Por Carmen Socías
La comedia El año que viene será mejor vuelve al Teatro Bellas Artes de Madrid. El espectáculo estrella de la pasada temporada pasada del Teatre Villaroel de Barcelona vuelve a Madrid para quedarse hasta el 14 de octubre. El año que viene será mejor estuvo en la capital el pasado mes de enero y, tras un segundo asalto en la Villaroel, ofrece una segunda oportunidad a aquellos que dejaron escapar un montaje atractivo y contundente.
El espectáculo se presenta como un collage de situaciones cotidianas que relatan, sin paños calientes y con lengua viperina, las miserias y desdichas de la crisis que tenemos encima. Texto de humor ácido y directo, dirigido e interpretado por un grupo de mujeres que nos propone reírnos ante el panorama que tenemos delante.
Comedia más que actual escrita por cuatro autoras, Marta Buchaca, Carol López, Mercè Sarrias y Victoria Szpunberg, dirigida por Mercè Vila Godoy, e interpretada por Alba Florejachs, Vanessa Segura, Neus Bernaus y Mireia Pàmies. Destacable, desde el principio, el trabajo de Vanessa Segura y, sobretodo, el de la versátil y polifacética Alba Florejachs, una actriz en estado de gracia. Un trabajo tan completo que nos demuestra, una vez más, el genial estado de forma del teatro catalán.
El montaje fue uno de los éxitos de la pasada temporada del teatro Villaroel de Barcelona en una apuesta por un trabajo de equipo, fresco y con la realidad como referente. Las chicas de El año que viene será mejor nos presentan una consecución de escenas donde se hace difícil no sentirse identificado: búsqueda de estabilidad, crisis de pareja, búsqueda de pareja, crisis de los 30, de los 40, estallido del reloj biológico, confesiones entre amigas, entrevistas de trabajo, conflictos familiares, etc. Historias de personajes que quieren salir adelante sea como sea y mandar a su insatisfacción vital muy lejos. Rompiendo la cuarta pared desde el principio las cuatro actrices se ganan la confianza del público con una actitud desenfadada y hablándoles de frente, sin cortapisas ni ningún tipo de piedad, pero sobretodo con mucho humor y descaro. Textos rápidos, actuaciones atrevidas y una puesta en escena versátil que se adapta a cada personaje.
El año que viene será mejor, al tratarse de una consecución de historias sin hilo argumental, tiene un ritmo frenético que se mantiene casi los 90 minutos, con pequeños bajones de tensión. Las cuatro actrices demuestran que llevar un año representando el mismo montaje forja una complicidad y un tempo en escena que mantiene al espectador bien atento a cada gag y a cada gesto, la platea busca la risa y la encuentra. El guión se acerca al espectador sentándose casi al lado y hablándole de las cosas que le preocupan en este momento. El drama de la penosa situación que nos rodea lo aparcan para lanzar un mensaje positivista y en más de una ocasión arrancan el aplauso espontáneo del público. A destacar el número musical, casi al final, de Alba Florejachs, que nos mece durante unos minutos en una especie de anestesia dulce después de los golpes recibidos. En definitiva se trata de un patchwork bien ensamblado y una buena oportunidad de dejar «la llantina y la quejadera» para reírse un poco de nuestras propias miserias, algo muy recomendable si al salir del teatro todo sigue igual. Siempre nos quedará pensar que «El año que viene será mejor«.
Entrevista Alba Florejachs
Un día antes del estreno en Madrid nos reunimos con la actriz Alba Florejachs para saber si un año después todavía piensa que “El año que viene será mejor”.
Revista ACHTUNG!: Un año rodando con este espectáculo y podéis decir eso de que “El año que viene será mejor”, o por lo menos está siendo para vosotras un año no peor al anterior.
Alba Florejachs: Sí claro, normalmente esto no pasa que tenga tanto filón un espectáculo así. La verdad es que hemos sido unas privilegiadas, y menos Vannesa Segura que venía de una producción potente con Sol Picó, las demás no estábamos, dentro lo que se dice el circuito comercial, no estábamos viviendo muy bien de esto. Ha sido un regalo.
¿“El año que viene será mejor” es una actitud ad hoc en el oficio del actor?
(Sonríe) Tú cuando acabas la escuela nadie te avisa de que vas a estar tres meses trabajando y luego igual un año parado, o haciendo cualquier tipo de curro que tenga que ver o no tenga que ver con la profesión, de eso no te avisan. En otra entrevista me preguntaron por esto y yo siempre contesto que lo que está pasando ahora es que ahora todo el mundo está viviendo un poco lo que vivimos nosotros los actores, sobre todo los que no tienen nombre o los que no son conocidos. Pero aprendes a convivir con ello, más que nada es una estabilidad la que tienes que tener para currar y no currar.
