#Internacional en Achtung! | Por José Puglisi
Las empresas siembre buscan cómo tener una plantilla contenta y productiva. Se piensa que si tus empleados se sienten bien, su trabajo siempre será mejor. Pero, ¿qué podría hacer sentir mejor a una persona que contar con su compañero más fiel durante las largas horas de la oficina? Así es, las mascotas son la perfecta compañía para estimular a los trabajadores o, al menos, eso es lo que se cree en Estados Unidos.
La nación norteamericana ya cuenta con más de 1,4 millones de personas que acuden a las oficinas con sus perros, según la encuesta de la American Pet Products Association (Asociación Estadounidense de Productos para Mascotas). Un hecho que cada vez se torna más popular dentro de las empresas y que ha alcanzado a grandes firmas como Google o Amazon.
Las compañías defienden la implementación de esta medida ya que consideran que el trabajador se siente más motivado y productivo si cuenta con su mascota. Además, al no sentir la obligación de volver a casa pronto para cuidar del animal, el empleado podrá pasar más horas en su puesto de trabajo, lo que ayuda a incrementar su desempeño profesional. Asimismo, las firmas que aplican esta medida están apostando por la fidelización de su plantilla, ya que el empleado está menos tentando a aceptar otras ofertas de trabajo en donde le separen de su fiel compañero.
Hasta el momento, las compañías que han adoptado este modelo con mayor facilidad son las relacionadas con ingeniería y software, porque son las que más difícil lo tienen a la hora de dar con personal cualificado y no quieren perder a sus trabajadores. Sin embargo, otras empresas lo tienen más complicado, en especial las firmas que se encuentran en edificios con prohibición de animales o en donde las ordenanzas locales impiden la presencia de mascotas: tiendas de alimentos, restaurantes, salones de belleza y oficinas médicas.
La idea ha venido ganando adeptos durante los últimos años. En 2006, la American Pet Products Association ya había advertido que una de cada cinco empresas consideraba la idea de trabajar con perros en las oficinas. Seis años después, es amplio el número de empresas que apuestan por esta medida y que utilizan la creatividad como el mejor recurso para solventar cualquier percance que las mascotas puedan ocasionar en la labor cotidiana.
En la agencia de publicidad Authentic Entertainment, por ejemplo, se presentó la situación en la que Dolly (una de las mascotas de los empleados) se atemorizaba de los repartidores y comenzaba a ladrarles y gruñirles. Tras no poder cambiar el hábito del perro, la empresa optó por una salida innovadora: recepción llama a la dueña cada vez que un repartidor entrará en el área de trabajo, así ella le puede sujetar sobre su regazo y permitir que el repartidor realice su labor sin ningún inconveniente. Todos felices.
Con amor a las mascotas, dedicación laboral y una pizca de creatividad, los Estados Unidos están estimulando a sus empleados para ser más competitivos y rentables. ¿Se podrá copiar ese modelo en España y obtener empleados más felices y productivos para una sociedad que necesita un acelerado crecimiento económico?
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