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Hace un par de fines de semana estuve cinco horas con Angélica en el Teatro Central de Sevilla

Profunda añoranza de ser amada. Es este un sentimiento universalmente femenino. Todos los seres humanos se sumergen en esta bañera con una sed que parece infinita. Todos sufrimos de una masculinidad, una violencia, en contra del amor por el prójimo, siendo dominados por él o dominándolo nosotros. En una entrevista que le hicieron, recuerdo que desmintió esta idea de que en sus obras representaba la opresión del patriarcado, el peso de su dañina incursión en la sociedad y los cadáveres que deja a su paso. Ella escribe para ella y sus creaciones son su terapia, su canal de expresión artística. Habla de ella, si le sirve a alguien más, estupendo.
Pero no es el dolor de cualquiera. Es un desgarro con cabeza. Con una cabeza que encauza las palabras en una poesía vertiginosa, una jungla de escamas, culebras, dientes, metáforas que se hunden en la carne. Se le calienta la boca. Escupe fuego. Es un dragón con un corazón como el mapa del metro de Londres.

Foto: Luca del Pia

Puede añorarse, tanto que duela, algo que podría ser. Queríamos a nuestros padres, echamos de menos su cariño y temimos pedirlo, mostrar nuestras carencias, como si nos fuera a caer una hostia. En este funeral también hay niños, a veces de la mano de un cosaco.
La pequeña muerte sería para una mujer, de esas que se sufre mujer, el último hormigueo antes de morir desangrada. Porque esto es eso, una sangría. Ese saberse amable y no ser amada, y lo que sería peor, o mejor… y no verlo. Angélica sabe si una función ha sido mucho mejor que otra. De las dos de Sevilla, la del sábado, dijo, había sido la mejor, con mucha diferencia. El público se sumó a la misa en un “Amén” coral que nunca le habían devuelto desde que gira con este espectáculo.
Tengo ganas de hablar de amor cuando salgo. Del sufrimiento bello. Positivo ese sufrir. Peligroso el discurso. Puedes pasarte enfadada el resto de tus ratos.
Ne me quitte pas, ne me quitte pas. Ne me quitte pas, ne me quitte pas, ne me quitte pas…
Esa rabia es amor. Amor por el amor. Eso dice que tiene una idea del concepto del amor y eso es muy complejo. Pero ella tiene el superpoder de la honestidad. Se sabe sufriente. Sufre lo mejor que puede, lo encuadra y lo expone en toda su libertad. La de su capacidad de producción y la de la mujer liberada, armada y jugadora empedernida, que se siente perdedora.
No se lo quites, hombre.

