Por Marcos Rodríguez Velo
El concepto art-pop lleva dando vueltas desde los tiempos de Kate Bush, en principio para referirse a un tipo de música más bien vulgar, pero que en los últimos tiempos, gracias al éxito de Florence & The Machine ha diversificado su significado principalmente en dos ramas: una más orientada a la experimentación y otra dedicada a conseguir el éxito fácil en las listas musicales. Con su primer disco, Ellie Goulding logró situarse en el punto medio de esas dos vías, en esa estrecha línea que los apasionados usan para dividir lo bueno de lo malo. Las canciones Starry Eyed y el cover de Your Song reportaron a Ellie notoriedad y éxito de ventas, tanto en Inglaterra como en Estados Unidos, países donde su álbum de debut Lights consiguió vender más de 1,5 millones de copias.
Halcyon no trae grandes novedades desde el punto de vista musical comparándolo con su predecesor. Para Ellie se trata de dar un paso más en su madurez en el mundo de la música. Con gran acierto por su parte, evita la tentación de agarrarse al éxito de Lights, el último single de su disco de debut, y muestra que su habilidad como artista va más allá del synth-pop y de los hits de discoteca. No en vano en sus inicios destacó como cantante folk, y quiere hacer que su talento destaque en una escena pop no exenta de banalidades y ritmos de un revivido eurotrash.
El álbum está lleno de sonidos electrónicos e increíbles voces. Cuando en un disco no sobresale ninguna canción, puede deberse a que sea un disco aburrido o, como en este caso, a que sea un disco consistente. El tema sobre el que giran las canciones es, como ha dejado claro Ellie durante las entrevistas de presentación, la tormentosa historia y posterior ruptura con su anterior pareja (¿tendrá Adele algo que comentar al respecto?) y casi todas las letras hacen referencia a ello en mayor o menor medida. Es por esto que, dejando a un lado las canciones bonus, ninguna canción parece puesta ahí como relleno, algo bastante común en la música pop hoy en día.
Halcyon empieza con Don’t Say a Word, con un inicio lento, un afecto que atrapa en la gama de voces de Ellie y que poco a poco se mueve hacia terrenos más electrónicos, como más tarde hace Figure 8, que parece comenzar con suspense hasta que llega el estribillo, donde se juntan los coros y un apasionado piano que dirigen la canción hasta el final. Figure 8 debería ser uno de los próximos singles y tiene todas las virtudes para triunfar en las pistas de baile.
Ellie articula el disco en torno a sus miedos y a su lado vulnerable debido a amores pasados. Explosions es un claro ejemplo de esto, donde recita “It’s okay to be afraid, but it will never be the same”. Es una canción que cuenta mucho en sus cuatro minutos de duración donde incluso la música parece tener algo que decir, complementando de manera perfecta las letras. Esta gran metáfora del miedo y el amor la encontramos también en la pista que da título al disco, Halcyon, donde Ellie canta sobre curar su alma herida tras una situación amorosa complicada cantando repetidamente “It’s gonna be better”, o en I Know You Care, una muestra de esa capacidad que tiene Ellie de emocionar más cuando menos instrumentación tiene. Sirva de ejemplo cuando canta el siguiente verso, que parece sacado de un drama típicamente británico y que apunta directamente al corazón: “Now I don’t want my hands in your coat”.
En conjunto, Halcyon es un álbum del que enamorarse este otoño. Mejora con cada escucha y es obligado recomendarlo a aquellos que gustan de la música pop en su versión más sofisticada. Ellie ha sabido mantener su privilegiada voz y juntarla con un toque electrónico cercano al dubstep, dándole una nueva dimensión. Emotividad a raudales para disfrutar en los días de lluvia y frío que se avecinan.
música cine libros series discos entrevistas | Achtung! Revista | reportajes cultura viajes tendencias arte opinión
> Si te gusta el disco «Halcyon » de Ellie Goulding cómpralo a través de Achtung!
y estarás ayudando a que Achtung! siga siendo una realidad