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Por @Pablo_L_Orosa

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Mikel Ayestarán (Beasain, Gipuzkoa, 1975) hace apenas una semana que ha salido de Siria. Es la cuarta vez que viaja allí en lo que va de año. «Damasco parece ahora Bagdag», asegura. El fuego cruzado entre el régimen de Bashar Al-Assad y los rebeldes del  Ejército Libre Sirio (ELS) se ha cobrado ya miles de vidas en un conflicto enquistado por su importancia geopolítica. La solución no parece ni mucho menos cercana. «Ninguno de los dos bandos va realmente a por la paz», alerta. Mikel Ayestarán conoce bien la zona, a la que visita regularmente desde 2005. Siria no es Túnez ni Libia. En Siria está en juego el futuro de Oriente Medio. Su labor consiste en contarlo. Lleva haciéndolo más de una década en la que ha cubierto conflictos en Afganistán, Irak o Yemen. Su trabajo le ha valido en 2009 el premio Internacional de Periodismo 2009, otorgado por el Club Internacional de Prensa (CIP). El último año lo ha pasado saltando de país en país para hacernos llegar lo que pasaba en la denominada «primavera árabe».

Antes de volver a España unos días, Mikel Ayestarán atiende a ACHTUNG! desde Beirut, donde el conflicto sirio amenaza con extenderse.

Revista ACHTUNG!: ¿Cómo está la situación en Líbano tras el atentando que terminó con la vida de Wissam al Hassan?

Mikel Ayestarán: Está tranquilo. Al menos así lo percibo yo. Hay tensión entre  partidarios y detractores del régimen sirio, pero podría notarse mucho más de lo que se nota.

Acabas de salir de Siria a donde has viajado cuatro veces en lo que va de año a la par que la situación ha ido evolucionando. ¿ Qué es lo que más a cambiado?

El mayor cambio es la psicosis a los coches bomba. Ahora parece Bagdad. Los atentados con coches bomba cada día es algo nuevo en Siria.

En Siria la situación deriva cada día hacia una guerra civil.¿ Crees que la muerte de los civiles turcos puede forzar la intervención de la comunidad internacional?

En Siria el único diálogo que entienden las dos partes es el de la violencia y no le veo final a corto plazo. La frustración para los sirios de a pie es que saben que el final de la pesadilla no está en sus manos, dependen de los grandes padrinos internacionales que están permitiendo la carnicería y de sus dobles agendas. Ahora mismo es una especie de choque de trenes a nivel geoestratégico y religioso y el choque terminará cuando los padrinos de cada bando lo decidan. Tan simple como complicado.

La comunidad internacional lleva meses interviniendo apoyando abiertamente a la oposición y a sus grupos armados, la que no entra de momento es la OTAN por el tema del Consejo de Seguridad… y me extrañaría que Rusia y China dieran su brazo a torcer. Pero todo puede pasar. Llevo poco tiempo en este mundo como para meterme a hacer predicciones, se lo dejo a los más veteranos.

La situación en Siria se está contando en muchos casos por periodistas que no están sobre el terreno, con informaciones fechadas en Estambul y otras ciudades. Los pocos periodistas que entran en el país lo hacen en su mayoría por su cuenta, sin cobertura de sus medios. ¿Es un fracaso del periodismo?

Es un reflejo de la situación en la que estamos. Vamos por nuestra cuenta, es cierto, pero esos medios a los que luego vendemos las historias no nos obligan a hacerlo. La decisión es voluntaria. No conozco a nadie que haya ido obligado a Siria. Respecto al segundo punto, yo mismo cubro gran parte de la región desde mi casa a base de ese género que Ramón Lobo me definió como el ‘recortaje’, en el que mezclas teletipo con informaciones de cosecha propia para intentar personalizar los temas.

Volvamos al origen. “Periodista freelance y viajero empedernido, recorro las zonas calientes del globo con una mochila de 10 kilos a la espalda y ahora un ordenador portátil”. Así desde 2005. Lo suyo es una vocación romántica o simplemente adicción a la adrenalina? 

