Seleccionar página

La compañía Danza Mobile llevó al escenario del Teatro La Fundición de Sevilla Society (políticamente incorrectas). Una pieza que forma parte de la programación que se ha estado desarrollando estos días en dicho teatro, en el ciclo Teatro y Mujer, siendo encuadrado en vísperas del Día Internacional de la Mujer.

Society (políticamente incorrectas) es una pieza que ha sabido recolectar lo que se lleva expandiendo en nuestra sociedad occidental, entorno  a la idea de la mujer. Danza Mobile con la misma no nos cuenta  nada nuevo (y en este caso, no hubiese hecho falta), todo lo que han representado en escena son cosas de lo más reconocibles, valiéndose de los recursos disponibles para servir de altavoz a las causas a las cuales  se suman, haciendo lo que saben hacer, artes escénicas.

Foto: Raquel Álvarez

Foto: Raquel Álvarez

 

Así esta compañía andaluza nos ha demostrado que no hace falta innovar para hacer un trabajo sólido, maduro e interesante. Porque la inteligencia a la hora de hacer un montaje prima en sacarle el máximo a los recursos disponibles, no en dar con la tecla para que los espectadores queden sorprendidos ¿Es que de qué hay que sorprenderse? Insisto, los mensajes sobre la realidad de la mujer en nuestra sociedad nos son de lo más familiares, siendo que  llevamos lidiando con ellos al menos desde la Revolución Francesa. Y por más que las reivindicaciones de los movimientos feministas y por los derechos humanos,  se han ido ampliado o se han alterado en algunos de sus planteamientos, el caso es que hasta que no se consiga que todos los seres humanos de este mundo, asuman que la igualdad entre personas es tan fundamental como no matar o no robar, estos mensajes sigue siendo de total actualidad.

Desde luego se ha avanzado en que estos mensajes están más presentes en los foros públicos (en la calle, en las redes sociales, etc…), pero el hecho de que sigan habiendo mujeres que mueren a causa de las violencias machistas, que todos los varones no se cuestionen su lugar en el mundo, que a las mujeres se les machaque con que han de adecuar su comportamiento y apariencia a cánones, donde apenas hay margen de maniobra si tener que dar explicaciones…, son síntomas de que obras como esta siguen siendo necesarias, para comprender que estamos ante la oportunidad de consumar un momento de inflexión, que signifique que no hay vuelta atrás en lucha por hacer este mundo sea más habitable. No hemos de dejar en el olvido a las personas que se quedaron atrás, que vivieron un destino desafortunado; y al mismo tiempo, hemos de reactualizar la importancia que han tenido aquellas personas que alcanzaron con sus actos, la suficiente trascendencia para que los que estamos en el presente, nos sintamos apoyados desde el pasado para construir un futuro digno de sentirnos orgullosos.

Foto: Raquel Álvarez

Foto: Raquel Álvarez

 

Estas cosas y muchas más, ya las tenemos en nosotros y en el imaginario colectivo que compartimos. He allí que Danza Mobile con esta pieza nos lo recuerda, nos pone en la tesitura (a menos que uno sea un necio)  de no  dejar pasar estos mensajes que se han ido asentado ¡No queda otra opción! Y quien perciba esto como una opinión es alguien que aún le queda mucho por reflexionar, o simplemente, esta persona escoge a su medida a que derechos humanos responde. Dicho lo anterior, hay que advertir de que hay muchas corrientes feministas (que en ocasiones, se encuentran confrontadas dado que su premisas difieren en varios de sus pilares), y también hay distintas estrategias activadas por objetivos que se ha concertado como comunes. No obstante, ello es un reflejo de que estamos en una sociedad plural, que aún está con la vitalidad suficiente para que superemos esto dialécticamente.

No es cuestión de promocionar la esperanza, o estar todos los días celebrando los avances conseguidos, se trata de no bajar la guardia: de no conformarse. Society (políticamente incorrectas) es de esas piezas que te zarandean, dejándote inquieto al menos durante unos días, porque aún queda mucho por hacer. Y aunque la frase anterior suene de lo más repetitiva, el caso es que cultivar hacia una sociedad más igualitaria y justa, pasa por una práctica constante en nuestro día a día. No basta con haber leído unas cuantas cosas, ni ver películas u obras de teatro con esta temática, hay que asumir que la emergencia de este tipo de obras, no nacen como entretenimiento, sino como un reflejo de lo que sucede en la calle.

Foto: Raquel Álvarez

Foto: Raquel Álvarez

 

En lo que respecta al montaje de Society (políticamente incorrectas) de Danza Mobile, cabe decir: que estamos ante un trabajo sencillo de estructura, pero que ha sido abordado con mucha eficacia para que lo que tenga más peso en escena, sea el mensaje de la obra. No hay “efectismos visuales”, ni cosas que presuman de virtuosismo; sino lo que hay es una distribución en el espacio magistral de las intérpretes, ofreciendo volúmenes al escenario, a la vez que se justificaban en la representación de lo que fuere que se estuviera haciendo, la presencia de las mismas en escena. Me cuesta identificar si alguna de estas intérpretes ha tenido más peso con respecto al resto de sus compañeras, y creo que eso sucede porque esa no es la pregunta adecuada, a la hora de entender las funciones que tenían cada una de ellas.

Eran un bloque sólido, y si en algún momento alguna de ellas “daba un paso al frente”, era porque la dramaturgia que se ha compuesto así lo requería. De ello puedo extraer, que nosotros los espectadores, hemos presenciado a un equipo que ha pasado por un proceso profundo de acompañamiento y cariño mutuo, es decir: este tipo de mensajes no son creíbles, si no se interpretan en escena, con sinceridad y amor a lo que se hace. Y para mí eso es una de las cosas que hacen, a las artes escénicas unas disciplinas tan nobles. Me fascina como Danza Mobile sigue demostrando con honradez e integridad, que son una joya. En esa línea, me agota que  muchos de los reconocimientos que recibe esta compañía (que los merece todos y cada uno de ellos), estén tan focalizados a que llevan unos cuantos años desarrollando proyectos de danza inclusiva, no que sus piezas son dignas de estudio.

Sin olvidar que es una pieza que se disfruta, que a poco que se esté atento, se entiende perfectamente. Por tanto, acierta en plantear estos contenidos a disposición de cualquiera, porque esto es de interés universal. Y ello ha sido compatible, con la representación de partituras de movimiento ricas en matices y rigor, con una intensidad que te mantenía en escena con ganas de más. Todo estaba muy bien hilado y equilibrado, nada sobraba ¡Que gusto es ir al teatro a ver piezas de Danza Mobile!

Comparte este contenido