Hace poco estuve charlando con la directora del Festival Cádiz en Danza, Lorena Benot. Quien me ha ilustrado sobre cómo funciona un festival en una localidad con tantas particularidades y potencialidades, como lo es Cádiz.
Se trata de un festival internacional de danza contemporánea que ha sabido madurar y crecer a lo largo de sus veintiún ediciones. Sorteando cambios de gobierno municipales, los vaivenes que ha sufrido el sector de las artes escénicas con, por ejemplo, la pandemia del 2020… En fin, una serie de cosas que nos ayudarán a ponernos en el lugar de una extraordinaria programadora, que cuenta con un pequeño equipo de profesionales, que trabajan para que cada año el Festival Cádiz en Danza merezca estar en las agendas de todos los que seguimos la danza contemporánea en España. Sin más que añadir, les doy paso a lo que fue mi conversación con Lorena Benot:
-Según lo que tengo entendido, el Festival Cádiz en Danza nació como una extensión del extinto Festival Mes de Danza (Sevilla), y, posteriormente, éste fue cogiendo autonomía, ¿no?
Así es. Y en ese proceso estuvo muy presente el equipo del Festival Mes de Danza: María González, Fernando Lima, Alysson Maia…
A la par que el Festival Cádiz en Danza fue cogiendo autonomía, el Ayuntamiento de Cádiz empezó a apostar por lo que ya estaba latente en la ciudad. Evidenciando que se podía llevar a cabo algo de más entidad, para crear una mayor comunidad en Cádiz
En este proceso, está la figura de Pepe Vélez. Quién hasta hace relativamente poco, llevaba la programación. Y yo en aquél momento, llevaba la coordinación del festival.
Fue tan natural ese testigo que, nunca me sitúo bien cuándo yo entré, aparte que hay una pandemia de por medio, es verdad que después de la pandemia ya estoy sola como directora.
Revisando las fotos del festival, me he dado cuenta que hay muchas que definen muy bien al Cádiz en Danza. Por ejemplo: imágenes de Entrecatedrales con la gente de una compañía bailando; o el cartel promocional de la vigésima edición, que es protagonizado por el club de fans del festival que no se pierden ni una.
Te hablo de esas cosas que no se ven, o que la gente que viene de fuera, a lo mejor no las sabe.
Para mí “el cuerpo de baile” (como llamo yo al club de fans del festival) son muy importantes, porque, me han hecho conocer cosas del Cádiz en Danza que no sabía. Por ejemplo: todos los años me han enviado fotos de ellos imitando posiciones de las coreografías que se han programado o de uno de los carteles del festival. He allí que decidí darle ese homenaje al público, haciendo que ellos fuesen los que protagonizarán el cartel de los veinte años del festival.
Yo siempre digo que, el Festival Cádiz en Danza ha desarrollado una línea de mirar de frente al contexto en el que está. Es decir: lo primero es situarnos en dónde estamos. Por tanto, el festival que deberíamos hacer no sería el mismo que haríamos en Sevilla o Huesca.
-Además, al ustedes contar con “espacios no convencionales” para la representación de muchas de vuestras funciones, ustedes rehabitan, resignifican… distintos lugares de Cádiz que, el resto del año se usan de un modo más «cotidiano».
Sí. Cada año intento que se programe en un espacio que no se haya utilizado hasta ahora, o bien haya pasado mucho tiempo de la última vez que lo hemos usado (como ha pasado con el Parque Genovés). Por ejemplo: pensar en la Casa de Iberoamérica, y darnos cuenta que hasta la edición pasada no la habíamos usado. O cuando usamos la Casa Pinillos, o recovecos de la propia Alameda… Eso sí, siempre el lugar seleccionado debe tener cierta sintonía con la pieza que se va a representar.
Yo dejo mucho trabajo a la hora de armar el “puzle”, con el fin de que encajen los lugares y las piezas, en consonancia con la programación. Por otra parte, te da tiempo de ver todo lo programado deambulando por la ciudad: Eso me parece precioso.
Más de uno me ha comentado que han hecho “amigos de fila”. Ya que van todos los espectadores juntos de la Alameda, a la sala Central Lechera, para luego terminar en el Gran Teatro Falla.
