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Lamento decir que lo que más me ha llegado de Cuerpos y Otros Territorios ha sido el cómo se ejecutó en vez del contenido que la sustenta, por ello me he decantado en esta crítica, a comentar lo que estimo como lo más importante al respecto. Esto es: Que quede por delante, que esta pieza es un trabajo que está cerrado, y que precisamente, en el Certamen Pasolini del Teatro TNT no ha sido su estreno. Por tanto, se ha tenido el tiempo suficiente para ajustar, madurar, y demás cosas por el estilo; a aquello que precise ser reforzado una vez que las cosas que la componen estén situadas acorde a las decisiones, que han hecho posible la cohesión de un trabajo en cuestión.

 

En esta línea, una de las cosas que llevan consigo el que las artes escénicas sean disciplinas de carácter efímero, es que por más que uno ya tenga un montaje, éste “no  ha sucedido” hasta que se está volviendo a representar (tómese en cuenta que la etimología de la palabra representación, nos remite a hacer presente lo que está ausente). O dicho de otra manera: las previas representaciones de un montaje que uno ha estado llevando a cabo son similares a los pliés que se hayan hecho en el pasado teniendo una barra al lado, lo cual no garantiza que los siguientes pliés “ya estén hechos”, y menos aún, con su adecuada corrección técnica. A dónde quiero llegar, es que esta creación de Arantxa Lecumberri  a veces sacaba a relucir una serie de descuidos venidos, sobre todo, de no haber tenido sus responsabilidades con el público y con la danza, en consonancia a estar actuando dentro del circuito profesional.

Foto: Alain Dacheux

Foto: Alain Dacheux

 

Ya no sólo me estoy refiriendo a algunas ejecuciones de movimientos, que haya algunos desequilibrios realizados por alguna de sus intérpretes que no hayan sido creíbles en su interpretación; sino que además, que se oían golpes en varias recepciones con el suelo, caminatas, o qué decir a la hora de manipular alguno de los bloques que forman parte de la escenografía de Cuerpos y Otros Territorios. Por tanto, Si emerge algún tipo de ruido o sonido, que sea, exclusivamente, porque se quiere hacer énfasis en algo que se ha previsto interpretar de esa manera. Cualquiera puede tener uno o siete descuidos sobre el escenario dada alguna eventualidad, pero aquí era evidente la falta de mimo hacía un trabajo propio.

Piénsese que cuando uno está interpretando la pieza de un tercero, uno ha de desenvolverse dentro de los límites que el coreógrafo y el director hayan pautado. Pero cuando se trata de un trabajo propio, lo anterior se agrava en el momento que es algo personal, algo que representa el imaginario que una está desarrollando a lo largo de su trayectoria profesional… He allí que recomiende que este trabajo vuelva a una sala ensayo durante un mes. Y una vez estando en  ello, invertir una semana en recibir el asesoramiento/mirada externa de un profesional de confianza, para terminar de recomponer varias de las inconsistencias que he localizado (o lo que consideren conveniente) en Cuerpos y Otros Territorios.

Lo más inquietante de todo lo que les comento, es que esta pieza tiene una estructura bien elaborada; en la que hay un investigación escénica nada desdeñable; momentos poéticos y sugestivos, como cuando transitan las tres bailarinas sobre las escaleras que construyeron con los bloque de su escenografía, etc.… Sí es que encima, fue un trabajo que fue de más a menos. Es decir: en la mayor parte de su representación me tenían en sintonía con lo que estaban haciendo, y con ganas de conocer qué tan lejos eran capaces de llegar. Pero cuando caí en la cuenta que su falta de conciencia estaba latente, confirmé que no tuvieron una «mala noche”.

Foto: Alain Dacheux

Foto: Alain Dacheux

 

Ojalá estas palabras revitalicen a esta profesional valenciana y a su equipo para que nos ofrezcan sin mediatización alguna, todo lo que está contenido en cada una de ellas. No tengo ninguna razón para pensar que estas profesionales más pronto que tarde, no vayan redirigir todo lo que tengan que seguir persistiendo, hacia a un mejor recaudo. Sino ¿Por qué dedicarse a escribir sobre artes escénicas, incluyendo los momentos incómodos que suponen redactar una mala crítica de un espectáculo con un gran potencial?

 

 

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