Lo mío es vocacional, como la de la mayoría que estamos en este tema. La adrenalina por lo desconocido es un factor a tener en cuenta, pero con el paso de los años va cambiando de forma y cada vez necesitas más para estar conforme. Primero te emociona lo desconocido, después necesitas llegar a donde la mayoría no llega, después quieres ser el primero… y más tarde dejas a un lado el romanticismo y te centras en lo verdaderamente importante: la historia, esa es la auténtica adrenalina, poder dar una buena historia.

Si seguimos leyendo en su presentación añade: “mi equipo pesa ahora 24 kilos y viajo con mochila y trolley. El trabajo en multimedia ha hecho que mi material crezca”. Esa cambio obedece a la demanda multimedia de los medios o es un “arma” de la que se sirve  para contar mejor las cosas?

Ambas. Por un lado ha sido una respuesta a las necesidades de unos medios con los que llevo años colaborando y que me permiten vivir de esto. Era importante hacerse con una redacción móvil para prensa y televisión y ese ha sido mi objetivo en los últimos seis años. Esto es el presente, pero estoy seguro de que la fórmula no será eterna y ya estoy dando vueltas a nuevos proyectos. Por otro lado, poder trabajar la imagen ha sido muy interesante para alguien de letras puras como yo, el reto es saber distinguir en qué formato funcionan mejor las historias.

El vídeo y la fotografía se han democratizado gracias a las nuevas máquinas que lo hacen todo más fácil. Pero que uno haga fotos no significa que sea fotógrafo y pasa lo mismo con el vídeo. Hay que saber dónde están los límites de cada uno.

¿ Es la imagen imprescindible para contar lo que está pasando?

La imagen le da un plus fundamental a cualquier información, pero lo más importante para contar lo que está pasando sigue siendo tener un buen fondo, un conocimiento de lo que se dice y eso es lo que no te puede dar ninguna máquina. Para dominar los temas en zonas tan complicadas como Oriente Medio lo que necesitas es tiempo y muchos muchos tés. Por eso viajar es una buena inversión, al principio apenas colocas historias, pero vas llenando la cabeza de ideas, sensaciones, caras, lugares…

Desde que comenzaste a trabajar, en 1997, la situación en los medios ha cambiado mucho. La llegada de internet obliga a los periodistas a lanzar continuamente información y en varios formatos. Usted mismo trabaja para radios, televisiones, periódicos…puede llegar a perjudicar esto a la calidad de las informaciones.

Influye de forma definitiva en dos aspectos. A la hora de afrontar la historia tienes la cabeza en mil cosas y no solo en el tema y después cuando hay que sentarse a trabajar tienes que repartir el tiempo para llegar a todo, algo muy estresante en momentos de breaking news. Lo bueno sería que toda esa producción confluyera en la misma plataforma y así la historia tendría mayor impacto, pero ahora mismo es más rentable distribuirlo a diferentes clientes por una cuestión de pura rentabilidad. He intentado aunar mi trabajo en multimedia en www.mikelayestaran.com

Lo ideal sería viajar un equipo humano con las labores bien definidas, los grandes medios lo hacen así y por eso siguen siendo referencia. El ‘hombre-orquesta’ funciona hasta cierto punto, pero no es la situación ideal. Yo vengo del mundo del viaje y nunca me ha importado trabajar solo, por eso ahora también me he habituado a trabajar solo.

En la mayoría de casos los periodistas que cubren información internacional son freelance, lo que dificulta todavía más su labor. ¿Por qué crees que los medios españoles no apuestan por este tipo de información y cubren sus páginas con informaciones de agencia?

En mi caso los medios con los que colaboro apuestan por mis temas. En realidad somos como el resto de trabajadores autónomos. Hay meses que te va muy bien y otros en los que no, punto. Resulta cansino ese mantra de queja permanente que nos rodea, la situación es jodida para todos, también para los que están en las redacciones, para los que se dedican al sector del metal o la madera, como en mi pueblo.

