Dicen de él maravillas pesos pesados como Joe Bonamassa o Carlos Santana, y no se quedan cortos: de haber nacido en tiempos en los que no predominara la música prefabricada, de seguro sería un gran referente guitarrístico de su generación. Y de haber tenido el genio creativo de Hendrix, con el que muchos comparan, habría estado un poco más cerca de coronarse.
Eric Gales, alias “Raw Dawg”, nacido en esa eterna cantera de buenos músicos que es Memphis, se ha empeñado en demostrar que el blues rock sigue muy vivo, y con las armas que maneja (virtuosismo, dinámica y un dominio apabullante de los cánones del estilo) viene a deleitarnos con un buen puñado de temazos, entre los que destacan varios covers de gigantes del blues, haciendo honor a su música y con versiones absolutamente personales, lejos de los copypastes musicales que tanto se estilan en estos tiempos, donde venden más las bandas tributo que los músicos creativos.
En su gira 2017 nos presentó su último disco, Middle of the Road, once temas en los que ejemplifica el espíritu ecléctico que domina su carrera: blues, hard-rock, hard-funk, reggae e incluso una preciosa balada acústica, Help Me Let Go, que culmina con un sublime punteo de su guitarra al estilo de las baladas heavy.
Pero en esta frenética gira 2018 viene en modo full blues, girando todo alrededor de su estilo de referencia, para dejarnos claro que sigue en plena forma y que su banda no se queda atrás: Nicholas Hayes demuestra un dominio alucinante de su batería Mapex, Byron Cortes maneja con maestría su bajo de cinco cuerdas y Ladonna Gales, pareja de Eric, complementa la sección rítmica y los coros.
Comienza con Make It There, de Rentless -2010, temazo con aire Hendrix, pero rápido y bailable, con fraseos milimétricos de su guitarra Magneto, Eric Gales signature, expresados con su inaudita configuración: siendo zurdo, la guitarra es para diestros y (lo que es aún más sorprendente) tiene las cuerdas también en posición de diestro, situando las graves abajo y las agudas arriba y requiriendo una técnica absolutamente única.
Con el público encandilado y un casi lleno en la Sala X, enlazan con Boogie Man, uno de los singles de Middle of the Road y cover de Freddie King, blues a tiempo medio en el original pero aquí acelerado, extendido y dominado por su original riff marca de la casa. Y es que son sus riffs, independientemente de la inigualable técnica que inventa para dominar su Magneto con tan inverosímil configuración, una de sus señas de identidad, pues pese a contener la esencia clásica de los incisivos riff bluseros, parecen abrir un nuevo camino con trabajadas y originales combinaciones.
El tercer tema es Don`t Fear-The Reaper, de Agents of Fortune – 1976, un cover de un grupazo semiolvidado, Blues Oyster Cult. Pero Eric Gales, con la absoluta genialidad que lo caracteriza, lo convierte en un sentido instrumental de enorme sutileza en su dinámica y desarrollo, ofreciéndonos una deliciosa versión aderezada con el inconfundible sonido de su Magneto en perfecta comunión con su cabezal DvMark “RawDawg” EC + 2 Cabinets FG 212 V, también de la marca italiana, y un escueto juego de pedales que confieren a su guitarra un sonido limpio que nada tiene que envidiar a las series más lujosas de la Fender Stratocaster.
Continúa con Boogie Funk, otro cover del genial Freddie King, un temazo con un riff continuo al estilo boogie blues que sirve de excusa para el lucimiento de toda la banda, desplegando Eric, fuera de sutilezas, todo su virtuosismo sobre las cuerdas, escalando en vertiginosas pentatónicas e inventando licks que huelen a viejo y saben a nuevo: una auténtica delicia.
https://youtu.be/C3mk-w1EUlI
El siguiente tema calma las aguas: Ladonna ambienta con su Palo de lluvia dando paso a Eric, que en medido crescendo culmina animando al público a corear “Oh, baby, please”. Tremendo comienzo de este cover, Baby, Please Dont Leave Me, de Buddy Guy, que termina con otro punteo antológico.
Llegados a este punto, Gales le pasa el testigo a la sección rítmica y se toma un descanso con Ladonna. Pero el nivel se mantiene: Byron Cortes comienza a puntear con potentes riffs de bajo y Nicholas Hayes fusiona cada tempo con un manejo jazzístico de su batería animando a Cortes a introducir efectos que hacen las delicias de los fans, octavando a la inversa y resolviendo el intermedio con solvencia.
Para la larga recta final Eric vuelve con las pilas cargadas para deleitarnos con Swamp, gran tema al estilo hill country que cierra su último disco, dando paso a los covers de Jimi Hendrix que todo fan espera en sus conciertos. Y llega el éxtasis de la cuarentona concurrencia: suena el riff de Voodoo Child, que se va transformando de un calcado comienzo a lo Hendrix en una exquisita fusión de músicas, aparentemente inconexas y que Gales maneja con pericia: del Para Elisa de Beethoven al Kashmir de los Led Zeppelin, pasando por el Back in Black de AC/DC.
Finalmente, con el público absolutamente entregado, coreando al unísono y a petición del simpático Eric Gales, “one more song”, nos regala un último cover, Little Wing, una de esas joyas que un día de 1967 nos regaló Jimi Hendrix, el hombre que si reinó, aunque póstumamente, como dueño indiscutible del cetro de la guitarra eléctrica.
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