En un tono lúdico y crítico, Gloria Prado transforma el El Jardín de Zunino en un peculiar parque de atracciones emocional. Con su serie de dibujos en grafito, Prado explora la relación entre felicidad, consumo y sobreestimulación. Las piezas, presentadas en formato polaroid, evocan recuerdos efímeros y destacan la fugacidad de la alegría. La vida es un parque de a-traiciones puede visitarse hasta el 21 de diciembre en Cuesta del Rosario nº 8 casa 1 1L, 41004 Sevilla.
Los personajes grotescos, de cabezas desproporcionadas por el consumo desmedido de dulces, simbolizan la insaciable búsqueda de una felicidad superficial. La estética retro añade un toque nostálgico, contrastando con el exceso visual de la era digital. Prado invita al espectador a reflexionar sobre cómo la felicidad se ha convertido en una promesa de consumo que puede transformarse en una traición emocional.
En esta serie, Gloria Prado nos invita a adentrarnos en un universo tan festivo como inquietante, donde la vida cotidiana se transforma en un parque de atracciones un tanto peculiar. La exposición, compuesta por ocho piezas realizadas en grafito, explora la relación entre la felicidad, el consumo y la sobreestimulación, elementos omnipresentes en nuestra sociedad contemporánea. El título de la exposición, «La vida es un parque de a-traiciones», nos revela ya desde el principio el enfoque crítico y juguetón de la artista con este juego de palabras.
El formato de estos dibujos nos recuerda a las polaroids clásicas, esas fotografías instantáneas que capturaban momentos efímeros de alegría. Este formato no es casual: las polaroids, al igual que los recuerdos felices, se desvanecen con el tiempo, subrayando la fragilidad y la fugacidad de la felicidad.
En sus dibujos, Prado representa a personajes que buscan la felicidad a través del consumo de helados y caramelos. Estas figuras devoran sin parar, simbolizando la idea de que, en nuestra sociedad, la felicidad se presenta como algo que se puede comprar y consumir. Sin embargo, este consumo desmedido tiene consecuencias: sus cabezas crecen desproporcionadamente, hinchadas por un exceso de «felicidad» simbólica. La analogía es clara: cuanto más helado —y, por ende, más felicidad consumida—, más grande es la cabeza. Pero esta felicidad es superficial y efímera. Esta deformación grotesca también nos recuerda a los cabezudos, esas figuras tradicionales de las fiestas populares españolas, que históricamente han sido asociadas con la alegría y la celebración.
La elección de una estética retro, inspirada en los años 50, añade una capa de nostalgia a las obras. La referencia a esta era analógica funciona como un contraste con la saturación visual y emocional que define nuestra vida digital hoy en día. El universo visual creado por Gloria Prado combina luces de feria y sombras profundas, mostrando la dualidad de este parque de atracciones emocional. Por un lado, está la promesa brillante de la diversión y la felicidad; por otro, la inevitable desilusión cuando se descubre que esta felicidad es pasajera y, en muchos casos, inalcanzable. Los dibujos, con su detallada técnica en grafito, juegan con el contraste para enfatizar esta tensión.
«La vida es un parque de a-traiciones» es una invitación a detenernos y reflexionar sobre la manera en que buscamos la felicidad en un mundo saturado de estímulos. A través de sus dibujos, Gloria Prado cuestiona la promesa de felicidad que nos venden y nos recuerda que, en ocasiones, lo que parece una vía directa al placer puede convertirse en un camino lleno de traiciones emocionales. En este parque de atracciones, cada espectador encontrará su propio reflejo, desdibujado entre luces, sombras y las promesas incumplidas de una felicidad consumida.
- Martes a viernes: 17:30 – 21:00 h.
- Sábados: 11:00 – 14:00 h.