¿Hablar de comedia femenina está de más en la descripción de esta obra? Está escrita por cuatro mujeres, dirigida por otra mujer, y cuatro actrices la interpretan. ¿Es redundante lo de comedia femenina o es algo que se tiene que destacar?
Es una visión femenina porque la han escrita cuatro mujeres, pero se tocan muchos temas. Si la hubieran escrito cuatro hombres, y la hubiera dirigido un hombre, y la hubieran interpretado cuatro chicos pues también habría una versión masculina, que es lo normal. Una de las dramaturgas decía que si hubiesen sido hombres esta pregunta no se haría. Pero claro que hay una visión femenina porque son todo mujeres, y está muy bien porque no es lo habitual, y está muy bien trabajar así.
Acercarse a personajes como los que interpretas en “El año que viene será mejor”, tan cercanos al espectador, tan identificables, ¿es más difícil como actriz entrar ahí que a un Shakespeare?
Para mí es más difícil cuando tiene mucho que ver contigo, porque es más difícil alejarse de lo que estás haciendo. Y también es un trabajo de valentía, contar las miserias de un personaje que tiene que ver contigo, si no estás “trabajadito” como digo yo, si no estás muy bien amueblado, o como dice un profesor que tengo yo, si no tienes un buen centro espiritual, da miedo lanzarse ahí. En este caso es una comedia en la que nos reímos un poco de todo.
¿Cómo recibe el público los latigazos que lanzáis desde el escenario? Os convertís un poco en esa amiga que dice las verdades sin anestesia.
Es bastante catártico casi todo el rato, respiran mucho con nosotros. Es un placer porque los ves que se ríen, y ves que se están riendo muchas veces porque les ha pasado eso o se identifican, y eso es un gustazo. Además en este espectáculo rompemos mucho la cuarta pared, y eso también hace que estemos mucho más en contacto con el público, pero la verdad es que la respuesta siempre es positiva. Los primeros días, cuando estrenamos, era “ hostia qué pasa”, no lo habíamos probado nunca con una sala llena y fue al principio muy chocante, y no sabíamos muy bien cómo reaccionar, pero al final es un espectáculo que decimos de tres personajes : el tuyo, tu partener y el público.
La obra y la estructura recuerda un poco a la compañía T de Teatre, ¿son un referente para ti?
Es un referente como compañía porque llevan muchos años y la calidad de lo que hacen y ellas como actrices, a mí me gustan mucho el trabajo que hacen ellas. Lo que sí que pasó es que vino Alfredo Sanzol con “Días estupendos”, y por lo que yo he oído las dramaturgas estaban muy sorprendidas, les gustó mucho este tipo de patchwork que hace Sanzol de escenas que son inconexas pero que hablan de un mismo tema. En un principio se habló de que la estructura dramatúrgica fuera por ahí, pero al final no ha sido así. Tiene que ver y no. La gente que haya visto “Días estupendos” o a las T de Teatre sí podrán ver alguna similitud, porque es algo que no tiene un hilo que conduzca todo el espectáculo. No es una obra por eso, lo llamamos espectáculo porque son escenas sueltas y es un patchwork de escenas sueltas.
Este espectáculo tiene un ritmo muy alto todo el tiempo que requiere una coordinación perfecta ¿cómo habéis conseguido esa complicidad entre las cuatro actrices?
Como con cualquier relación, en el trabajo eso también te pasa. Vannesa, Neus y yo habíamos estudiado en la misma escuela en Barcelona, y yo con Vannesa ya había hecho un espectáculo. A la que no conocíamos era a Mireia y poquito a poco, en el día a día, hemos hecho un muy buen equipo de trabajo. Desde dirección Mercè Vila siempre viene a revisar el trabajo para que tenga la calidad que ella quiere, sobre todo en ritmo y en energía. El espectáculo lo acabas con un subidón como actriz, es tanto lo que tienes que poner ahí. Lo bueno de hacerla un año es que en lugares en los que nosotras apretábamos para llegar ya dejas de apretar, todo es mucho más orgánico y el texto casi no se oye, es vida todo lo que se ve. Este es el privilegio que tienes cuando haces una obra durante tanto tiempo.
Estrenasteis en La Villaroel en Barcelona, luego en Madrid en el Bellas Artes, y ahora en esta segunda etapa repetís aquí y allí ¿Se ha tenido que adaptar el texto para representarlo fuera de Cataluña?
