Seleccionar página

Por  Daniel Suárez García

Paris-sena-guiadeviajes-revista-achtung

Atardecer en el río Sena

Ciudad de las ciudades. Destino turístico número uno del mundo y, al mismo tiempo, remanso de historia y alta cultura. Desde los Parisios y los Capetos, pasando por Luis XIV, Napoléon y la Revolución Francesa (a partir de la toma de la fortaleza de la Bastilla), París  no ha dejado de crecer y madurar como haría un buen grand cru.

Sin embargo, existe un sinfín de alternativas además de la archiconocida visita a la Torre Eiffel, Montmâtre y la catedral de Nôtre Dame. En estos otros recorridos alejados del “egoturismo” y la corriente mainstream podrás conocer algunos de los magníficos rincones mejor escondidos de la ciudad y disfrutar de los locales, discotecas y exposiciones que todo parisino rutilante lleva grabado en su memoria.

Para empezar, un joven parisino no utiliza el metro ni el bus salvo que tenga que recorrer largas distancias. En cambio, si vives en el centro o te apetece visitar aquel museo impresionista que salía en la película Medianoche en París (dedicado al escultor Auguste Rodin), no te va a quedar más remedio que utilizar la Velib. Ni más ni menos que la bicicleta de toda la vida. Un pequeño consejo: no dejéis pasar la oportunidad de pedalear a orillas del Sena con el viento a favor y observar al fondo la catedral del famoso jorobado que escribió Victor Hugo.

Otros lugares bohemios donde sería perfecto utilizar este invento de dos ruedas serían el Canal du St. Martin (especialmente al atardecer) o el moderno parque de La Villete con sus folies donde se encuentran diversos recintos de interés cultural como La Citè de la Musique o La Geòde con proyecciones IMAX.

Más alejado del centro nos encontramos con un lugar de culto y peregrinación donde están reunidas algunos de los más célebres personajes de la historia de Occidente. Desde Chopin hasta Camus, de Molière a Edith Piaf, Oscar Wilde o incluso Jim Morrison; todos ellos se encuentran dispersos a lo largo y ancho del cementerio Père-Lachaise, el más grande de la capital francesa.  También lo utilizan los parisinos como parque; aunque si de verdad quieres pasear y respirar tranquilamente sin escuchar de fondo el ruido del tráfico, tu destino se llama Parc de Vincennes (para este sí será necesario un metro).

Sea una visita en pareja, con amigos, con la familia o por tu propia cuenta, no deberías dejar de echar un ojo a la infinidad de ofertas culturales que existen en París. Entre las exposiciones temporales que merece la pena ver estarían:

|Grand Palais: Edward Hopper. Hasta el 3 de Febrero del 2013.

| Cinemathèque Française: Les enfants du Paradis. Hasta el 27 de Enero del 2013.

| Petit Palais: Dieu(x) modes d´emploi.  Hasta el 3 de Febrero del 2013.

| Georges Pompidou: Salvador Dalí. Retrospectiva. Hasta el 25 de Marzo del 2013.

 Justo al lado de este último edificio vanguardista se encuentra un tesoro oculto para los amantes de la música: el IRCAM o Instituto de Investigación sobre acústica y música. Único en el mundo, la música posmoderna se cocina en este edificio escondido del barrio Beaubourg.

Paris-sena-guiadeviajes-revista-3-achtung

Gastronomía y restaurantes 

Y hablando de cocina, ¿qué lugares enigmáticos y especiales existen en la ciudad parisina cuando cae la noche? Si quieres sorprender a alguien (previa reserva) llévalo a la Hidden Kitchen. Si queréis degustar las mejores crêpes que hay en todo París debéis dirigiros a la Place Monge donde encontraréis el hogareño Petit Grec. Otras delicias para gourmets serían el foie de canard, la Ratatouille, el canard a l´orange, macarons (los bombones de colores de la fotografía) además de las mil y una variantes de quesos-brie, rochefort, munster, époisses, vieux bologne- que podréis degustar en sus famosos cafés y brasseries. Si, por el contrario, no tienes mucha hambre y tu cuerpo pide marcha, estás de suerte porque en París existe una amplia oferta de ocio nocturno.

Paris-sena-guiadeviajes-revista-2-achtungFaire la fête 

En caso de que tu fuerte sean las dancefloor, existe una extensa ruta de discotecas que se extiende por el Grand Boulevard o si lo tuyo es, al contrario, el ambiente bohemio, prueba con el barrio judío de Le marais. También existe la posibilidad de que quieras ver en primera persona una de las prácticas de socialización que más ha exportado España al mundo: el botellón, también denominado apéro en Francia. Una de las diferencias entre el nuestro y su variante francesa radica en la hora de comienzo: en París todo empieza antes. También hay muchos que acompañan con bocadillos el clásico calimotxo intentando ahorrarse unos cuantos euros.

Alojamiento

Y es que, pese a que te convenciste de que no sucedería, tu preciado bolsillo tintineará más veces de las que querrías. París sigue siendo muy caro;  sobre todo si buscas alojamiento en hoteles o residencias. Más vale que tengas a algún familiar allí viviendo, un amigo de Erasmus del extrarradio o te atrevas con el coachsurfing, el sistema de hospitalidad más utilizado en todo el mundo. Todo sea por disfrutar de esta inmensa metrópolis europea.

“Es la suma total”. “Siempre nos quedará París”. “Un hombre no tiene hogar en Europa excepto en París”. Son muchas las citas vinculadas con esta ciudad de leyenda. Sin llegar a citar un solo adjetivo más (pues la lista de elogios no terminaría en esta página), baste decir que vale la pena visitarla una vez en la vida, sea por el aroma de la chica de las ciruelas que persigue Jean-Baptiste cada noche, los inolvidables besos de Amelie en el Deux Moulins o el encanto de una pareja de jóvenes enamorados en el Jardin de Tuileries. Realidad y ficción se dan la mano creando un manto de luces subreales y amor, mucho amor.

 “Si tienes la suerte de haber vivido de joven en París, entonces durante el resto de tu vida ella estará contigo, porque París es una fiesta” (Ernest Hemingway) 

@dani_sugar 

música cine libros series discos entrevistas | Achtung! Revista | reportajes cultura viajes tendencias arte opinión




Share on Tumblr

Comparte este contenido