Foto: Luca del Pia

Aunque en escena sea inconfundible, es reconocible, tiene su marca, ahí hay un ejercicio escénico. Un lenguaje escogido, depurado, metódico, estético y, por tanto, profesión artística. Pero leer directamente desde la fuente, en el reflejo del pozo de su consciencia… La luna me está mirando. Yo no sé lo que me ve. Me gusta leer sus textos, lo admito. Y después de escuchar su parlamento a oscuras, un alegato valiente y sin pelo (una de las últimas escenas), me consta que muchos han buscado esos párrafos comprándose el libro, para rememorarlos.
En su libro El centro del mundo traduce literalmente la letra de la canción “Por qué te vas” (Pourquoi tu vis). Salto generacional. De Jeanette. Vamos a pararnos en esas letras maravillosas que crean imágenes complicadamente bellas; lo que en Francia dicen, saben decir, hace tiempo, y aquí todavía no se habla, y menos se hablaba, en la época de esta canción ¿Os acordáis de la letra en español? Hoy en mi ventana brilla el sol. Y el corazón, se pone triste contemplando la ciudad… ¿Os acordáis? Pues de eso no iba. La letra francesa es como destrozar el rostro joven y bello de una de las ninfas escogidas para la escena. Vírgenes con la cara arañada por trazos de pintura negra, largas melenas a las que agredir con un tijeretazo y piernas adornadas con ligas blancas con remates barrocos, como el lazo de un regalo, para localizar y definir dónde apuntar con la crueldad y la violencia. Lo que inspira, lo bello y puro, al vicio humano. La blasfemia, lo cruel, como deseo. Lo bello, lo destrozable. Desnudas, estas criaturas del imaginario de Angélica se pasean, arrastran y exponen contra qué embestir para hacer más daño.
Los perrillos cuanto más amor han recibido, más cariño le dan en casa, más lo quieren. No piden compasión, se entregan al amor que quieras darles. Todo lo contrario para los que han sido apaleados. Eso de “cuántas caricias me habré perdido por si acaso no lo eran” no es preocupación, en principio. Sobre la escena hay una mujer rebosante, no de desamor amargo, sino de lucha contra la desesperanza. Eso no se hace y te maldigo a sentir este dolor como si te lamiera con él. Aunque hay impotencia y ensoñación en sus parlamentos. Sobre todo en uno.
Te va a crispar tu amor domesticado, a ver si lo puedes volver a meter en la jaula después de esto. Dicen que no tiene amigos (los frikis de la Angélica lo comentan). ¿Quién nos va querer de verdad una vez nos queramos a nosotras mismas? Qué aburrido el amor moderno. El amor líquido, como lo describe Zygmunt Bauman.
¿No hay nivel o no hay huevos?
Il n’y a pas d’hommes dans les coulisses.

Foto: Luca del Pia

Texto, Dirección, Escenografía y Vestuario ANGÉLICA LIDDELL
Intérpretes NICOLAS CHEVALLIER, ANGÉLICA LIDDELL, BORJA MARÍA LÓPEZ, MOURADI M’CHINDA, JUAN CARLOS PANDURO Y GUMERSINDO PUCHE
con la colaboración especial de AHIMSA, YURI ANANIEV y el notario JOSÉ MARÍA SÁNCHEZ-ROS
Pareja de Baile RAMÓN GAVILÁN Y MARÍA ROSA PIÉ y también FRANCISCO ARTACHO, CARMEN ATIENZA, MIMI AVOMO EYAMA, CARMEN CARO VILLEGAS, ALESSANDRA CAVALLARI, ADA COCA GONZÁLEZ, JAVI CONDE DUQUE, MARINA CRUZ, AISHA CRUZ, LUCÍA CUERVA, JAVIERA DE LA FUENTE, MARTINA GÓMEZ ORTEGA, JULIETA GONZÁLEZ HERNÁNDEZ, MARYOLA JIMÉNEZ TORNERO, ANDREA MARTÍNEZ FERNÁNDEZ, ANA MARÍA MAURI, TERESA MILLÁN, MIA MONPLAISIR, CARLA MORERA, OLGA NAVALÓN, MERCEDES NAVARRO, ELENA PARRO DE LA FLOR, RAÚL PAVÓN QUERO, JUAN PICHARDO MARTÍN, GONZALO POLO PÉREZ, DOROTA PTASZEKK, SOFÍA QUINTERO DE LOS ÁNGELES, JULIA REY, FERNANDO RODRÍGUEZ TRISTANCHO, ALEJANDRA RUIZ DE ALDA, TATIANA M. RUIZ ESTANGA, ÁFRICA SALGUERO, JORGE DE SANTOS, IRENE VENTURA-LUCENA, ELVIRA VERGARA AMADOR
Iluminación JAVIER RUIZ DE ALEGRÍA
Sonido ANTONIO NAVARRO
Regiduría NICOLAS GUY MICHEL CHEVALLIER
Asistente de Dirección BORJA LÓPEZ
Director de Producción GUMERSINDO PUCHE
Producción Delegada LA EJECUTORA en colaboración con FESTIVAL CITEMOR (Portugal)
Coproducción FESTIVAL TEMPORADA ALTA (Girona), CENTRO DE CULTURA CONTEMPORÁNEA CONDEDUQUE
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