trabajadoras intermitentes, que nuestra actividad se desarrolla en un contexto que no tiene sentido sin público o sin alumnado. Me parece que, una vez más, se muestra falta de sensibilidad y de respeto hacia nuestro trabajo.
Paula Carmona Jiménez
Soy Paula Carmona Jiménez, me dedico a la danza desde hace algo más de 10 años.
He trabajado para algunos coreógrafos, músicos, productoras de videoclips. Asimismo, imparto clases y creaciones en colectivo.
Actualmente mi trabajo se centra en la compañía Proyecto NaNa, que codirijo con mi compañera Teresa Martín Sauceda. Tenemos en marcha varios espectáculos de formato familiar tanto de sala como de calle. www.proyectonana.com
En concreto uno de ellos: NaNa, una canción de cuna diferente nos ha dado muchas alegrías, además de un Premio Fetén en su estreno en 2018, y una hermosa gira durante estos tres años.
¿Qué repercusiones a nivel económico y de tu desarrollo profesional, te está suponiendo estar en medio de esta crisis sanitaria?
A nivel económico para la compañía la parálisis es total: toda la gira de esta primavera está cancelada. Es posible que alguna de las actuaciones se posponga para otro momento, pero para muchas otras no hay esa posibilidad.
También esto nos ha pillado inmersas en el proceso creativo de una nueva pieza de la que hemos tenido que cancelar los ensayos. Estamos intentando no paralizarlo del todo haciendo «ensayos» online, a través de videollamadas y trabajando con material audiovisual de ensayos previos. Hemos descubierto que esta nueva manera de trabajar nos permite apreciar otras cosas.
Estamos adaptándonos a la situación para no quedarnos completamente paradas.
Igualmente nuestro trabajo de bailarinas requiere de un cuerpo entrenado y trabajado. Los entrenamientos que normalmente compartimos con otros profesionales en salas dedicadas a ello, ahora lo adaptamos en solitario a las dimensiones de los salones de nuestras casas. Pero si es verdad, con más tiempo para dedicarle a ello.
¿Eres capaz de hacer a día de hoy, un pronóstico de las consecuencias que tendrá dicha crisis en tu trabajo, y en el del sector en el que te desenvuelves?
Desde nuestra experiencia y la de otros tantos compañeros que nos rodean, el CODV-19 llega en un momento en el que las compañías ya vivían un estado de suma fragilidad debido a la ausencia de Gobierno y de presupuestos, por la crisis política de 2019.
Ya desde la segunda mitad del año anterior, el número de espectáculos programados cayó debido a los cambios en la esfera política de las Comunidades Autónomas, a la ausencia de Gobierno y Presupuestos Generales con las que se pudiesen afianzar programas y circuitos, en los que compañías, como la nuestra, ejerciésemos nuestra labor.
En Andalucía si cabe, este hecho ha sido más patente puesto que parte de los presupuestos de la Junta de Andalucía destinados a las artes escénicas se han vieron divididos en favor del arte sacro y las artes tradicionales, a pesar de que ambos sectores contaban con partidas de festejos y de la Iglesia.
A día de hoy, esta crisis sanitaria llega cuando numerosas compañías comenzábamos a ver la salida de un largo túnel. Esperando conocer las partidas de Cultura y preparándonos para solicitar ayudas y subvenciones al sector. Todo ello para recomenzar después de meses de parón de nuestro trabajo: para reponer en marcha la “rueda” y volver a girar. Todos nosotros debilitados por la realización de grandes esfuerzos (a todos los niveles), para sostenernos y producir de nuevo obras con las que volver a impulsarnos.
Con esta pandemia perdemos todo aquello en lo que habíamos puesto nuestros últimos esfuerzos: desaparecen nuestras reservas.Somos de los primeros sectores afectados (puesto que la cancelación de funciones y la ausencia de público comenzó 10 días antes del Estado de Alarma) y seremos de los últimos en poder ofrecer nuestros “productos” al público: tendremos que esperar a que cesen todas las medidas preventivas para reunir al público.
Si a todo esto le sumamos que, dada la fragilidad económica sobre la que están construidas nuestras “empresas”, no podemos demostrar gran parte de nuestro trabajo de forma legal (ensayos, espacios destinados al mismo, materiales, etc.) esto nos hace más vulnerables aún a la hora de presentar nuestras pérdidas, y nuestra falta de ingresos frente a los organismos pertinentes.
En la línea de lo anterior ¿Cómo estás desarrollando tu actividad profesional, en estos días de estado de alarma sanitaria?
Como explicaba anteriormente, para no paralizar por completo hago trabajo físico de mantenimiento en casa y «ensayos online», revisando material ya filmado y trabajo de mesa de la nueva creación
¿Hay algo que te gustaría añadir?
Dar las gracias de nuevo, por visibilizar nuestra situación y darnos la posibilidad de expresarnos.
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