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Por Sandra Quiroz de Afribuku | Fotos Carl de Souza/AFP

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Cyrus Kabiru (Nairobi, 1985) es un artista autodidacta de Kenia y uno de los representantes de la nueva generación de artistas plásticos africanos. Sus trabajos normalmente son representaciones humorísticas de la vida contemporánea en Kenia, y es especialmente conocido por sus gafas artísticas C-STUNNERS, hechas con materiales reciclados. La obra se sitúa entre la moda, el arte, el diseño y el espectáculo, y captura la sensibilidad y la actitud de una generación de jóvenes de Nairobi. Kabiru ha participado en exposiciones colectivas en Europa y Medio Oriente, y como autor individual ha presentado su trabajo en ciudades como Londres, Paris o Dubai. El músico estadounidense Bobby Womack usó uno de sus modelos de ‘C-STUNNERS’ en la portada del número de diciembre de 2012 de la revista Clash. Sus impresionantes creaciones han aterrizado por primera vez en Estados Unidos, donde se encuentran expuestas del 1 al 9 de marzo en la galería Frank Pictures en California, en colaboración con la galería británica Ed Cross Fine Arts. Y si esto no era suficiente, durante esta primera visita a Estados Unidos, Cyrus ha participado en la conferencia  “El joven, el talento y el desconocido” de TEDTalks  en Long Beach, California. Tras el éxito del vídeo de la escritora nigeriana Chimamanda Adichie, otro joven africano se lanza a la aventura de las charlas TED, esa gran plataforma sin ánimo de lucro que se dedica a  compartir ideas que merecen ser difundidas. Kabiru ha demostrado que la imaginación es un arma sin límites que traspasa las fronteras del arte. Su trabajo forma parte de un nuevo movimiento de arte innovador que se basa en el compromiso comunitario mediante el uso de materiales que forman parte de la cotidianeidad. Afribuku ha tenido la oportunidad de entrevistarle poco antes del estreno de su nueva exposición en Estados Unidos.

¿Cómo comenzaste en el mundo del arte?

Yo soy autodidacta, empecé cuando era pequeño. Soy un artista visual: pinto, esculpo, reciclo y creo gafas. Me crié en los suburbios de Nairobi y desde pequeño me acostumbré a ver basura. Todos los días cuando me despertaba era la primera cosa que veía. Así que empecé a pintar y añadir en mis pequeñas creaciones los objetos que encontraba.

¿Y de dónde viene la idea de las gafas?

Mi padre fue quien me inspiró a crear gafas. Cuando era pequeño deseaba que me pusieran gafas, pero dada la situación familiar mi padre no me las compraba. En aquel tiempo era caro comprar un par de gafas, así que una vez me dijo: “Si quieres unas gafas las vas a tener que conseguir tú mismo”. Y fue así como empecé a buscar materiales entre la basura, y con papel, madera y alambre creé mi primer ejemplar.

¿Cómo reaccionó tu familia?

Empecé a crear con todo tipo de objetos que encontraba, y las peleas comenzaron en casa entre mi padre y mi madre porque utilizaba cucharas, tenedores y cualquier cosa que encontraba para seguir mi labor. Fue entonces cuando mi padre me dijo que si diseñaba unas gafas, debía explicar la historia que había detrás de cada modelo. Por esta razón, todas mis gafas tienen un por qué, digamos que tienen su propia historia. Lo que empezó como un juego de niños se convirtió en mi vida: crear gafas a partir de materiales reciclados. Hasta en el colegio intercambiaba mi trabajo por deberes con los otros niños.

¿Eres entonces un artista autodidacta por necesidad o por elección?

No (risas). Yo no era bueno en la escuela, siempre era el niño cuyos padres nombraban como mal ejemplo. Cuando terminé el instituto mi padre quería que estudiara electrónica pero a mí no me interesaba. Decidí perseguir mi sueño, vivir, respirar y sentir el arte. Entonces, a mi padre se le metió en la cabeza que estudiara Bellas Artes pero también me negué, simplemente porque no quería seguir las reglas de ningún profesor. Ahora soy libre y lo que quiero es seguir mis propios instintos y ser yo mismo.

¿Tienes algún artista favorito? ¿Has tenido alguna figura referente que haya influido en tu obra?

La verdad es que no, nunca he tenido ningún modelo al que seguir y tampoco tengo ningún artista favorito concreto. Puedo decir que la gente con la que trabajo y comparto mis ideas son mis artistas favoritos. Cualquier artista africano me inspira.

Pero ahora tú te has convertido en una figura referente, un ejemplo para muchos jóvenes en Kenia…

Ahora después de tantos años sí. La misma comunidad que me rechazaba ahora me considera  un modelo a seguir y soy la persona que los padres dicen a los niños que deberían ser. Es algo que asumo con mucha responsabilidad y respeto.

¿Qué pretendes transmitir con tu trabajo?

A través del arte quiero transmitir una nueva forma de comunicación entre el medio ambiente y el público, entre los materiales que utilizo y lo que trato de expresar a través de ellos. Soy una persona muy comprometida con el medio ambiente y es lo que le da un sentido a mi trabajo. Sabes, los keniatas piensan que el arte es sólo para los wazungu (los blancos) y para los ricos, y eso no es verdad. El arte es para todos. Quiero mostrar el arte de Kenia y el arte de África a la gente. Quiero que la gente conozca algo bueno de África. Durante muchos años occidente ha pensando que los artistas en África utilizamos objetos usados por necesidad, porque no tenemos acceso a otros materiales, y eso no es verdad. Hay artistas africanos contemporáneos como El Anatsui de Ghana que ha demostrado un profundo compromiso con los objetos y su transformación en algo creativo.

