Seleccionar página

Por Marcos Nebreda

Si leen el argumento de Happy Endings lo primero que pensarán es que se encuentran ante la enésima comedia de amigos treintañeros, con gags más que reconocibles, lugares comunes y arquetipos desgastados. Todo ello envuelto por la nostalgia de la serie que marcó el inicio de este género; Friends y con la exigencia de convertirse en su digna heredera.

Pero tras adentrarse en el universo de estos seis colegas con residencia en Chicago es muy posible que sus prejuicios se vean desmontados. Happy Endings derrocha surrealismo desde el minuto uno, ese en que la boda de dos de sus protagonistas acaba truncada por un tipo q irrumpe en patines hasta el altar de la iglesia. Superado este primer obstáculo, la pareja formada por Álex y David establecerán una tregua para conservar su amistad tras su ruptura y en ese escenario deberán convivir con sus otros cuatro amigos y ellos adaptarse a la nueva situación.

Su caricaturización en ocasiones extrema los aleja paradójicamente de los prototipos que hasta ahora hemos visto en comedias de este tipo y les proporciona un aire de frescura y originalidad. Junto a los ex enamorados están Jane, hermana de Alex, aspirante a esposa de éxito con su perfecto loft y su marido sensible y de color, Brad.  Brad aporta la delicadeza y sensibilidad de la que carece Max, el personaje gay de la serie, pero un gay muy atípico alejado por completo de cualquier estereotipo. Max es en ocasiones rudo, le encanta ver fútbol  pero también tiene un punto romántico aunque no lo deje aflorar a muy menudo. Ambos ayudan a desmontar tópicos raciales y homófobos con escenas realmente delirantes pero muy inteligentes.  Y por último tenemos a Penny, la eterna soltera desesperada en busca imparable del hombre apropiado. Con ella es imposible no sonreír e incluso hacerlo a carcajada limpia porque su comportamiento y personalidad son los más reconocibles de la serie.

El éxito de Happy Endings se basa sobre todo en la estructura de unos personajes que aportan un sentido del humor inteligente, cargado de ironía y crítica pero con un punto gamberro y cercano. La empatía vertebra una comedia alejada del tedio y la ñoñería que caracteriza a otras series del género como la pedante  Cómo conocí a vuestra madre o  Perfect Couples. Aunque a veces puede pecar de propiciar esa tediosa guerra de sexos, incluso ahí lo hace con guiños que aportan diferencia y no aburren al espectador. Sus actores no son caras excesivamente conocidas pero  sí carismáticos.

Estrenada en abril de 2011 y creada por David Caspe , la cadena ABC prepara ya su tercera temporada y sigue sumando fans. En España puede verse en la MTV desde finales de mayo. Tal vez el secreto de su éxito sea esa sencillez con la que aborda las historias, sin muchas pretensiones pero con extremo cuidado. Detalles que al final, marcan la diferencia.

Y para detalle divertido, aquí pueden ver los 80 gifs más simpáticos de la serie. Que los disfruten:

@marcosnebreda

música cine libros series discos entrevistas | Achtung! Revista | reportajes cultura viajes tendencias arte opinión




Share on Tumblr

Comparte este contenido