El pintor francés Florian Eymann llega a la galería Benjamin Eck de Múnich con su exposición Milkformycoconut. Florian Eymann pinta rápido porque sus emociones cambian y desea plasmar sobre el lienzo esos instantes.
Florian Eymann retrata sobre el lienzo figuras humanas con esa expresión del tiempo y el movimiento que acentúan la belleza de sus modelos. Milkformycoconut está conectada con los grandes maestros de la historia del arte, como en las figuras carnosas y abstractas de Lucian Freud o Francis Bacon y los colores de Van Gogh, Monet o Sorolla.
Al explorar la quietud y el movimiento a la vez, el artista muestra una sensibilidad expresionista a través de sus lienzos multicapas. Sus composiciones frecuentemente yuxtaponen objetos estáticos y monumentales con pinceladas rápidas y expresivas para sugerir que las personas se definen por su movimiento y sus acciones, en lugar de su lugar físico en el mundo.
Las figuras de Milkformycoconut habitan espacios misteriosos y una arquitectura ambigua que cambia entre el mundo reconocible y la forma y el color puros. Los desnudos ocupan un lugar destacado en su obra y se representan a menudo bañándose, acostados en camas, en el suelo, o enfrentándose audazmente al espectador.
Me gusta aprender solo, enfrentarme a las dificultades para entender las cosas, empecé así hace doce años y hoy todavía sigo aprendiendo. Tengo tanto que experimentar y explorar, que el propósito de mi pintura busca provocar una reacción, positiva o negativa. Trabajo mucho la luz y la combinación, ya sea una mezcla de trabajo como un mosaico o una mezcla de tiempo, jugado con sensaciones y sentimientos.
Me gusta desafiarme continuamente, realizando proyectos personales y reinterpretando los grandes clásicos de la pintura para mostrar una visión contemporánea de su obra. Solo pinto al óleo, incluso si se cree que son collages, no lo es, es mi objetivo, mi estilo buscado, como si hubiera espurgado mis ideas, seccionando el tiempo, recortado las épocas para reconstruir el futuro.