Dentro del Ciclo POP CAAC, el Centro Andaluz de Arte Contemporáneo se viste de gala para recibir a Lagartija Nick, una de la mejores bandas de rock, con trayectoria de tres décadas sobre el escenario. La cita es el jueves 26 de julio, y junto a la banda granadina estarán Delbosque y Dr Música Ismael Dj.
El que ama, arde.
Y el que arde, vuela a la velocidad de la luz
José Val del Omar
La banda de Antonio Arias ha desarrollado una carrera tan brillante como temeraria. Se han suicidado varias veces. Y siempre cuando les iba bien. Han abrazado los extremos con pasión. Han pisado el acelerador contra el muro para elevarse con el impacto. Arias dice que su universidad fue 091, donde ocupa la plaza de bajista en los ochenta. Eric Jiménez ensayaba en el local de al lado. Ambos solían juntarse para tocar temas de Siouxsie & The Banshees.
En 1991, la formación, completada con los guitarristas Juan Codorniú y M.A.R. Pareja, planta las bases de su lenguaje en Hipnosis, uno de los discos de debut más excitantes del rock español. Tensión electrificada. Vicio y paranoia en la voz-proclama de Antonio Arias. Descargas de punk-rock artie, visionario y anfetamínico. Atmósferas futuristas. Flashes perturbadores. Riffs tóxicos, entre Ron Asheton, Thurston Moore y John Cipollina. Un calambrazo de ideas en la resacosa escena nacional de la época.
En 1992 dan el salto de una discográfica independiente a una multinacional —vaivén habitual en su singladura— y lanzan Inercia, obra cumbre de los granadinos, ya con un sonido poderoso y un ramillete de clásicos inmediatos (Nuevo Harlem, Universal, Satélite…). Un discurso adictivo e inquietante. En su miscelánea caben la obsesión por la astronáutica, la máquina de escribir de Dylan, la psicodelia ácida y el consumismo visto en collage, como en la Generación Beat. La sónica se oscurece en Su (1995). Persiguen a Enrique Morente por las calles del Sacromonte y el Albaicín. El resultado del encuentro trasciende al cantaor flamenco y a los rockeros: Omega (1996). Federico García Lorca y Leonard Cohen, hermanados por los más inquietos y resbaladizos de Granada. Se cerraba un círculo. Nacía algo nuevo. Un antes y un después. El revolucionario trabajo con Morente le cambia la vida a Antonio.
Cuando todo el mundo está pendiente de Lagartija Nick, la banda se transforma, huye de la zona de confort y sale por la tangente con un álbum kamikaze: Val del Omar (1998). Arias, muy dado a entregarse a sus maestros hasta las últimas consecuencias, descubre en José Val del Omar —inventor, pionero tecnológico, cineasta y poeta— a su padre artístico, a los que siguen Lagartija Nick (1999) y Ulterior (2001), Lo Imprevisto (2004), El shock de Leia (2007), Larga duración (2009), Zona de conflicto (2011) y Crimen, sabotaje y creación (2017)