Hasta el 28 de septiembre se estará representando en la Torre de Don Fabrique, La Violación de Lucrecia, de la mano del Teatro Clásico de Sevilla. Montaje que vuelve a programarse en Sevilla tras su excelente acogida en el pasado mes de julio.
Aquellos espectadores que no estén muy familiarizados con las artes escénicas se encuentran en las obras del Teatro Clásico de Sevilla, con un lenguaje actualizado y dinámico a la hora de representar sus creaciones, sin que ello vaya en detrimento del disfrute de las personas que buscan contrastar más interpretaciones de obras que les son conocidas. De tal forma, de que todo el mundo disfrute desde sus respectivos puntos de partida.
Detrás de lo anterior, está presente cierta vocación divulgativa bajo el afán de hacer más universalizables a las obras y los temas que abordan en sus montajes. Así, el acto de ir al teatro no se entendería como algo propio de un grupo de “adeptos” o personas “muy especializadas”; sino más bien, como una inversión para completar la cultura general y reflexionar sobre nuestra condición humana de los espectadores. Por tanto, les animo a echarle un vistazo a la sinopsis de esta versión de La Violación de Lucrecia dirigida por Alfonso Zurro:
Las bases sobre las que se asienta nuestra obra La Violación de Lucrecia de William Shakespeare, tiene su origen en un suceso histórico ocurrido en Roma 500 años a. de C. y descrito tanto por Ovido como por Tito Livio: La violación de una dama romana, llamada Lucrecia, por parte del príncipe Tarquino.
Dicho acontecimiento ha gozado de una importante influencia y proyección en las artes occidentales. Son muchas las obras artísticas que lo han abordado. En literatura, novelas, poemas, ensayos, piezas dramáticas, referencias en el Quijote, Lope de Vega, Calderón… En pintura y escultura nos encontramos con un buen número de obras que han tratado el tema y al que se han acercado grandes artistas como Tiziano, Rubens, Tintoretto, Lucas Granachel Viejo, Artemisa Gentileschi, etc. En música, una ópera de Benjamín Britten.
La pieza teatral que presenta la compañía Teatro Clásico de Sevilla se centra en el poema La Violación de Lucrecia de William Shakespeare de 1594.
En torno a él Alfonso Zurro ha escrito y desarrollado una dramaturgia muy especial. Primero para articularlo como monólogo femenino. Y después, abrirlo en varias líneas dramáticas que amplíen el hecho histórico y nos lo acerquen hasta nuestros días.
Lucrecia nos coloca ante la violencia y la crueldad que conlleva un acto tan terrible. Un texto límpido que desarrolla diferentes planos de acción. Al centrase en los acontecimientos narrados por la mirada de Shakespeare, provoca un efecto de perplejidad que no deja indiferente al espectador.
El tono, la economía expresiva, la firmeza del perfil del personaje, la pulcritud del lenguaje, el dolor físico y emocional de Lucrecia… todo ello, se condensa en esta pieza que describe con claridad lo que es el uso de la fuerza, el dominio y la humillación sistémica de la violación como arma machista contra la mujer.
Un espectáculo para almas incandescentes.