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Por Marcos Nebreda

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Defensor acérrimo de unas medidas de recorte, “necesarias pero no definitivas”, Carsten Moser conoce casi tan bien España como su Alemania natal e incluso se atreve a comparar su proceso de recuperación en décadas diferentes. Confía en la capacidad competitiva de una Europa que sólo con unidad podrá estar en la primera línea de las potencias mundiales a mediados de este siglo. Ceder soberanía y no resistirse al cambio serán claves para ocupar ese lugar. A los desorientados jóvenes españoles les recomienda salir al exterior y al sistema educativo apostar por la excelencia y por el contacto con la empresa. Corresponsal del semanario die Zeit y redactor jefe de la revista Stern, hoy Moser es vicepresidente de la Fundación Euroamérica y presidente de la Cámara de Comercio Alemana para España. Charlamos con él tras su ponencia en A Coruña donde ha inaugurado la Mostra do Ensino de Galicia.

Echando un vistazo a la delicada situación financiera de España, ¿cree que las medidas de ajuste adoptadas, algunas relativas a pilares del Estado de Bienestar como sanidad y educación, conseguirán frenar la recesión o empobrecerán más a la población?

Todavía no conocemos los detalles de los recortes y no se sabe cómo serán las últimas medidas. Si fueran muy radicales serían sólo por el período de la crisis, 2 o 3 años. Cuando las cosas vayan bien y España crezca, y en se sentido las perspectivas son positivas, habrá dinero para recuperar lo perdido. Los recortes no son definitivos, siempre los ha habido y los seguirá habiendo, pero puede haber mejoras en época de bonanza.

Reformas como las que se aplican ahora consiguieron activar la economía alemana hace una década, ¿cree que el marco es comparable?

En su momento la situación en Alemania no era de tanta crisis, las medidas también produjeron mucho rechazo pero el país salió con un tejido productivo más competitivo. En todo caso, la UE tiene que tener una gobernanza más ejecutiva, rápida y efectiva en sus decisiones para obligar a los países con el déficit demasiado alto a reducirlo y buscar impulsos a inversiones productivas dirigidas a que los jóvenes puedan encontrar oportunidades.

¿Considera que reformular las competencias autonómicas y caminar hacia una centralización del Estado podría ayudar a contener gastos?

Yo soy de un país que es un Estado federal parecido al de las autonomías españolas. El Estado federal es una buena cosa pero en Alemania se hizo una reforma de las relaciones con el Estado central y los federales y seguramente aquí también se tiene que hacer porque es un proceso de adaptación y si una cosa funciona mal hay que cambiarla.

¿ La situación actual española podría desembocar en un final como el de Grecia?

Grecia y España no son comparables, eso lo sabe todo el mundo y ha quedado clarísimo. Ni Portugal y España son comparables tampoco. Es necesaria una cohesión social y salvaguardar a los menos protegidos para que no sufran más. Otras cuestiones que no les afectan se pueden cambiar por un cierto tiempo y recuperar más tarde.

El paro afecta a la mitad de los jóvenes de España. Muchos deciden hacer las maletas e irse fuera y Alemania es uno de los destinos preferidos. ¿Qué les recomendaría a los que barajan esa opción y a los que aún se resisten a seguir aquí?

Lo mejor que puede hacer un joven es irse un par de años al extranjero y conseguir  un trabajo o una formación para conocer nuevas culturas, personas y experiencias. Es casi una necesidad en una sociedad como la española. Alemania necesita jóvenes ingenieros y también hay posibilidades el campo de la restauración o la salud. Pero también están los países de América Latina que ofrecen un futuro estupendo o Francia o Inglaterra. Bolonia y el programa Erasmus es también una buena oportunidad

entrevista-carstenmoser-revista-achtung¿Cuáles son los compromisos y retos que la educación española debe asumir para aportar las competencias profesionales que demanda el sistema productivo?

En el ámbito universitario pocos centros europeos juegan un papel relevante en el mundo del conocimiento. Hay un número excesivo de universidades que no llegan a un nivel de calidad aceptable por lo que la solución pasa por cerrar algunas. También hay que optar por la especialización para lograr la excelencia y apostar por la cooperación entre empresa y universidad sin complejos.