La crisis del sector es estructural y sólo estamos al comienzo. Yo no me quejo, hago lo que me gusta y de momento puedo vivir de ello, el día que no pueda pues a otra cosa. Al igual que yo entré en la rueda en 2006, otros están entrando y me quitarán el puesto, ley de vida.

En una reciente entrevista el fotógrafo Simon Norfolk nos decía que la guerra actual no se está contando. Se libra con aviones no tripulados, virus informáticos…compartes tú esta visión?

En parte. El frente ‘Af-Pak’ lo estamos contando fatal, es cierto, sobre todo porque solo cubrimos un lado, pero en otros casos como Irak, Siria o Libia hay gente sobre el terreno, en ambos bandos, y haciendo un buen trabajo.

Tú trabajo se centra en Oriente Medio, Túnez, Libia, Egipto, Yemen, El Líbano, Siria, Afganistán, Irak, Pakistán o Irán. Crees que son los actores clave en la política internacional?

El actor clave mundial es EE.UU y regional, Irán. Por eso merece la pena, antes de trabajar sobre ellos, dedicarles unas visitas como simples viajeros.

Volviendo a Turquía, internamente siguen creciendo las tensiones por las reclamaciones de autonomía por parte de la minoría kurda. Cómo puede afectar esta situación a su política exterior y al equilibrio territorial en la zona

El Kurdistán es una herida abierta permanente en el corazón de Turquía y sus vecinos saben que es una carta de mucho peso. El problema es, como siempre, que estamos hablando de personas, no de fichas de ajedrez, y los civiles kurdos viven una situación cada vez más complicada que queda eclipsada por Siria.

Ha pasado ya más de un año de la denominada primavera árabe. ¿Qué valoración haces de este movimiento?

Positiva. Estamos ante la aparición de este nuevo Islam político que la gente ha votado de manera masiva en las urnas y hay que darle la oportunidad que se merece después de décadas de dictaduras. Pero no se pueden meter en el mismo saco a Egipto, Túnez, Libia, Yemen y Siria, lo de Siria es totalmente diferente y mucho más complejo que en el resto.

Especialmente complejo es el caso de Egipto. ¿ Hacia dónde va el país?

No lo comparto. Lo de Egipto es el choque histórico entre el Ejército y la Hermandad, el mismo que se produce desde los años veinte. No lo veo tan complejo. Los Hermanos Musulmanes llevaban décadas esperando este momento y no lo van a desaprovechar. Se lo merecen después de tanta lucha, cárcel y trabajo social. El problema al que se enfrentan es la herencia y los restos del antiguo régimen que van a hacer todo lo posible por derribarles. Por otro lado, las expectativas de pueblo eran tan altas que ni ellos ni nadie es capaz de cumplirlas.

Compartes la idea de que Shafik era lo malo y Morsi lo peor

Morsi era la única opción de la revolución para seguir adelante, para cerrar la etapa de Mubarak y el resto de los ‘faraones’. Mucha gente que estaba en Tahrir está desolada con el presente, pero era poco realista pensar que esa élite de la capital iba a lograr imponerse sobre la maquinaria de la hermandad.

¿Cómo está reaccionando Egipto ante la suaves quejas de Morsi sobre Israel o el discurso proOccidental que dio en la Convención de Países no Alineados celebrada en Teherán?

En Egipto, como en España, la economía es el tema que más preocupa ahora mismo a los ciudadanos. Por encima de los titulares de prensa sobre las salidas de tono de los políticos salafistas o protestas como las protagonizadas frente a la Embajada de EE.UU, Morsi y su equipo están centrados en poner en marcha un país parado desde hace más de un año. Si la gente empieza a trabajar y fluye de nuevo el dinero se acabaron la mayor parte de los problemas actuales, incluido el del extremismo. Los enemigos de los Hermanos lo saben y por eso hacen todo lo posible para impedir cualquier progreso, siguen sin aceptar su derrota.

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