Sí, bueno han sido cambios de lugares, bares, localizaciones. En Barcelona es bilingüe el espectáculo, en catalán y en castellano. Lo que nos sorprendió es que el texto en castellano cogía más peso, el catalán es un poquito más suave, más nasal, y el castellano es algo más tosco, mas arrelao , y entonces la comedia como esta, que no es fina de humor inglés, a nosotros nos parece que funciona más así.
¿Se notan diferencias en el público en un lugar u otro?
No, la verdad es que no. Se nota mucho con la edad, bueno a ver, es un espectáculo para todos los públicos, viene gente mayor y se lo pasan bomba. Viene mi abuela, viene gente mayor también, el otro día en La Villaroel vinieron una pareja casi de ancianos y nos dijeron “hemos venido cuatro veces y nos le hemos pasado muy bien”. Funciona también con un público concreto porque es una cuestión generacional , porque claro el “quiero volver con mi ex” es una crisis como de los treinta y ocho, que ves que llegas a los cuarenta y dices “!ostia se me está pasando el arroz!”, a la gente mayor también le puede haber pasado pero ya no es tan de ahora.
Como espectadora, ¿echas de menos textos tan cercanos como este, que igual son más accesibles para cierto público que un clásico por ejemplo?
A mí lo que me pasa como espectadora muchas veces es que me falta verdad cuando voy a ver teatro, porque he visto Shakespeares y Shakespeares. Depende mucho del actor y de la dirección, porque en realidad los clásicos son clásicos porque perduran en el contenido, ese tema está vigente en el día de hoy. Pero claro, esta comedia se podía haber hecho de otra manera, no es que el vodevil tenga una connotación negativa, pero si la dirección no empuja a que lo que estés contando lo vivas de verdad, vivir de verdad bajo circunstancias imaginarias que es para mí hacia donde tiene que ir el teatro, todo queda lejos. Pero yo he visto clásicos espectaculares porque los actores estaban viviendo la historia, y para mí es un lujo cuando estoy viendo como espectadora un trozo de vida, y no estoy viendo una mentira. Pero ese es mi criterio y mi opinión, y tampoco digo que yo esté a ese nivel a mí me queda mucho todavía.
El texto de “El año que viene será mejor” está un año después de sus estreno más vivo que nunca, la situación general es peor ¿se nota eso desde el escenario?
Sí, ahora es más viva y es más duro según qué trozos del espectáculo es más duro para nosotras como actrices decirlos. Hace un año te reías de cosas y pensabas “no duele tanto”, de hecho hay un trozo del espectáculo, el de las cubanas, que dice “menos llantadera y menos quejadera”, pero bueno ahora ya pensamos que sí, que está justificado que la gente se queje porque la cosa cada vez está peor. Ahora por ejemplo en sanidad vemos que la cosa se va a privatiza, y todo por lo que han luchado nuestras padres y nuestros abuelos se está perdiendo. Hablamos con mucho optimismo y nos reímos de lo que pasa pero cuesta más ahora porque piensas que igual el de la tercera fila realmente lo está pasando mal, o hay gente que no puede entrar al teatro a vernos porque no puede pagarse la entrada.
¿Qué planes tiene “El año que viene será mejor” y Alba Florejachs para el futuro?
Estaremos con el espectáculo, si va bien y si vamos bien de público, hasta el 14 de octubre. Después acabaremos con los bolos que tenemos por aquí y por Cataluña sobretodo. Y yo después de esto voy a hacer un clásico, es una adaptación, hemos cogido una obra de Shakespeare y la estamos improvisando, con la misma estructura, con la misma directora. Y después tengo un proyecto con Joan Eloy, que es un músico de Buenafuente, que es un espectáculo teatral musical. Y tengo más cosas, pero como no están seguras no las cuento…
Hablando del futuro y de nuevos proyectos acabamos la charla con Alba Florejachs, (¡no olviden este nombre!), una de las cuatro magníficas actrices de “El año que viene será mejor”, espectáculo que estará en el Teatro Bellas Artes de Madrid hasta el 14 de octubre. Si piensan que lo que les rodea está fatal y no hay salida, sin ninguna duda están en el momento perfecto para ir a ver “El año que viene será mejor”. Y si piensan que todo está bien, y que de esta crisis vamos a salir entre todos tampoco deberían perderse este espectáculo. No sabemos si el año que viene será mejor, lo que sí sabemos es que propuestas como esta comedia ácida e histriónica en estos momentos se agradecen, y mucho.
Título | El año que viene será mejor |
Lugar | Teatro Bellas Artes de Madrid, c/ Marqués de Casa Riera, 2 |
Fechas | Hasta el 14 de octubre |
Horarios | Martes, miércoles y jueves: 20:30 h.Viernes y sábados: 19 y 21:30 h. Domingos: 19 h. |
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