Djinn (duendecillo) era el proyecto que nos presentaba el genial Jorge Pardo en la Sala Malandar, y, como no podía ser de otra forma, nos sorprendió su puesta en escena, aunque echamos en falta a Dj Toner para haber comprobado que tal se adapta el universo Jorge Pardo al mundo del sample y los Dj.
Lo sé por Talega, soleá, es el primer temazo que nos ofrecen, dedicado al gran cantaor nazareno, Juan Talega, que sin haberse dedicado profesionalmente al cante, dignificó la soleá creando una tendencia que su amigo Antonio Mairena puso en los papeles más tarde…
…Y que hoy lleva a cotas altísimas este pedazo de banda: empezando por el maestro, que borda escalas flamencas en su saxo, acompañado con maestría (pese a su corta edad) por David Bao, sobrino de Pepe Bao e hijo de Anye Bao, también excelente batería; el sobrio Pablo Báez al bajo, de matemático tempo, pero estilo muy alejado de los cánones de Carles Benavent, lo cual le resta y a la vez le suma; el guitarrista de flamenco contemporáneo (Pardo dixit), Rycardo Moreno; y el excelente teclista Tony Moreno, que, sin temor a equivocarme, es el mejor pianista flamenco que he escuchado en mucho tiempo.
Pero no todo fueron vino y rosas, el sonido de la guitarra de Rycardo Moreno no estaba ni remotamente conseguido, pues los mismo reverberaba en metálico que prácticamente no se escuchaba, por lo que la deseable sincronía armónica del grupo se perdía en la guitarra de Rycardo, que pese a todo, consiguió marcarse algunas falsetas por soleá en este primer tema, que poco a poco, en un comedido crescendo, fue acercándose a tempos de soleá por bulerías.
Que te doy, es el segundo tema que se marcan: una especie de bulerías de Cádiz, que incluye un excelente riff obsesivo de bajo (remoto recuerdo de los riff de Dani Escortell en Glazz), que envuelve todo el tema, y sucesivos excelentes solos de Rycardo Moreno, Tony Romero y Jorge Pardo fraseando a lo Coltrane: un auténtica delicia.
Se va animando la banda cuando afronta el tercer tema, Taranta, también de Djinn-2016, donde Pardo acaricia nuestras mentes con el cristalino sonido de su flauta, “cantando” Los Pícaros Tartaneros de La Niña de los Peines, pero por Camarón, que bordó el original. Otro inspirado solo de Tony a los teclados, tocando falsetas de guitarra por taranta en un genial trampantojo flamenco, junto a Jorge Pardo.
En Las bulerías de la Perla se luce la banda al completo, aunque David Bao está excesivo en la síncopa, que en su propio solo de batería toma lógico protagonismo, pero acompañando al resto de la banda recrea mundos sonoros más cercanos al jazz que al flamenco. Evidentemente, es un caso flagrante de cuestión de gustos, pero, en mi opinión, el flamenco está más apegado al tiempo o al contratiempo, pero no en constante cambio, sino bien racionado.
Llegamos al intermedio, que aprovecha Rycardo Moreno para regalarnos un tema en solitario. Y lo hace por seguiriyas, palo hondo donde los haya. Pero esa hondura de palo no se transmitió a la sala, pues, probablemente, llegó en el momento de peor sonido de la guitarra de Rycardo. Y en este punto me surge una duda: ¿era el sonido buscado para su guitarra o estaba mal sonorizada? No lo sé, pero en cualquier caso el resultado no era nada flamenco. Y si elegimos un palo tan hondo con un sonido tan metálico, reverberado e incluso saturado, independientemente de los efectos de pedal que pudieran quedar o no bien en determinados momentos, puede pasar lo que pasó, que te queda un tema soso donde, precisamente, tendrías que haber brillado. Pero, bueno, es un pequeño detalle, comparado con el excelente trabajo de Rycardo.
En la segunda parte rescatan temas de su anterior disco, Historias de Radha y Crishna-2014, comenzando con Radha, precioso tema, entre rumba y tango, a medio tiempo y melodía indo árabe pegadiza. Continúa, Jorge, con una larga e inspirada improvisación que obtiene su culmen en Pestañica en la Solana, más de diez minutos de ambrosía sonora.
La recta final trae un par de temazos, Afrokrishnabeat, rumba étnica que incita, inevitablemente, a mover el esqueleto, donde demuestran altas dotes de comunión en la improvisación, Tony Romero, David Bao y Pablo Báez, éste último más seguro en su salsa jazzística. Y terminan con Una Razón, tango clásico, de melodía arabizada, en una larga versión que el público agradece como colofón a la presentación de este excelente proyecto: Djinn o El Duende Flamenco de Jorge Pardo.
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