-Por otra parte, quien venga a propósito para ver el festival desde el rol que sea (programador, espectador súper asiduo, etc.…), hace que se encuentre con un Cádiz muy diferente al que se plantea en las guías turísticas. Cosa que es compatible con las actividades que están haciendo los que van, específicamente, a hacer turismo en la ciudad.
Hay gente que viene con la intención de hacer turismo. Y de repente, me preguntan de un año para el otro, cuándo van a ser las fechas de la siguiente edición del festival, con la idea de hacer una reserva. Ellos ya son espectadores nuevos que han venido desde otra línea a lo convencional.
Al ser un festival muy cercano, la gente se te acerca mucho. Y me preguntan: “¿tú qué crees que deberíamos ver mañana?” Encima, somos un equipo súper pequeñito, y no saben quiénes somos los que ocupamos cada una de las funciones para que todo salga adelante. Un día cualquiera, me subo a un autobús y oigo a gente comentar el cómo vivieron lo que vieron en Entrecatedrales.
-Esto que comentas, fomenta que los espectadores sientan que el festival es patrimonio público, aunque no vivan en Cádiz.
Eso es.
Hace un par de ediciones Ouloy representó “Black”. Al día siguiente, por la mañana, él impartió un pequeño taller abierto a todo el mundo en Entrecatedrales. Entonces, pasó una señora que iba al mercado a comprar. Al final, dejó sus cosas en una esquina, sumándose a bailar con Ouloy. Lo mismo pasó con un hombre que portaba una silla para ir a la playa…
La gente concibe como una fiesta al Festival Cádiz en Danza, puesto que cada espectáculo que se va a representar, es una llamada a la fiesta.
-Ello es, perfectamente, compatible con una programación de calidad y muy coherente en su planteamiento. Es decir: si uno se pone a estudiar al detalle las sinopsis y lo que uno percibió de la pieza, tomando en cuenta la “ruta” que se ha transitado de un “escenario” a otro, todo tiene sentido. Consolidando a todos los tipos de públicos que han estado en el festival alguna vez.
Por otra parte, pienso que el festival necesita piezas de “gente novel”, gente que creemos que es también nuestra responsabilidad visibilizar. Eso sí, no quiero que se abandere nada desde el Festival Cádiz en Danza. Se trata de corresponsabilizarse con cosas como una pieza cortita que acaban de presentar dos jóvenes andaluzas: pues, vamos a verla con atención, y a evaluar si la apoyamos.
También hay piezas que ya han pasado por el festival, y se podrían volver a “rescatar”.
-Por tanto, ¿si una compañía que está moviendo sus primeras creaciones, les envía a ustedes un dossier, un vídeo, etc.…, ustedes la reciben, o por el contrario, son ustedes los que tienen la iniciativa cuando toca conformar una nueva programación?
Todo esto más allá de la programación compartida que tienen ustedes, con el resto de vuestros “festivales hermanos” pertenecientes a la Red Acieloabierto.
Nosotros hacemos un poco de todo. De un lado, el festival no abre como tal una convocatoria, es decir: no saca un plazo determinado para que la gente nos envíe sus propuestas, sino que hay una recepción libre de proyectos durante todo el año.
Eso se debe a que la dirección del festival siempre ha estado ligada a la dirección artística de la red de teatros de Cádiz. Por tanto, yo no sólo dirijo el festival, sino que también, soy responsable de la dirección artística de teatros de Cádiz. Esto se traduce en que lo que yo reciba se puede valorar también para las programaciones de cualquiera de los teatros de Cádiz.
Esto es una forma de que la danza siga presente en las programaciones de sala durante todo el año. Fíjate, hace poco recibí un proyecto que me llegó con la idea de que fuera programado en el festival, y yo les dije que lo mejor sería es que estuviese dentro de la programación oficial de la sala Central Lechera. Y me dijeron que magnifico.
Cuando el programador hace una selección, lo hace desde una visión global. Lo cual no quiere decir que uno te esté descartando, sino que en la constitución de esa globalidad se tiene que tener en cuenta muchísimos “ítems”, para que todo encaje.
-Para la preparación de esta entrevista, he hablado con dos espectadoras que han crecido viendo el festival. Ambas me han aportado unas preguntas y apuntes con la idea de ponerlas en diálogo con lo que yo me había preparado con antelación.
