El próximo 17 de abril se representará en el Teatro Távora de Sevilla, Luces de una Nueva Bohemia de la mano de Crisálida Teatro. Una versión venida de una compañía que se vale del arte para acometer proyectos de integración e intervención social, lo cual nos avisa que este texto se habrá trabajado desde un lugar que pasa trasversalmente de lo meramente artístico. Desde luego estimula de vez en cuando ver trabajos desde esta perspectiva, y si es un clásico, más que mejor.
Luces de Bohemia de Ramón Valle-Inclán, es una obra de sobra conocida, sobre todo en lo que atañe a que en la misma se da una imagen de la decadencia que alcanzó la sociedad española de principios del siglo XX. Sí, una España que terminó de despojarse de todos los velos que la hacían verse como un imperio con territorios en los lugares más remotos del mundo, con una lengua que se hablaba en incontables poblaciones, entre otras cosas, que contribuyeron a constituir un mito, que caería por su propio peso. Claro que la crisis del 98, supuso un antes y un después, pero en realidad no era más que un síntoma de algo que se venía asentando desde hace mucho.
La imagen que se da no es un reflejo de lo que uno es, sino un estado pasajero, que puede venir derivado de numerosas variables. Y pensar lo anterior acompañado del concepto más emblemático de esta obra de teatro, el esperpento, nos sitúa ante las consecuencias de mirarse directamente al espejo, aunque éste esté tan degradado, y se termine percibiendo algo más deforme de lo que es. De hecho, ya la etimología proveniente del latín de la palabra “deforme”, nos advierte que se trata de algo que carece de proporción, de regularidad en su figura ¿Proporcional con respecto a qué criterio? Pues quizás a una idea que se corresponde con una proyección, un horizonte que da sentido a seguir caminando, más que algo realizable, y puede que en el camino, se convierta en algo indeseable.
Siempre ver adaptaciones de grandes clásicos del teatro, es algo que merece al menos nuestra atención, porque todas ellas en un principio, pretenden reactualizar textos que ostentan la capacidad de ser atemporales y universales, en sus contenidos. En paralelo, también nos ofrecen la oportunidad de conocerlos, porque no es un secreto, que no existe persona en este mundo que se conozca al detalle todos esos clásicos (como mucho les resultan familiares). Animo a que salgamos de nuestro desconocimiento, y a los que se perfilan como seres que tienen una gran cultura general, que salgan de su ignorancia y necedad ¡Ver Luces de Bohemia es un plan que ayuda a empezar abarcar tantas cosas!
Sin más dilaciones, les voy a dar paso a la sinopsis que nos facilita la compañía Crisálida Teatro, de su Luces de una Nueva Bohemia:
“Luces de una Nueva Bohemia está basada en la obra de Valle-Inclán, creada a través del teatro contemporáneo, en ella participan disciplinas como la danza, el canto, el teatro naturalista, poético…
Una visión del mundo que crea Valle-Inclán, que no se aleja de la realidad y que por desgracia en muchos aspectos, sigue siendo igual a la España a esta generación del 98”.