El próximo 15 de mayo en el Teatro Alameda (Sevilla), se celebrará el IV Certamen Coreográfico Escena Mobile. Un evento que con el paso de los años, se irá comprobando la enorme inversión de cara a una danza andaluza más inclusiva y rica en posibilidades.
En mayo del año pasado de celebró un evento similar en el Teatro Alameda, en el que el planteamiento inicial fue que al menos una persona con discapacidad montase algo con alguno de los profesionales de la PAD (Asociación Andaluza de Profesionales de la Danza). Dicho evento fue un total éxito, un precedente que merece que se le dé mayor recorrido en el proceso de que el público se familiarice con la idea de que hay personas con algún tipo de diversidad capaz de bailar en ámbitos profesionales; e incluso que las mismas personas que componen al sector, se mezclen con otros intérpretes que quizás en otros contextos, no se hubiese propiciado tan claramente.
Justo de la selección de piezas representadas en aquella noche de mayo del año pasado, se programó Espejo de Vanesa Aibar y Helliot Baeza, la cual fuera seleccionada dentro de la Red de Festivales Acieloabierto. Sin olvidar que en los Premios PAD del año pasado, se le concedió el Premio de Honor por su trayectoria a la compañía Danza Mobile, quienes son unos principales responsables de que este evento se lleve a cabo. Siendo que con proyectos como es el Festival Escena Mobile (y ahora este Concurso Coreográfico) esta compañía andaluza ha sabido demostrar con hechos, la enorme riqueza que existe en los cuerpos diversos, y que no podemos prescindir de nadie sin antes comprobar su valía sobre un escenario.
De cocer a fuego lento saben mucho en Danza Mobile, y con la consolidación de este proyecto están ampliando las redes que mantienen en contacto a los programadores, profesionales, docentes e intérpretes, para que se conozca de una vez por todas, que lo que se llama “danza inclusiva”, no es ninguna novedad, ni una forma más de ganarse el aplauso fácil de los “políticamente correctos”. Es hora de que nos pongamos más en serio en lo que respecta a dejar de usar el apellido “inclusivo”, de cara a que la danza sea concebida bajo todas sus versiones.
Por tanto, estamos ante una programación de cuatro piezas escénicas de entre diez y quince minutos, compuestas e interpretadas por profesionales residentes en Andalucía y al menos una persona con una discapacidad. Todas éstas fueron previamente seleccionadas en un concurso que era la antesala a lo que aquí nos convoca. Sin más que añadir, les dejo con una aproximación a las piezas que presidirán a lo que será una hermosa noche de danza y compañerismo:
‘Mi cuerpo soy yo’, que presentará Lucía Bocanegra (Cía La Tarasca) junto al artista musical Hartta y Helliot Baeza, intérprete de la Compañía Danza Mobile, refleja “la voluntad de expresar nuestros sentimientos armoniosamente a los demás a través de la vivencia feliz del propio cuerpo”.
La familia formada por Laeva Gallego, su hijo Teo GG (alumno en la Escuela de Danza Mobile) y David Ión (encargado del espacio sonoro junto a Paulo Medal) pondrán en escena ’Circo Soni’ el despertar a la rutina diaria de una madre y su prole.
Ángela Olivencia (Cía La Roja) trabajará con Reyes Vergara, con la que ya ha compartido escenario en el espectáculo de la Compañía Danza Mobile ‘Society (políticamente incorrectas)’, en ‘Ni Europa ni yo’, una pieza de danza teatro para dibujar el mapa de nuestras fronteras, interiores y externas.
Y, por último, Felipe Valera junto a Teresa Rodríguez-Barbero (Compañía Danza Mobile) indagará en la forma de actuar del individuo “conforme a nuestro instinto de supervivencia, sin importar la categoría de bien jurídico”.