Una de estas personas me ha comentado que tiene la sensación de que casi no se programa danza contemporánea en Cádiz, más allá de lo que ustedes ofrecen en cada edición del festival. ¿Qué le dirías a esta persona?
Se está trabajando para que no haya esa percepción. Es cierto que hay programaciones que han albergado más danza en una temporada en relación a otras.
Fuera de la programación del festival suelen haber una o dos piezas de danza contemporánea. Por ejemplo, en el caso de la sala Central Lechera, esta temporada vamos a tener la presencia del Colectivo Premohs. A ellos los vimos con una pieza corta en calle hace unas ediciones del festival, y como llevan un tiempo trabajando en una versión larga, consideramos que debíamos apoyar ese proyecto.
Pero es que tiene que haber teatro, flamenco (cante, danza, etc.…), música… Cuando se estudia la programación de la ciudad en su conjunto, se entiende que esta tarea es complicada.
El Gran Teatro Falla es el teatro que debe recoger todo de gran formato para la ciudad, incluyendo los eventos relacionados con el carnaval. Asimismo, en este teatro conviven dos temporadas, es decir: una que va de enero a junio y otra que va de septiembre a diciembre. Entonces de septiembre a diciembre, programamos menos “teatro de autor”, porque esa oferta la va a cubrir el FIT (Festival Iberoamericano de Teatro de Cádiz), y habrá menos programación de música, al haber, posteriormente, un festival pensado para ello. De cualquier manera, en verano se cierra, al no guardar las condiciones para soportar altas temperaturas, dando lugar a llevar a cabo las labores de mantenimiento.
A dónde quiero llegar, es que las programaciones de complementan entre sí. Incluso en el Teatro del Títere Tía Norica, se reserva un espacio para la danza dirigida a la infancia.
Aún así, es bueno saber que está latente ese público de danza contemporánea todo el año.
-¿Qué papel han desempeñado en el desarrollo del festival el Conservatorio Profesional de Danza Maribel Gallardo (Cádiz), las academias de danza afincadas en la ciudad o los profesionales de danza residentes en la provincia de Cádiz?
Hace poco hablaba con personal del conservatorio de danza, que el crecimiento del conservatorio ha ido de la mano del festival. Por ejemplo: la trayectoria del festival ha sido fundamental para que, recientemente, se implante la especialidad de danza contemporánea en Cádiz.
En ese sentido, los que están trabajando diariamente en el conservatorio de danza son quienes protagonice el “pistoletazo de salida” en cada edición del festival.
Por otro lado, está El Garage (academia de danza de Cádiz), o el Centro Albacalí (academia de danza de Cádiz). Son dos ejemplos que facilitan un “encuentro familiar” entorno a la danza. De hecho, El Garage es una escuela que ha formado durante años a varios profesionales.
Estoy interesada en que en la edición de 2024, las formaciones magistrales que hacemos, se hagan en las instalaciones del conservatorio de danza. Con la idea de que ese acercamiento entre festival y el conservatorio sea mayor. En paralelo, dar la oportunidad a que la gente que venga de fuera conozca las instalaciones del conservatorio.
Por otra parte, llevamos un tiempo colaborando con la PAD (Asociación Andaluza de Profesionales de la Danza) a través de jornadas en las que hemos situado cuestiones de interés en el festival, que incluso, ellos conocen mejor que yo.
De tal forma que, se aborden preguntas como: ¿De qué manera podemos apoyar a la realidad de danza en Andalucía desde el festival? ¿Qué temas están ahora mismo latentes y activos en el sector?
-Andalucía es una región que forma muy buenos bailarines, pero es difícil desarrollarse plenamente en lo profesional. Recuerdo el Informe Fátima Anjo (publicado en 2019), de donde uno puede desglosar una serie de datos extraídos de consultar a compañías de danza que trabajan en Andalucía. Una de las conclusiones a las que uno llega de forma inmediata, es que si los profesionales no tuvieran el empuje y grado de sacrificio que manifiestan todos los días, la danza en Andalucía estaría en otro lugar.
Además, creo que existen núcleos en donde se está apostando por una dramaturgia que da un contrapunto a otros contextos. Por ejemplo, iniciativas como el Festival Vildanza que está movilizando Mario Bermúdez en Vilches (provincia de Jaén); como también, ha sido importante el papel que ha interpretado Sevilla.
