Los próximos 12 y 13 de octubre se estrenará en el Teatro La Fundición de Sevilla, Creadoras en el Epicentro, una iniciativa de Manuela Nogales Danza para dar impulso a tres de sus bailarinas en activo: Lucía Vázquez Leticia Gude y María Moguer. Evento que formará parte de la programación de la presente edición del feSt Festival de Artes Escénicas de Sevilla.
Una vez más el feSt coordina diversos espacios escénicos de Sevilla para ofrecernos una variada y curiosa programación durante trece días. En esta ocasión, me centraré en Creadoras en el Epicentro, entre otras cosas, porque este proyecto procura poner en valor a mujeres profesionales en Andalucía, a través de tres solos independientes creados e interpretados por Lucía Vázquez, Leticia Gude y María Moguer. Ahora bien, en todo esto Manuela Nogales desempeñará el papel de «comisaria» de dicha actividad, reforzando la idea de que «la danza es un instrumento de gran posibilidad para dar paso a la mejora de las libertades y las igualdades, y el proyecto trabaja para contribuir al conocimiento de la situación de vulnerabilidad de las mujeres e incidir en su poder de creación».
En esta línea, “tras la función del día 12 de octubre, hay un encuentro abierto al público asistente, en el que participarán, además de las tres creadoras, Manuela Nogales, coreógrafa y directora del proyecto, y Carla Carmona, doctora en Filosofía. Abordarán la cuestión del silenciamiento de las mujeres en el sector, explorando datos empíricos con la ayuda de herramientas de la epistemología contemporánea”.
Sin más que añadir, les doy pasos a las sinopsis de las tres piezas que formarán parte de estas dos noches de Creadoras en el Epicentro:
Clinamen – Leticia Gude
Clinamen alude a un término acuñado por el filósofo y poeta romano Lucrecio, que se refiere a la espontánea desviación de la trayectoria de los átomos, que rompe la cadena causal, determinista, de su movimiento, introduciendo así un fundamento físico para justificar la acción libre en los seres humanos y en el azar. Arrastrada por la huida del tiempo, rechazada en el pasado, proyectada en el futuro, la felicidad parece difícil de captar. Caminos de búsqueda y estados del cuerpo al contemplar y asumir si realmente libertad y placer pueden ser la clave final para el entendimiento de una misma y del mundo que nos rodea.
Bajo el árbol – Lucía Vázquez
Con música original de Miguel Marín Pavón, nace de la unión de varias ideas sobre la luz, las sombras y el aire, con la máxima: ‘Bajo el árbol, el dolor es viento’ e influencias de artistas interesados por el espacio. ‘Para dibujar un árbol se necesita un atento espíritu de observación. Los elementos son siempre los mismos: tronco, ramas y hojas. Sin embargo, cada árbol es único y tiene su propia historia que contar’. Esta obra nace de la unión de varias ideas sobre la luz, las sombras y el aire, con la máxima: ‘Bajo el árbol, el dolor es viento’ e influencias de artistas interesados por el espacio. ‘Para dibujar un árbol se necesita un atento espíritu de observación. Los elementos son siempre los mismos: tronco, ramas y hojas. Sin embargo, cada árbol es único y tiene su propia historia que contar.
Mare Nostrum – María Moguer
Los pueblos bañados por el Mediterráneo comparten costumbres, músicas, carácter, clima, aunque cada uno guarda su idiosincrasia. Es elemento común a estas culturas las duras labores en el campo y el mar, realizados por las mujeres, añadidas a las del hogar, y los cuidados de la familia. Es una coreografía rítmica, agotadora, interminable, al son de canciones tradicionales, que alivian y acompañan la dura tarea. La obra bucea en estas danzas y músicas y rinde homenaje a estas mujeres.