Por Annie Costello
entrevista a Darío Mekler
Si la modernidad tuviera rostro, sería una caricatura. Esa es la conclusión a la que llegué al contemplar por vez primera la obra de Darío Mekler, un pintor argentino de 29 años que ha hecho de las cuestiones de nuestra era el eje e impulso de su inspiración. Sus cuadros evocan temas como la robótica, la técnica, la religión, el progreso. No me daba para ser filósofo, pero siempre me han gustado las incógnitas y planteos de esa disciplina, me confiesa. Todos son caras del mismo poliedro: los paradigmas culturales que gobiernan nuestras acciones diarias, el espectro de la modernidad, que es amplio y lo abarca todo. Cosas que parecen esenciales y a veces no pensamos lo fácilmente que las aceptamos e incorporamos sin cuestionarlas. Casi toda problemática puede incluirse bajo ese gran paraguas que es el sistema del que somos parte.
En una extraña paradoja su obra se concibe a partir de técnicas tradicionales. Darío aboga por lápices, óleos o acrílicos a la hora de plasmar sus ideas, y el resultado es, sin duda, chocante. Alegorías de vívidos colores sembradas de símbolos e ironías, y un tinte distópico y futurista que imprime su sello en el conjunto. La belleza del trazo es innegable pero afirma, sin embargo, que su objetivo es ir más allá de lo estético para trascender en la mente del observador. ‘No hay otra cosa que me guste más que inducir a la reflexión. Generar un movimiento interno más profundo que el de la superficial atracción de lo simplemente bello.’Darío reside en Buenos Aires y es licenciado en Diseño Gráfico. Dibuja desde que recuerda, aunque se inicia formalmente en la pintura desde el año 2005. Desde entonces colabora activamente en publicaciones y muestras de arte. Entre sus referentes se incluyen desde el realismo mágico de Magritte hasta artistas de finales del s. XIX, como John W. Waterhouse. También menciona a su compatriota, Santiago Caruso, al que atribuye ‘una creatividad pocas veces vista’.
Actualmente, Darío se encuentra trabajando en un libro de ilustraciones y textos breves, para el que busca, según dice, un editor dispuesto a arriesgarse. Podemos ver su portfolio aquí.
La elección del artista
‘Uso esto como metáfora para mostrar las costumbres primitivas en comparación con las costumbres modernas. Quiero hacer una analogía: ellos con sus totems, nosotros con los nuestros, ellos con su búsqueda de alimentos, nosotros con la nuestra. No hay superación ni disminución de calidad de vida, sólo transformación.’
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