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Con motivo de la presentación de su tercer álbum Blessed is the Boogie – 2019, Dom Mariani y los suyos recalaron en Sevilla ofreciendo una de las noches musicales más gloriosas, y han sido muchas, que se han vivido en este maravilloso paraíso musical llamado Sala X.

Datura4, Dom Mariani y Stu Loasby. Foto: Juan Antonio Gámez

Datura4. Dom Mariani y Stu Loasby. Foto: Juan Antonio Gámez

Sólo dos temas le fueron suficientes a Dom Mariani (The Stems, DM3The Someloves) para romper las cuerdas de su SG y sustituirla rápidamente por una Melody Maker. Esta fue la carta de presentación con la que la banda dio el pistoletazo de salida a un concierto repleto de rock del de toda la vida, blues electrificado y trazas psicodélicas de un teclado recién sacado de la costa oeste de finales de los 60´s. Si agitásemos una cocktelera con GroundhogsLed Zeppelin y ZZ Top, el producto resultante sería parecido a lo que hacen estos chicos.

Del repertorio, lo que era esperable: su último trabajo tocado del primer al último segundo, salpicado por himnos de sus dos álbumes anteriores y alguna agradabilísima sorpresa en forma de cover.

La versatilidad de Blessed is the Boogie nos permite disfrutar desde el rock más clásicos sostenido en pesados riffs (Black Dog Keep RunningLooper o Run with Lucy), el divertido boogie de Ooh Poo Pah Dooh (versión agitada del clásico de Jessie Hill), el coqueteo con la balada glam ochentera de Not for Me (inevitable la referencia al More Than a Feeling de Boston en su inicio) o la experimentación con psicotrópicos de Evil People, pt.2. En todas ellas, el mismo sello: melodías tan trabajadas y precisas que provocan esa extraña sensación de tenerlas interiorizadas, de haberlas escuchado antes.

Datura4. Stu Loasby y Dom Mariani. Foto: Juan Antonio Gámez

Datura4. Stu Loasby y Dom Mariani. Foto: Juan Antonio Gámez

Para completar un setlist equilibrado y entretenido eligieron himnos clásicos de sus dos trabajos anteriores, Hairy Mountain (2016) y Demon Blues (2015): sonaron alto y fuerte TrollsDemon BluesUphill Climb o Confide in Me. Y, de propina, dos versiones que hicieron las delicias de un público, ya de por si entregado al disfrute: Oh Well de Fleetwood Mac y I´m a Man de Steve Winwood.

Los grandes culpables del sonido tan milimétrico que pudimos disfrutar fueron los excelentemente seleccionados miembros de la banda con los que el viejo zorro de Mariani se ha rodeado en esta gira: el bajista Stu Loasby (The Majestic Kelp), el baterista Warren Hall (The Drones), el teclista Bob Patient (Fatty Lumpkin) y el guitarrista/corista Joe Grech.

Definitivamente, de los mejores directos, y ya llevamos unos cuantos, que han podido verse durante los cinco años de vida de nuestra idolatrada Sala X. Certero, directo y divertido. Imposible ponerle un pero a una velada redonda, en la que acabó triunfando lo que ya lleva muchos años haciéndolo: el rock DE VERDAD.

Datura4. Warren Hall. Foto: Juan Antonio Gámez

Datura4. Warren Hall. Foto: Juan Antonio Gámez

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