En el campo de la formación profesional, España es “el patito feo”, donde sólo el 30% de alumnos se decanta por ella frente al 70% en Alemania. También, a diferencia del alemán el sistema español opta por mucha teoría y pocas prácticas. Allí las empresas que forman a jóvenes les ofrecen trabajo como forma de amortizar esa inversión. Debemos mirar hacia ese modelo dual alemán. En España hay dos centros de formación en Madrid y en Barcelona que lo hacen desde hace ya 30 años.

Por último, el emprendimiento. En países como Dinamarca hay cuatro veces más emprendedores que en España. Esa es una tendencia que hay que cambiar desde el sistema educativo y además destinando fondos públicos y disponiendo de organizaciones tutelares que hagan el modelo del autoempleo atractivo para los jóvenes.

A consecuencia de los recortes en investigación, son muchos los cerebros que huyen de España con riesgo, a juicio de algunos, de perder toda una generación de conocimiento. ¿Percibe realmente esa pérdida en nuestro país?

La reducción de presupuestos para I+D es coyuntural y no definitiva. Cuando en dos o tres años, este problema ya no exista, España tiene que apostar por I+D. Si alguien se va ahora, en dos años tendrá posibilidad de regresar mucho mejor formado. Para mí no es una pérdida y me preocupa además esa visión de España. El español que trabaja en Alemania hace algo positivo para Europa y tenemos que empezar a pensar más en esos términos.

¿Es España entonces visto como un país recluido en sí mismo, que se abre poco al exterior, reticente al cambio?

España tenía un crecimiento extraordinario en la década pasada, era el modelo de Europa. Un país que crecía más que la media y un milagro económico al que miraban muchos países. Los jóvenes no necesitaban salir al extranjero y las empresas tampoco tenían que abrirse a otros mercados. Eso ha cambiado y la apuesta tiene que ser por formarse y competir fuera. La economía española está demostrando que en este momento puede competir en los mercados internacionales.

¿Cuáles son las previsiones económicas de futuro en el contexto mundial y en qué lugar se sitúa España?

En 2009 España se situaba en el puesto 12 de países con mayor PIB del mundo, un ránking liderado por Estados Unidos, China y Japón. El pronóstico para 2050, según un estudio de Price Waterhouse, es que se produzca un cambio importante y la lista esté liderada por China, India, Estados Unidos, Brasil y Japón, seguidos de Rusia y México. España se situará en el puesto 18 con un crecimiento medio del PIB del 1,9% frente a los asiáticos que llegarán al 8%. En el contexto europeo, ocupará el segundo lugar de crecimiento tras Reino Unido, por tanto no hay razones para ser extremadamente pesimistas. En el contexto internacional hay que conseguir productos de valor añadido que son los que demandarán las economías emergentes. Estas premisas se cumplirán siempre que no haya conflictos bélicos ni trabas al comercio internacional.

En ese contexto competitivo ¿qué papel jugará la UE y cómo debe prepararse para ello?

La UE debe decidir cómo actuar en el futuro y si quiere hacerlo en primera división. Actualmente, Europa tiene un problema, es reticente al cambio frente a otras sociedades como la americana que es más flexible y dispuesta al riesgo. Si queremos ser una zona del euro como entidad con gobernanza común cada país debe ceder soberanía, dejar de mirarnos al ombligo continuamente y armonizar nuestras políticas con gobiernos que tomen decisiones a nivel internacional. La crisis de Grecia se podría haber solucionado en tres meses cuando empezó pero se tardó tres años y todavía no está solucionada. Esta clase de cosas son las que hay cambiar con una autoridad que puede ser la Comisión Europea, el Parlamento o un Comité Ejecutivo de algunos jefes del Estado que tome decisiones rápidas por encima de los gobiernos y a pesar de ellos. El modelo europeo no está agotado y Europa unida tiene la posibilidad de ser muy competitiva, de jugar en primera división. Tiene un gran futuro por delante pero vamos a tener que hacer nuestros deberes para conseguirlo.

@marcosnebreda

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