¿Es fácil vivir del arte? ¿Tienes algún apoyo del Gobierno o de alguna organización?

¡No! Aquí en Kenia, como en muchos otros países, no es fácil vivir del arte y no tengo ningún apoyo del Gobierno. La financiación para hacer lo que me gusta la consigo a través del apoyo de amigos, de organizaciones artísticas y de lo que gano vendiendo algunas de mis piezas. No quiero hablar de política ni del Gobierno, pero es cierto que si no nos dedicamos a las danzas tradicionales o de los masáis, entonces no nos cae nada.

Eres más conocido por tu trabajo de las C-STUNNERS ¿De dónde sacas los materiales que utilizas hoy en día?

De todas partes. Aunque como te he dicho antes, adoro la naturaleza y esa es la razón por cual me gusta trabajar con materiales reciclados. Si voy por la calle y encuentro algo interesante, lo cojo y sigo: latas de betún, piezas de coche, chapas de botellas, cucharas, alambres, latas de refrescos… son los materiales de los que están compuestas mis gafas C-STUNNERS. Creo en la idea de dar una segunda oportunidad a la basura. Quiero que la gente se pare a pensar en esto, en dar una segunda oportunidad a los “desechos”.

¿Qué significa C-STUNNERS?

C-STUNNERS es un  juego de palabras. La C viene de mi nombre Cyrus y STUNNERS porque son ‘impresionantes’. Detrás de cada pieza hay una historia hecha con materiales reciclados que se transforman en una nueva forma de comunicación social.

cyrus-arte-revista-achtung-2¿Tienes alguna pieza favorita?

No, cada nueva creación es mi favorita.

He leído que fuiste arrestado por la policía por ponerte una de tus creaciones, ¿qué pasó?

Pues la policía me arresto junto con otros dos artistas por llevar puestas unas C-STUNNERS. Les expliqué quiénes éramos, y al final gracias a un amigo nos dejaron libres. Simplemente, nos arrestaron porque no sabían qué hacer con “gente como nosotros”, nunca habían visto a alguien con unas C-STUNNERS (lo entiendo, no es común). Por eso te digo que todavía nos queda un gran camino que recorrer en Kenia…

A pesar de este tipo de anécdotas, ¿qué es lo que te inspira a seguir creando?

Nairobi y la naturaleza me inspiran. Me apasiona dar vida y un nuevo propósito a las tapas de las botellas, las latas de los refrescos y a los materiales que la gente desecha. Me inspira caminar, infinitas ideas vienen a mi cabeza. Y por supuesto mi padre. Como te he dicho, él fue quien me inspiró para crear mi primera pieza de gafas.

Sé que tu compromiso con el arte va más allá. ¿Por qué trabajar con comunidades rurales?

Porque mi pasión es mejorar y tratar de preservar el medio ambiente. Enseño a la gente cómo trabajar con materiales reciclados. Me encanta viajar por diferentes partes del país haciendo esto.

¿Y a través de qué organizaciones lo haces?

A través de la organización Kuona Trust, trabajamos con fondos propios y hemos creado un programa de formación que consiste en la organización de talleres, donde trato de enseñar e inspirar a la gente que no es artista para que produzca a partir de materiales de desecho. Quiero que los keniatas experimenten su creatividad a través de los objetos que se encuentran.

¿Consideras que has creado una nueva forma de expresión creativa en Kenia?

Bueno, pienso que he creado una nueva forma de expresión que desafía las ideas sobre el arte y lo que significa ser artista en Kenia. Los artistas tenemos una gran responsabilidad social dentro de nuestras comunidades, nuestras ciudades y el país.

¿Qué consejo les sueles dar a los jóvenes que quieren ser artistas? ¿Qué les dices a esas nuevas generaciones?

Les comento que vendan su creatividad en vez de la pobreza, y que sean los mejores en cualquier cosa que hagan.  Que la gente compre tu trabajo por su calidad y no por el lugar de donde vienen.

¿Por qué vender creatividad en vez de pobreza?

Porque en Kenia hay muchos artistas que venden pobreza en vez de creatividad. Se venden diciendo “¡…pobrecito de mi, vengo de un barrio de chabolas, por favor compra mi trabajo…!” Así no podemos progresar, si no dejamos de vender historias en vez de creatividad no vamos a mejorar…

¿Qué pretendes transmitir en tu intervención en el TEDtalk 2013?

Para mí es un gran honor estar en Los Angeles y participar en la conferencia TED 2013. Quiero compartir lo que hago con la gente.

No ha sido un trabajo fácil para ti llegar donde estás hoy. ¿Algo más que quieras añadir?

Estoy satisfecho con mi trayectoria pero todavía me queda un largo camino por recorrer.  Y sueño con que los keniatas se acerquen más al mundo de las artes y que el mundo conozca la creatividad que existe en África.


«Afribuku es un blog que pretende ofrecer otra visión más real de África a través de la cultura. Tan sólo 14 kilómetros separan sus costas de Europa. Por supuesto que existen hambrunas, guerras, enfermedades y violencia, pero no dejan de ser cuestiones insignificantes en relación al progreso, la riqueza, la diversidad y el cambio que está experimentando África en los últimos años. Si quieres descubrir más historias visita www.afribuku.com

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