La importancia de la memoria histórica deja a los jóvenes entender que todos formamos parte de lo que pasa.
Cómo vemos al vecino. Dónde estamos y por qué. Qué quedará de nosotros y de lo que vimos. Viviendo en la agonía del futuro y desconociendo, o no reconociendo, las huellas del pasado, dibujaremos paisajes confusos que pueden contener trazas que, entre todos los lienzos, supongan grandes errores que ya se cometieron.
Cuatro personas cantan una canción familiar que suena a proletario, a discurso político, a lamento. Y aparecen. Son trabajadores curiosos, detectives del olvido. Nos cuentan lo del habitante de aquella casa, lo que dicen en ese pueblo y lo que leyeron en las memorias poéticas de Federico García Lorca, al que todos conocemos, y que vivió allí. Todo coincide.
Y si nos ponemos más científicos, estos cuatro personajes son arqueólogos y forenses, y están excavando una fosa común. Aquí comienza la parte de teatro documental y de objetos. Cada uno cuenta una historia, pero no se sabe de quién. Todos usamos algunos de los útiles que aparecen y a través de ellos imaginamos la vida de estas personas.
Recrear es el comienzo para empatizar, que a su vez es el arranque de sentir que nadie quiere ser olvidado y que sentimos, incluso sabemos, que somos alguien. Es un valioso y potente mensaje para todos, pero sobre todo ante la indolencia tendente de los más jóvenes. En un ejercicio sensible y honesto nos enseñan lo que van hallando y dejan el resto a la inevitable asociación que cada uno hacemos.
Cuando yo tenía diecisiete años vi como desenterraban de una fosa a Josefa Torrecilla, mi tatarabuela. Desde entonces siempre he querido acercarme a las exhumaciones de las víctimas del franquismo, pero entre la vida, unas cosas y otras, no ha sido hasta ahora cuando ha sido posible.
La vida ¿Qué nos hace que queremos huir de lo que duele? Con el dolor se construyen historias con alma y se fortalecen los sentidos y, en lo que aquí nos acontece, los sentimientos. La etapa en la que se “a-dolece” está llena de ira y “re-sentimiento”. Y por ahí pasamos todos. Parece que se lo debemos a la vida y haremos bien en recordarlo.
No se habla de la muerte en la obra, aunque esté presente. Hasta aquel gorila que se comunicaba por lengua de signos la identificó cuando se le enseñó un esqueleto. Sobre una mesa se colocan meticulosamente restos humanos hasta que identificamos una persona que alguien allí presente conocía y quería.
Se estrenó el verano pasado e hizo un sobrecogedor tributo a Lorca en el Barranco de Víznar. Yo la vi en el Teatro Alameda de Sevilla en la función vespertina que siguió a una jornada con institutos la misma mañana. Y, próximamente, el 14 de Abril, tendrá lugar una función muy especial sobre la fosa de los alcaldes o fosa de la Carcavilla, una fosa común que se encuentra en el antiguo cementerio municipal de la ciudad española de Palencia, donde se ubica un parque infantil en la actualidad y donde fueron enterrados 497 hombres y mujeres —250 de ellos datados— fusilados procedentes de unos 25 pueblos y localidades de la provincia de Palencia por el bando sublevado durante los primeros meses de la guerra civil española. Esa que se estudia en la ESO.
COMPOSICIÓN COLECTIVA e INTÉRPRETES Alba Muñoz, Pablo Rodríguez y María San Miguel
COMPOSICIÓN MUSICAL Juan Alberto Martínez (Niños Mutantes)
ILUMINACIÓN Xiqui Rodríguez
ESCENOGRAFÍA Y VESTUARIO Karmen Abarca y elenco
AYTE DE DIRECCIÓN Sara Velasco
ASESORÍA Y CONTEXTO Conchi Cejudo, Equipo científico de la Universidad de Granada, responsables de los proyectos “Barranco de Víznar. Lugar de memoria” y “Servicio de exhumación, preservación, y custodia de restos óseos y muestras biológicas de las fosas comunes Zona Alta San Plácido, Virgen de los Dolores y Cuadro Número Cuatro, del Cementerio Municipal de Nuestra Señora de la Salud de Córdoba”: Francisco Carrión, Daniel Quiroga, Erik Borja, Laura Gutiérrez, Juan Francisco Coto, Francisco de Asís Carrión, Félix Bizarro, Rafael Cid, Aila Piniol, José Ángel Merino, Antonio Luque y Pablo Olivo; y la Asociación Feminista de Víznar.
UNA PRODUCCIÓN DE: Proyecto 43-2
CON LA COLABORACIÓN DE: Diputación de Granada, Patronato Federico García Lorca, Ayuntamiento de Palencia y Ayuntamiento de Serrada.