Seleccionar página

Hay Mil Razones para ser feliz y una de ellas es pasar una noche de farra con Luis Brea y El Miedo. Como la fiesta que se montaron el viernes pasado en la madrileña Joy Eslava hasta donde trasladaron a sus parroquianos y esta vez jugaban en casa, a pocos metros de distancia de su casilla de salida, los bares de Malasaña.

Ya lo advirtieron en sus redes, “Inicio a la 21h. Vamos puntuales, avisamos!” y el que avisa no es traidor porque no había teloneros y a las nueve en punto, es decir a las nueve y media hora española, allí estaban ocupando el escenario. Algunos como podían porque Nacho Mora (bajo y coros) había sufrido algún percance y tuvo que arrastrarse como pudo ayudado por unas muletas, Lázaro Fernández a los mandos de la batería, Jorge Martí a la guitarra y Luis Brea con su inseparable gorra (no sé si él también será parroquiano de Kurt Wagner de Lambchop porque “Erase un hombre a una gorra pegado” que diría Quevedo).

Lo de Luis Brea ha sido un camino fraguado a base de constancia y pasito a pasito ha ido forjándose un hueco en el panorama independiente nacional sabiendo crear su propia etiqueta, “costumbrismo postindie” lo denominaron en sus orígenes. Además de ir ganando adeptos a base de dar el callo en distintas citas festivaleras y presentar sus canciones frescas e inteligentes por garitos de toda nuestra geografía retratando a su generación, hasta llegar a la cita de hoy con la puesta de largo de su cuarto trabajo Usted Se Encuentra Aquí (Hook Ediciones Musicales, 2017) en su propia tierra.

Abren el concierto con tres temas del nuevo álbum: Kraken, Como una Ola y Amanece que desde casa puede parecer más serio y reposado pero nada más lejos de la realidad porque en directo adquiere una fuerza que conecta tan bien como el público como otros temas de su repertorio que ya no pueden faltar en sus directos como Discotecas y Más de Veinte de su trabajo anterior del 2015.

Uno de los platos fuertes de la noche llega con Nueva Generación que cuenta con el ritmo y el estribillo de auténtico himno indie que se va a colar en todas las playlist. Berlín y La Casa Del Misterio son también algunas sus Mil Razones para ser feliz que les acercan a ser “grandes, fuertes, héroes” tanto que Luis se pierde entre el público para tocar Tres Cruces y cierran el bloque central del repertorio con el tema con el que se dió a conocer, Dicen por Ahí, una lectura actualizada de Julio Iglesias.

Es la hora de los bises cuando habitualmente se queda sólo en el escenario para tocar “Baso” es con “v”, también conocida como “esa puta canción de Los Planetas” con su personal guiño al Segundo Premio pero mira a Nacho y le pregunta – tú, como que no te vas a mover, no? pues baja la pierna y te lo doy como válido. After Crisalida pero sobre todo El Verano del Incendio pone a todos a bailar y a desgañitarnos. Pero todavía nos queda un temazo y Luis vuelve a bajarse entre el público para dirigir la coreografía y convencer a toda la sala que se quede en cuclillas hasta que explota Automaticamente.

Con el público encendido se despiden juntándose los cuatro al frente del escenario, bailando al ritmo que marca el Let´s get it on de Marvin Gaye. Luis, Nacho ahora sí marcándose un bailecito sobre sus muletas (que bastante ha tenido que aguantarse toda la noche postrado desde su trono a lo Axl Rose en la gira como vocalista de AC/DC), Lázaro y Jorge, ¡Buena faena maestros!

Comparte este contenido