-Sin embargo, la programación en danza contemporánea en Sevilla se ha ido yendo a menos en los últimos años. De hecho, muchos jóvenes que recién acaban el Conservatorio Profesional de Danza Antonio Ruiz Soler (Sevilla) terminan comprando un billete al día/año siguiente de finalizar su formación a Madrid, Barcelona, o quien tiene mayor poder adquisitivo, se va a Europa. Y en peor de los casos, los hay que dicen: “estuvo bien esto de bailar, pero me compensa más ir a la universidad a estudiar una carrera”.
Ustedes, desde el Festival Cádiz en Danza, crean un terreno en el que sus espectadores tiene la oportunidad de ver absolutas exquisiteces, como lo fueron las piezas de Leïla Ka en la vigesimoprimera edición, facilitando que los estudiantes locales tengan contactos con bailarines de primer nivel…, pero la mayoría de los jóvenes que quieren ejercer, se siguen yendo de Andalucía.
Luego hay figuras como Antonio Ruz o Juan Carlos Lérida, que una parte importante de sus respectivas carreras, las han desarrollado fuera de la tierra que les identifica como propios.
Evidentemente, no hay “soluciones mágicas”, pero hay que buscar la manera de revertir la tendencia de que haya muchos bailarines formados en Andalucía que deciden irse fuera, porque han estimado que aquí no se puede hacer mucho más, no por elección propia.
Eso es de las cosas que se han hablado mucho. Porque es cierto que la movilidad a nivel formativo es maravillosa y es necesaria, como también, la movilidad por elección propia, es magnífica. Mientras, la “movilidad obligatoria”, no lo es.
En Andalucía hay talento por encima de la media de las regiones de España, y tenemos que pensar que poseemos ese nivel: tenemos un tejido para ser ambiciosos. Al mismo tiempo, existen Comunidades Autónomas que cuentan con unas ayudas dirigidas al desarrollo de su tejido profesional.
No sé hasta qué punto hay una responsabilidad de las Instituciones Públicas andaluzas, y de qué manera se podrían dinamizar según qué sectores…
-Yo miro a Festivales como Cádiz en Danza, y, evidentemente, debe haber un espacio reservado a la creación hecha en Andalucía, a lo que está pasando en particular en Cádiz (el conservatorio de danza, El Garage, etc.…), como también, es imprescindible que se programen compañías del resto de España y de otras partes del mundo. Ya que se genera un diálogo entre muchas personas (creadores, intérpretes, estudiantes, seguidores de la danza, programadores, etc.…), de lo contrario, nos estaríamos aislando de lo que está pasando en otros lugares.
Claro. Nosotros no programamos siguiendo unas “cuotas” para cada cosa.
Tenemos que mirar el qué podemos hacer desde nuestro enclave. Sin olvidar, la función que debe desarrollar en su territorio. Porque no tenemos la obligación, pero si el compromiso, de ser un “escaparate” de lo que está pasando, dirigiéndonos a la gente que habita este territorio.
Yo vengo del mundo de las artes plásticas, y por eso pienso que hay que nutrirse de una educación visual para poder ser, y crecer a nivel profesional.
Por otro lado, colaborar con entidades internacionales fomentan una reciprocidad, que a continuación, beneficiará a las compañías andaluzas. Es decir: que esa internacionalización esté de la mano de un por qué.
En la edición pasada quise hacer una visión de Málaga (aunque algunos no se hayan dado cuenta), en donde estuvo: Rocío Molina, Alberto Cortés, La Chachi, etc.… Creadores de Málaga con lenguajes diferentes, trabajando desde perspectivas diferentes, pero con un nexo de unión. ¡Málaga hoy está muy potente!
Posiblemente, en la próxima edición no doy con ese “hilo”, tampoco es cuestión de forzar nada. De todas formas, seguro, que seguiremos contando con profesionales andaluces, porque hay con qué. Y otros que nos estarán esta vez, en un futuro se les encontrará un sitio.
-¿Cómo vosotros han gestionado los cambios de gobierno en el Ayuntamiento de Cádiz?
La financiación del festival procede del Ayuntamiento de Cádiz. Luego, éste pertenece a la Red Acieloabierto (lo cual también repercute en este sentido). También, si se solicita, quizás recibimos financiación de Danza Escena. Y justo en la edición pasada, colaboramos con un festival de Italia.
