Se representó en el Teatro TNT (Sevilla), Flores para Torgeir, de la mano de Roberta Carreri. Un evento que era imprescindible que se llevará a cabo en el Centro TNT por innumerables motivos. Y justo la edición del 2021 del Festival Fest, lo hizo posible
Varias de las personas que asistimos a la representación de Flores para Torgeir en el Teatro TNT, no tuvimos la oportunidad de conocer el peso de la figura de Torgier Wethal (1947-2010) en escena. Asimismo, otros cuantos apenas habíamos oído hablar del trabajo que habían estado haciendo durante numerosos años Roberta Carreri en la veterana compañía Odín Teatret, junto al mismo. Ello sitúo a parte de las personas que integramos al público, en un lugar de ser dobles espectadores. Es decir: espectadores de la representación de la pieza como tal, y del valor simbólico que tenía el que se escenificase esta obra de la forma en cómo se escenificó.
Obviamente, muchas de las cosas a las cuales Roberta Carreri habrá hecho alusión en escena no estaban al alcance de todos. No obstante, ello no nos ha limitado para comprender que estamos hablando de que Torgeir Wethal no sólo fue un actor, docente y creador que ha marcado a generaciones de espectadores y profesionales de lo escénico; sino que además, estamos hablando de un ser humano que tuvo la capacidad de transcender a tales niveles que llevo a Roberta Carreri a dedicar parte de su trayectoria, a su proceso de duelo de haber perdido a su compañero de trabajo y de vida. Ello implica que la incidencia de la vida de Torgeir en este mundo, aún sigue expandiéndose como si tratase de una “onda expansiva” que seguirá cogiendo más terreno, gracias a que varias personas hemos acudido como espectadores a ver Flores para Torgeir en un teatro.
Se ha de tomar en cuenta que esta pieza fue estrenada en septiembre de 2020 en la sede de Odín Teatret (Holstebro, Dinamarca), o sea al menos diez años después del fallecimiento de Torgeir Wethal. Lo cual implica, entre otras cosas, que Roberta Carreri ha sacado de dentro de sí una pieza que perfectamente se pudo haber dejado para su intimidad, o si se prefiere, sólo para las personas que eran del círculo cercano de ella y de Torgeir Wethal. Pero habrá nacido en ella una necesidad de que esto no se quede entre los más allegados, siendo que un artista de la talla de este cofundador de Odín Teatret junto a Eugenio Barba, ha de ser visto como alguien que ha pertenecido al patrimonio cultural de este mundo.
De esta manera, la figura de Torgeir Wethal es planteada en esta pieza por esta creadora, docente y actriz italiana como un ser en el que su faceta como actor es imprescindible para entender quien fue en realidad Torgeir. Claro, que era posible que Roberta Carreri pudo haberse remitido a anécdotas que compartió con el mismo, en momentos de recreo y demás cosas por estilo. Sin embargo, presiento que hay cosas que ella habrá preferido dejar para los momentos de intimidad con sus allegados en común y para ella misma. He ahí que invite a que se lea esta pieza, no tanto como un trabajo que trata de recrear cuestiones propias que se llevan a cabo en un funeral, sino más bien, como un sentido un homenaje a las artes escénicas a través de la figura de Torgeir Wethal.
No se puede negar que el hecho de que se represente Flores para Torgeir el 27 de noviembre del presente año, resulte emotivo e incluso lacrimógeno, pero prefiero decantarme por verlo como una acción que demuestra que las personas que consiguen transcender en vida las incidencias de su legado, son seres eternos que nos acompañarán hasta que no queden vestigios de la humanidad en el universo. Así, es como esta obra consigue que a veces pongamos a la figura de Torgeir Wethal entre paréntesis, para dejarnos seducir por el intachable y magistral trabajo actoral de Roberta Carreri. Esto es: me cuesta recordar a una actriz que sea capaz de proyectar la voz así, tener presencia en escena que tuvo, el carisma que desplego sobre la tarima, etc…, de la forma es cómo la plasmó en el teatro TNT. Lo que es lo mismo a decir a que ella no recurrió a destacar por destacar, digamos “subiendo el volumen” en cada cosa que ella consideraba que podía “enganchar” al público (lo cual en ocasiones me parece que bordea la intención de manipular a los espectadores, como también, una muestra clara de inseguridad al propio trabajo personal de los intérpretes y directores en juego). Por tanto, esta pieza la considero un trabajo profesional de primer nivel, por más que haya estado contextualizado en torno a darle un homenaje a la persona de Torgeir Wethal.
Es verdad que los que conforman al Centro TNT llevan unos cuantos años de relación profesional y de amistad con los que integran a Odín Teatret, pero siempre ha primado el respeto y compromiso por hacer un buen trabajo en lo escénico. Así Flores para Torgeir, es una obra que las personas que no hemos conocido de primera mano todo esto que les he enumerado en este texto, pudimos ver una pieza de la cual no hay manera de sentirse ajeno a lo que estaba sucediendo en la tarima. Es más, el cómo hablaba Roberta Carreri con la minuciosa selección de imágenes audiovisuales que se iba proyectando a la vez que la misma se desenvolvía en escena, o la inteligencia en la gestión del espacio cuando dejaba aquí y allá las flores que regalaba a Torgeir…, son sólo son unos ejemplos que reflejaban que esta pieza es universalizable para exponer el cómo se vive un duelo que mezcla el dolor de la pérdida de un ser querido, y la gratitud de que esa persona ha estado en el camino de un ser humano (por más que en este caso nos refiramos a una actriz excepcional). Sin olvidar, que estamos hablando de un trabajo impecable del cual convendría ver numerosas veces para tomar nota para saber hacer teatro.