Por tanto, te puedes hacer una idea de los escasos recursos que contamos.
Nosotros hemos vivido cambios políticos muy radicales, es decir: este programa se pone en marcha estando gobernando el Partido Popular, al paso de varias legislaturas estuvo Podemos (que mantiene el programa) y hace poco hemos tenido otro cambio. Y no hay ningún tipo de premisa o cortapisas en ese sentido.
Hoy por hoy, los cambios políticos que se han sucedido en Cádiz no han influido en el programa. También pienso que la libertad de este programa, yo siempre la he trabajado. Por eso siempre soy muy dura con el tema de las “cuotas”. Es decir: nosotros planteamos un programa que sería diferente si lo llevase otro equipo de personas.
Cuando tenemos que ayudar al sector, vamos a estar. Por ejemplo, en el año de la pandemia se canceló edición de Cádiz en Danza, ya que era inviable hacer un festival en junio en medio de todas esas restricciones. Encima, nos arriesgábamos a que los artistas estuvieran en malas condiciones, o incluso se quedasen sin cobrar por problemas burocráticos.
Al año siguiente decidí que la internacionalización no se iba a llevar a cabo, se lo expliqué a las compañías, y sus integrantes lo comprendieron. Partimos de la base de que era el momento de apoyar al tejido nacional, al igual que lo hicieron otros países. Entonces, programamos a Metamorfosis Dance y Marcat Dance (una nacional y otra regional, respectivamente), se programaron piezas que se habían comprometido de años anteriores…: Somos conscientes de estas cosas porque tenemos vocación.
-¿En tanto directora del Festival Cádiz en Danza, cómo viviste la extinción del Festival Mes de Danza y el reciente cierre del Festival Escena Mobile (Sevilla)?
El Mes de Danza me dolió a un nivel personal.
En primer lugar, yo he tenido la suerte de trabajar con María González, con quien sigo compartiendo ideas sobre lo que estoy haciendo en el festival, desde el respeto que le tengo a ella y a lo que ha hecho.
También lo viví como festival miembro de la Red Acieloabierto, y me parece una pérdida muy importante para Sevilla y a nivel global.
Cuando celebramos los veinte años de Cádiz en Danza emití un texto en el que dije: “nosotros cumplimos años, pero hay otros que ya no los cumplirán”.
En el caso del Festival Escena Mobile, ellos ocuparon una parcela muy importante. Ellos se adelantaron a muchas historias y luego han hecho posible la incorporación real de muchos bailarines.
-Sí, visibilizando a compañías que trabajan con personas con algún tipo de discapacidad, a través de creaciones de gran calidad. Y no menos importante, haciendo un equilibrio entre las piezas profesionales y las que eran más “amateur”.
En paralelo, me gustaría preguntarte el qué se pasó por tu cabeza cuando te enteraste de que los integrantes de Marcat Dance se aliaron con el Ayuntamiento de Vilches, para sacar adelante el Festival de danza contemporánea Vildanza.
Este tipo de iniciativas en Andalucía, bienvenidas son porque se trata de sumar. Y ojalá salieran más, siguiera el Mes de Danza…
Además, me coordino con ellos a la hora de fijar las fechas de nuestros festivales, nos mostramos abiertos a colaborar en lo que fuere, para compartir y nutrirnos los unos de los otros. La verdad, que ellos son un amor.
Vildanza me parece un proyecto súper valiente e importantísimo. También está el Festival Huellas (Aracena, provincia de Huelva), que también pertenecen al grupo de la Red Acieloabierto, o “gente de los cielos” como suelo llamarles.
-¿Qué implica formar parte de la Red Acieloabierto?
Es de una generosidad increíble. La forma en cómo se trabaja es muy de verdad.
Hay una labor de mis compañeros que llevan iniciativas privadas, que están allí luchando para que todo salga adelante en colaboración con sus ciudades. También valoramos cómo ayudarnos los unos a los otros, qué posibilidades hay para que otros festivales entren en la red… Así, intercambiamos experiencias entre los festivales más pequeños con los que ya somos más grandes.
A veces decimos que, no todo tiene que ser en “espacios no convencionales”, que también hay que generar oportunidades que den pie a que las compañías actúen en sala. Asimismo, dar lugar a que continúen surgiendo nuevas compañías a través de la Red Acieloabierto.
A final, hacemos verdaderas convivencias. Por ejemplo: hay espacio a formaciones, encuentros con compañías internacionales, etc.…
-Debe de ser muy complejo cuando ustedes emprenden el proceso de selección de piezas entre obras tan dispares. Empezando porque se entremezclan propuestas de compañías tan experimentadas como La Intrusa o Cía. Daniel Abreu, con los que presentan su TFG de sus estudios en un conservatorio superior, o quien se pone con su compañero de “aventuras” ante una cámara fijada con un trípode, portando una ropa comprada en el ZARA, interpretando algo que han montado como han podido…
En cada convocatoria ustedes recogen una “espacio muestral” muy elocuente de lo que está pasando en España.
El año pasado se presentaron alrededor de quinientas piezas.
-¿Cuántas piezas escogen en cada convocatoria?
Depende. Por un lado, se hace la selección de cada uno, se toma en cuenta que se deben escoger un mínimo de giras que deben de salir, para que se articule acorde a lo que está en las bases de las convocatorias.
También es lo que tú dices, es un abanico muy bestia.
En paralelo, es muy difícil sacar adelante piezas interpretadas por seis bailarines, y con este tipo de iniciativas tratamos de apoyarles, haciéndolo entre seis o siete festivales para que ese trabajo gire.
Después a las compañías se les hacen encuestas anónimas para mejorar el trabajo de la red. Pensando, por ejemplo, en cómo hemos hecho la inclusión de los “nuevos cielos”… Este tipo de cosas nacen a partir de la pandemia, porque había festivales que se quedaron sin recursos. De tal forma que, la propia red estuviera ahí como soporte en el campo de la gestión.
El Festival Cádiz en Danza se vale de gente en prácticas a nivel de gestión. Y me encanta que esas personas encuentren en la danza una salida profesional más.
-Cambiando de tema ¿Qué supuso para ustedes que, en la vigésima edición, se haya representado “MUDARSEsinINSTALARSE” de Luna Sánchez/La Basal?
Yo tengo una foto muy bonita, en la que tras finalizar MUDARSEsinINSTALARSE, ella sale corriendo y me abraza.
Un día me dijo: “Lore me apetece hacer este proyecto. No sabes lo importante que es para nosotros el festival, lo que ha supuesto para una generación el festival…” A lo que yo le respondí: “vamos para adelante”.
Durante la selección de las bailarinas de Cádiz estuve con ella…
A nivel personal, fue increíble. Es decir: hubo mucha emoción en esas veinte niñas bailando desde el Castillo de San Sebastián. Tú vas viendo cómo van avanzando, cómo la gente las estaba arropando, se va poniendo el sol… Fue una emoción tan bestia.
Para ellas esto fue brutal, pero yo les decía qué no sabían lo que supone para todo el equipo esto.
Fue un trabajo tan de verdad y tan necesario: No hubo alardes, no hubo estridencias, ni historias paralelas.
-Sin lugar a dudas, si vuestro festival no tuviese la filosofía que tiene, ese proyecto difícilmente se hubiese llevado a cabo.
Yo creo que ahí es donde radica esa diferenciación del festival. Por eso hay cosas que te vienen.
Con Luna Sánchez tengo una relación personal: hablamos de cómo le ha ido en sus actuaciones. Y mucho del festival surge desde lo personal. Al final, estas cosas se hacen solas.
-Para finalizar ¿Me puedes dar algún adelanto de cara a la edición del festival de 2024?
Nosotros seguiremos con la misma línea, en el sentido de que lo que funciona lo dejaremos y lo que pensamos que debemos mejorar, las mejoraremos. Estamos estudiando muy bien los espacios, entre otras cosas, para enfrentar el hecho de que en la edición pasada se haya quedado mucha gente fuera. Ello implica que nos tengamos que replantear el cómo conseguir que todo el mundo pueda visionar ciertos trabajos.
Continuaremos con esa colaboración con la PAD (que es muy positiva). Volveremos a tener una mirada internacional. Asimismo, ya he visto trabajos que pueden ser interesantes, e intentaremos apoyar a trabajos nacionales. Sin olvidarnos, del conservatorio de danza, de cuestiones del territorio, etc.…